-Buenos días señorita Jamie – me dijo el portero del estadio Consol Energy Center aunque también se había convertido en un lugar multiusos, esa era la casa de los Pingüinos de Pittsburgh el equipo local de hockey, yo era una especie de contadora en el lugar además de que también era prácticamente la asistente del entrenador y el relacionista publico del equpo, no podía quejarme realmente la paga era buena y no era tanto trabajo como puede parecer.
Llegue al área de las oficinas, hoy mi atuendo contaba con una falda negra de tubo y una blusa de color verde pálido de mangas y mis zapatos no muy altos de tacón negro, creo que me veía bien, no importa no es como si me arreglara para alguien más, estuve revisando correos, viendo la agenda hasta que llego Roger, el relacionista público del equipo.
-Buenos días Jamie.
-Roger buen día ¿cómo está Molly?
-Molly está bien, solo era un pequeño resfriado-
-Me alegro mucho, salúdala de mi parte.
-Lo hare pequeña, ¿alguna novedad hasta ahora?
-No aun no; aunque tienes que reunirte con el entrenador para recibir a su nuevo jugador estrella.
El suspiro – Esta bien iré – se giro para salir – nos vemos después.
-Adiós – después de eso no tuve que hacer mucho, ya que era recientemente lunes y la mayoría de trabajo lo había dejado listo el viernes, así que cuando ya eran las seis mi habitual hora de salida empecé a alistar todo, escuche ruidos que provenían de los vestidores así que de seguro los jugadores estaban allí, casi estaba por salir cuando Jacob el novio de la “araña” me llamo por mi nombre.
-Si – conteste, el realmente era insoportable igual que Bianca, creo que por eso ellos hacían buena pareja -¿en qué puedo ayudarte?
-Necesito que me quites la falta de hoy – lo mire.
-Jacob, si llegaste tarde o no eso no es mi culpa, ya tienes las suficientes faltas
-Por lo mismo necesito que me la quites, si sigo con muchas faltas me castigaran y no puedo permitirme eso y más ahora que se viene la siguiente liga.
-No lo haré y lo sabes pierdes tu tiempo al pedírmelo.
-Vamos Jamie somos casi de la familia quítala hazlo por Bianca – casi me carcajeaba en su cara, si de eso se trataba mucho menos lo haría, suspire.
-No puedo, eso está mal y no lo haré ¿acaso crees que el entrenador no se dará cuenta en los registros? – el me agarro fuerte del brazo.
-Hazlo – me ordeno, esta vez si me reí.
-¿O si no que?
-Eres una perra egoísta ya veo porque estás sola.
-En primera suéltame – dije zafándome de su brazo – y en segunda si soy tan perra entonces deberías de haber pensado mejor antes de acercarte a mí.
Ni siquiera deje que me contestara algo porque enseguida me zafe de su agarre y camine hacia el estacionamiento solo escuche murmurar algo como desgraciada o algo así, la verdad es que no me importaba.
Estaba conduciendo hacia mi casa cuando mi celular comenzó a sonar era de mi madre, sabía que me acusaría pero no esperaba que fuese tan pronto decidí ignorarlo e ir a compran un poco de leche de soja para papa cuando mi teléfono comenzó a sonar de nuevo.
-¿Qué paso mama?
-Jamie no puedo crear lo que hiciste, Jacob te pidió ayuda, el estuvo enfermo el fin de semana por eso llego tarde hija si él te pidió un favor debiste de haber ayudado no es justo que te comportes así con tu casi hermano.
-Mama para empezar Jacob utiliza la misma excusa siempre ya no es creíble y en segunda no es mi hermano, el no es nada mío.
-Jamie – mi mama sonó realmente indignada – no puedo creer que seas así hija realmente eres egoísta – sentí como si alguien me hubiese dado un golpe en la garganta, colge, trate de no llorar y camine más rápido hacia la caja registradora cuando choque con algo y mis dos cartones de leche cayeron al suelo haciendo que uno de ellos se rompiera, genial.
-Estas bien – me pregunto una voz masculina, yo solo lo mire de reojo, ir aun chico muy guapo pero eso realmente no me importaba lo único que quería era llegar a la seguridad de mi hogar.
-Si… lo siento... yo – no hablaba bien, el se me quedo mirando.
-Lo siento mucho – dije cuando vi cosas tiradas las cuales supongo son de él, me agache a tratar de ayudarlo cuando mis manos agarraron un paquete de uso muy personal, sentí que me cara se ponía toda roja pero rápidamente levante sus cosas y se las empuje en sus manos, casi corrí a caja para pagar y avisar de la leche que tire e irme a casa, es lo único que realmente quería.
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Solo es una apuesta
Romance¿Seguridad? Bueno eso no es precisamente lo que la caracteriza, pero que puede pedir es feliz así ¿ o no?, la verdad es que no lo sabe, todo lo que sabe es que ama a su padre y su hogar es su refugio hasta que él llega y pone su mundo patas arriba.