Solo es una apuesta

#7

Jamie*

-¿Viste ese pedazo de hombre como te miraba? –una emocionada Alié no dejaba de parlotear y revolotear emocionada.

-No me miraba a mi – conteste mientras me sentaba en mi escritorio y empezaba a recoger mis cosas.

-Claro que si, desde que llego créeme le eche el ojo y vi que en cuanto te miro camino derecho hacia ti.

-Estas loca - resople, claro que ese hombre no me miraba a mí aunque debo admitir que me puse demasiado nerviosa cuando llego y sentó a mi lado pero en fin yo me ponía nerviosa con todos.

-Claro que no y lo sabes – me guiño un ojo mientras ella también buscaba sus cosas, ella se fue primero que yo por l tanto tuve que cerrar y salir sola, cuando llegue a la salida me encontré con Scott el nuevo jugador , me caía bien era de las pocas personas que me inspiraban confianza en cuanto los conocía.

-Hola – me saludo.

-Hola – conteste bajo.

-¿Jamie verdad?

-Si – conteste y vi que el empezó a caminar más despacio por lo que yo también lo hice, entonces ambos caminábamos lento.

-Oye me estaba preguntando – se quedo callado y me puse a pensar en todas las cosas que probablemente me preguntaría ¿y si me invitaba a salir? ¿Y si decía que yo le caía mal? ¿Si mi ropa no era la adecuada? - ¿podrías decirme si tu amiga tiene novio? –o podría preguntarme sobre Alié, una risita nerviosa se me escapo.

-No ella no tiene novio – le, dije lo mire y vi que el lucia un poco avergonzado por alguna razón Scott me caía bien pues no era el típico jugador restrella que se creía mucho o estaba coqueteando con las mujeres -¿y me preguntas eso porque?

-Bueno – se quedo callado – yo quería invitarla a salir pero no sabía nada de ella, bueno no mucho de ella.

-¿Y porque no se lo preguntaste  ella?- le dije, si claro como si yo en su lugar hubiese hecho algo tan atrevido.

-¿Por qué no sabía cómo hacerlo?- me dijo y en ese momento me pareció tan lindo, hasta que nos acercamos mas al estacionamiento y el mismo tipo de hace rato estaba parado allí y cuando lo vi me sonrió.

-Ok –me detuve – no sé si hago bien pero creo que también le gustas así que deberías de preguntárselo – vi que el tipo se acercaba – bueno, entonces me voy.

-Jamie, gracias – me dijo Scott, yo le sonreí de vuelta y camine hacia mi auto, cuando estaba sacando mi auto del estacionamiento vi por el espejo retrovisor que ellos dos estaban hablando y que ese tipo no dejaba de mirar hacia donde se encontraba mi auto.

El resto de los días transcurrieron rápido, sin muchas cosas novedosas que contar excepto que Scott había invitado a Alié a salir y lo harían mañana sábado, ella estaba tan emocionada cuando me lo estaba contando que no podía dejar de sentirme alegre por ella, y Scott era un buen chico todos los días se quedaba un rato mas solo para poder salir con ella hasta el estacionamiento no podía ser más dulce.

-¿Qué harás mañana Jamie?- me pregunto Alié

-¿Qué? – pregunte

-Lo que pasa es que bueno hay una persona que me pregunto por ti el otro día.

-¿Ah sí?- eso llamo mi atención.

-Si cierto chico caliente que es amigo de Scott – ella me lanzo una mirada de cachorrito, eso  no me estaba gustando para nada-¿así que me preguntaba, porque no sales con él?

-Jajaja – dije sarcásticamente -¿enserio?- me levante con una carpeta que contenía  hojas de cálculo que revisar para el fin de semana y empecé a caminar hacia la puerta.

Alié corrió hacia ella y estiro los brazos y piernas de modo que me impedía el paso de la puerta –Por favor Jamie sal con el mañana –junto sus manos a modo de estar rezando – Por favor, por favor Jamie.

Suspire y me piñizque el puente de la nariz con fastidio – A ver, déjame ver si entiendo esto, quieres que tu primera cita con Scott sea una cita doble e la que yo este emparejada a un sujeto que no conozco y que a simple vista no me cae bien ¿eso quieres?

Ella se mordió el labio y me miro – En realidad no será una cita doble Jamie, ustedes saldrán a otro lado.

-No Alié -  la empuje a un lado para que se quitara de la puerta y me dejara pasar, afortunadamente lo hizo.

-Por favor, el de verdad quiere me dijo que te quiso hablar pero que tu solo lo evades.

-¿Qué?- dije exaltada  - eso no es verdad yo o lo estoy evitando ni lo evite.

-Jamie quieres que te siga rogando por favor, mira lo hago por los dos por que el es un buen chico y quiere conocerte y tu Jamie mereces salir y conocer a alguien.

-¿Crees que no puedo ser lo suficiente como para conseguir salir con alguien, es eso? – dije un poco dolida y enojada, no espere su respuesta por que empecé a caminar hacia la salida, Alié me alcanzo corriendo y vi que tenía los ojos llorosos.

-Jamie no, yo no quise insinuar nada de esto solo quiero – se quedo callada – solo no sé.

-¿Es importante para ti?

-Si, Michael bueno lo eh conocido estos días y es un buen chico.

-¿Cuándo?

Su rostro se ilumino –Mañana  el pasara por ti a tu casa si quieres ¿a las siete estaría bien?

No, no está bien – Si Alié, está bien – me aleje de ella pero antes de irme  - que sea puntual – ella comenzó a reírse y a aplaudir como una niña pequeña.

Cuando llegue a casa estaba nerviosa, una cita con ese hombre, realmente la tendría, no puedo negar que él es apuesto o caliente como diría Alié, pero aun así no me confiaba. Me puse a pintar mis uñas tanto de los pies como de las  manos de un color rosa pálido, cuando medí cuenta que era hora de la cena baje a la sala para ver si mi padre ya había llegado.

-Tío Maurice – abrase al gran hombre sentado en el taburete de la barra de la cocina.

-Mi niña – me dijo con esa voz tan profunda que tiene.

-¿Te quedaras verdad?

-¿Tu cocinaras? – me lanzo una mirada dudosa, comencé a reír.

-Vamos no es tan mala –

-No me mandaras al hospital – negó riendo – entonces hecho.