Jamie*
Estaba sentada tranquilamente en la sala de mi casa, en silencio ya que mis papas decidieron salir misteriosamente sin decirme a donde.
-Ahora si tú y yo vamos a hablar – esa fue la voz de Harry.
-Dios – dije poniéndome una mano en mi corazón y girándome para mirarlo – casi me matas del susto – le reproche, el camino hasta situarse enfrente de mi – ya sé que tienes llave pero al menos toca.
-Deja tus tonterías – me dijo.
-Muy bien Harry amigo me da gusto verte ¿y Steven?
-Déjate de payasadas – me regaño, al escuchar su tono serio me quede quieta mirándolo – ahora señorita Elizabeth – me llamo por mi segundo nombre y sabe que lo detesto –me vas a contestar porque estás en tu casa un día miércoles y además de eso ¿por qué no has ido a trabajar? ¿Por qué Steven y yo nos topamos con Michael ayer y nos preguntó si estabas bien?
Cerré los ojos y gemí - Bueno, en primera no estoy en el trabajo porque me dieron una semana de descanso – eso era mentira porque yo la había solicitado el lunes – en segunda ¿Cuál sigue?
-Te dije que sin juegos – Harry se puso las manos en las caderas y me miraba seriamente.
-Bueno, digamos que no eh hablado con Michael – dije
-¿Y eso sería porque? – insistió
- Porque no eh contestado sus llamados y sus mensajes – dije y mire hacia el suelo, sentí que Harry se sentaba a mi lado.
-Jamie ¿Por qué?, pensé que él te gustaba, ¿o te hizo algo? ¿Fue eso? , Jamie dime.
Todavía miraba hacia el suelo cuando negué con la cabeza, me daba pena decírselo a él. – No es nada.
-Jamie – su tono era de reprimenda, mis ojos se llenaron de lágrimas y entonces alce la cara para mirarlo.
-¿Que no me ves Harry? , como crees que Michael estará con alguien como yo – volver a agachar la cara mientras pasaba el dorso de mi mano derecha para limpiarme las lágrimas.
-Jamie cariño, te veo – me dijo Harry, lo mire y en su mirada no encontré lastima si no ternura y cariño y entonces lo abrace desahogándome, el me abrazo fuerte.
- Como crees que él va a estar con alguien aburrida como yo, ni siquiera soy bonita.
-¿Quisiera saber quién te metió esas ideas en la cabeza?, ¿pero sabes lo que yo veo? – Negué con la cabeza – veo a una chica muy hermosa con un cabello envidiable, a una chica inteligente, trabajadora, luchadora, un excelente ser humano y la mejor hermana del mundo.
-Ha-rry – dije entrecortadamente y lo abrace.
-¿Y sabes lo que haremos? – Siguió – saldremos de compras, más bien te acompañare a que te compres algo bonito y luego iremos a tomar algo y no acepto un no por respuesta – yo solo me reí, Harry limpio algunas lágrimas, me abrazo y luego me acompaño a cambiarme, yo no sé qué haría sin él.
-Te amo Harry, eres el mejor hermano y amigo del mundo – le dije.
Parte de la tarde transcurrió entre compras y reírme con él, incluso me hizo ver una película de terror en la que la mayoría me la pase gritando y tapándome los ojos.
Por la tarde fuimos a un bar en el que bebimos algunas margaritas y cuando quise ir al baño al brincar del banquillo casi me caigo.
-Ups – dije y solté una risita.
-Bueno chica creo que para ti es todo – Harry miro el reloj en su muñeca para checar la hora – rayos le dije a Steven que lo iría a recoger de su curso.
-No quiero irme – proteste.
-Si te iras, creo que estas muy achispada.
A pesar de mis protestas me llevo a su auto, sentí que todo me daba vueltas, durante el trayecto el teléfono de Harry sonaba – Si, ya voy cariño lo siento – murmuro.
-Entonces cariño – me dijo a mí –ya sabes que vas a hacer, dormirás bien hoy, mañana te arreglaras bien guapa y buscaras a Michael.
-Si – conteste, vestirme, buscar a Michael y acostarme a dormir o algo así.
-Bien – dijo Harry , nos estacionamos frente a mi casa – cariño se me hace tarde ¿puedes meterte a tu casa?
-Yo puedo – dije, abrí la puerta y mire hacia el suelo.
-¿Jamie que haces?
-Esperando a que el piso deje de dar vueltas.
-Rayos – murmuro Harry, escuche que se bajó del carro y un minuto después estaba frente a mí, me ayudo a caminar y me dejo en la entrada de mi casa, busco mis llaves y abrió la puerta.
-¿Puedes entrar verdad?
-Sí, no te preocupes yo puedo – proteste.
-Ok - me beso la mejilla, me miro preocupado pero después de que le asegure que estaba bien y el cerraba la puerta se fue.
Me tambalee hacia la sala y me senté en el mueble para recordar que me había dicho Harry, así tenía que ir a ver a Michael , vestirme y luego dormir , me pare y salí de mi casa hacia la casa de Michael solo esperaba dar con ella.
Michael*
Regresaba de tomar algo con Scott, estaba algo preocupado porque no sabía nada de Jamie desde el día de la fiesta, cuando fui el lunes a buscarla a su trabajo Alié me había dicho que ella no fue, así que la llame varias veces pero no contesto.
Estaba caminado por el caminito de la entrada cuando escuche unos hipidos, seguí caminando pero como se escuchaba cerca empecé a mirar y me di cuenta que venía de los arbustos que estaba entre mi casa y la del vecino.
-¿Jamie? – ella estaba sentada sobre una pierna que tenía doblada y miraba hacia el suelo y cuando me escucho alzo la vista y me sonrió, una sonrisa achispada.
-¿Qué estás haciendo ahí?
-No encuentro mi pierna – hipo
-¿Qué? – me puse en cuclillas y trate de tomarle la mano para levantarla.
-Perdí mi pierna ¿no la viste? – Dios, tenía una carita adorable y miraba al suelo buscando supuestamente su pierna.
-Ya la encontré – le dije y trate de sentarla bien, toque su pierna para enseñársela.
-La encontraste – me dijo y me echo las manos al cuello, como estaba en cuclillas cuando lo hizo me caí hacia enfrente.
Trate de levantarme y pararme haciendo lo mismo con Jamie, era una Jamie completamente diferente para empezar estaba descalza, no traía bolso o al menos no lo vi , se veía despeinada y tenía una sonrisa achispada en su cara, me preocupaba el cómo había llegado a mi casa, no es que viviera muy lejos pero en su estado si era preocupante. La lleve a mi casa, la recosté en el sillón a pesar de sus protestas y le prepare un café cargado el cual no quiso tomar.
-¿Qué estás haciendo aquí?
-Estoy buscándote a ti Michael, puedes hablarle.
-Sí, ¿para qué me buscabas?
Ella me miro seria – Quería pedirte una disculpa – eso me sorprendió.
-¿Por qué? – pregunte
-Porque tenía miedo, no sabía por que estabas conmigo y tenía miedo de que te aburrieras de mí pero Harry me dijo que tenía que preguntártelo a ti. ¿Qué viste en mí? – eso fue lo que entendí en su balbuceo.
- Jamie, me gustaría decírtelo pero cuando estés lucida para que me puedas entender ¿está bien? – ella asintió – y ahora tenemos que ver a quien le aviso de ti – me pare y busque mi móvil , recordaba tener el número de Harry , ella lo había mencionada antes , cuando el me contesto le platique lo de Jamie solo que la había encontrado en mi casa, él me dijo que había salido con ella pero que la había dejado en su casa , quiso venir a recogerla pero cuando la mire ella estaba durmiendo así que le pregunte si ella podría quedarse a dormir y que si no había problemas con sus papas, una vez que él me dijo que confiaba en mi para dejar a Jamie y asegurarme que no había problemas colgué y la fui a buscar para llevarla a mi cuarto , la acosté y arrope y luego me cambie para poder acostarme junto a ella para verla dormir hasta que el sueño me venció.
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Solo es una apuesta
Romance¿Seguridad? Bueno eso no es precisamente lo que la caracteriza, pero que puede pedir es feliz así ¿ o no?, la verdad es que no lo sabe, todo lo que sabe es que ama a su padre y su hogar es su refugio hasta que él llega y pone su mundo patas arriba.