Capítulo 1

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*Foto de la mamá de Skyler

Yo vivía una vida tranquila. Solo éramos mi madre y yo. No teníamos muchas riquezas, ni ropa cara, pero si teníamos amor, teníamos humildad y más que todo nos teníamos la una a la otra, pero toda esa felicidad iba a cambiar en tan solo segundos. La muerte de una persona va a desatar mucha tristeza, desesperación y sucesos que no hubiese querido que pasaran.

Me encanta cocinar, al igual que mi madre la cual tiene una extraordinaria habilidad de que cada comida que toca sabe exquisita. Creo que ese talento lo heredé de ella, pero mi madre es la mejor cocinando. Ella trabaja en un restaurante muy famoso, pero su pago no era mucho. Vivíamos en una casa de un solo cuarto el cual tenía dos camas. No me importaba porque era feliz. Estaba limpiando un poco con mi madre. La escucho quejarse de dolor y agarrarse el pecho.

—    ¿Estas bien mami? — digo dejando la escoba a un lado, me acerco a ella, la llevo hasta el sofá y ella se sienta

—    Si amor, tranquila. Estoy bien, no te preocupes. — dice con esa cálida sonrisa la cual no podría vivir.

Me quedé muy preocupada por mi madre. Sabía que esos dolores no eran normales y que algo andaba mal, pero mi madre es un poco testaruda, así que aunque le dijera algo ella no va a hacer nada. Sigo limpiando muy pendiente de mi madre por si le pasaba algo. No se que haría si la perdiera. Ella es mi todo, mi razón de vivir. En verdad no sabría que hacer sin esta hermosa mujer. Estábamos en verano, no me tenía que preocupar por la escuela. Era un poco aburrido estar sin la escuela, no tenía nada que hacer, no tenía un celular, ni juegos, apenas tenía un televisor que veía de vez en cuando.

Al llegar la noche me doy una ducha y me pongo una pijama para irme a dormir. Al día siguiente me levanto y ya el desayuno estaba hecho como todas las mañanas. Después de desayunar me doy una ducha y me visto con una camisa blanca con piñas y una falda rosa que me llegaba un poco más arriba de la rodilla, tenía unas zapatillas negras. Me encantaba esta ropa. Al salir veo una vieja mujer hablando con mi madre.

—    Kay, — así me decía mi madre — mira ella es una vieja amiga, estaba pasando por la ciudad y nos vino a visitar. — dice entusiasmada

—    Hola chica mi nombre es Tania, mucho gusto. — me extiende la mano

—    Soy Skyler — le agarro la mano.

—    Vengo aquí a hacer una lectura. — miro a mi madre confundida

—    ¡Ah! Sí amor ella lee las manos o algo así.

—    Es como las cartas tarot, pero diferente, ven vamos a sentarnos para ver que te espera en el futuro. — nos sentamos en la mesa y ella agarra mis manos y cierra los ojos — Mmm, ya veo, vas a conocer tu alma gemela, cuando se vean van a tener una conexión inmediata, pero tu alma genera oculta un pasado oscuro, lleno de dolor lo cual lo hace la persona que es hoy. Que más veo por aquí... la pérdida de una persona y la impureza. Tres siluetas haciendo daño, tienes que cuidarte niña, tu día se puede volver el peor día de tu vida.

Después de esa lectura bastante rara hablamos un poco y Tania se fue. Me quedé con mi madre viendo un poco la televisión, la veía rara, un poco más pálida de lo normal. Estaba un poco inquieta e incómoda, pero no le presté atención. Estábamos viendo "El Chavo del Ocho" era una serie muy vieja pero siempre me hacía reír. Teníamos hambre así que le dije a mi madre que si quería que yo cocinara hoy y ella me dijo que si, pero que fuera un momento a la tienda porque necesitaba algunas cosas. Agarré el dinero y fui rápidamente a la tienda porque yo también tenía hambre. Al llegar a la tienda compré lo más rápido que pude y fui de vuelta a casa. Llego veo a mi madre tirada en el piso inconsciente. Tiro todo al suelo y voy corriendo hacia ella.

—    ¡Mami, despierta! ¿Qué pasó? — ella no reaccionaba así que me senté y agarre tus cuerpo inconsciente — No me fui más de cinco minutos. — le tocaba la cara para ver si reaccionaba pero nada — ¡Ayuda! ¡Por favor que alguien me ayude! — miro el celular de mi madre, estaba muy cerca de ella, lo agarro y llamo al 9-1-1. Estaba desesperada y llorando

—    9-1-1 ¿Cuál es su emergencia? — contesta una mujer

—    ¡Mi madre, está inconsciente, necesito ayuda por favor! — digo desesperada

—    ¿Señorita usted está bien? ¿Fue un robo?

—    No, necesito que vengan, no quiero perder a mi madre.

—    ¿Cual es la dirección?

Le dijo la dirección ella me dice que va a enviar una ambulancia para acá. No quería perder a mi madre. Ella seguía sin reaccionar. Estaba muy pálida, tenía mucho miedo. Ella va a estar bien, yo se que sí. Podía escuchar la ambulancia a la distancia. Al llegar agarran a mi madre, se la llevan y me subo con ella. No podía parar de llorar. Cuando llegamos al hospital me dejaron en la sala de espera. No quería que le pasara nada a mi madre, no a ella. A una mujer que nunca le hizo daño a nadie, una mujer luchadora, que salía hacia adelante sin importarle nada. Estuve muchas horas esperando y nada, ninguna noticia de mi madre. Estaba anocheciendo así que decidí acostarme y descansar un poco lo cual se me hizo imposible. Ya estaba amaneciendo y no me habían dado noticias de mi madre. Veo un doctor y dos enfermeros llegar con unos papeles.

—    ¿Los familiares de Alexa Ortiz?

—    Yo soy la hija. — me levanto muy entusiasmada

—    ¿Hay algún otro familiar que vaya a venir? — niego

—    Solo somos mi mamá y yo. — ellos se miran entre sí y se ríen

—    Bueno señorita acompáñanos, para darle los detalles de su madre

Ellos comienzan a caminar y yo los sigo. Había algo en esta situación que no me gustaba, pero solo quería saber de mi madre. Caminamos por los pasillos del hospital. Podía ver las habitaciones con pacientes, algunas tapadas y otras sin nadie adentro. Estaba nerviosa y feliz a la vez, porque iba a saber si mi madre estaba bien o no. Caminamos alrededor de unos tres minutos hasta llegar a un área desalojada. Nos detuvimos en frente de una oficina la cual tenía un escritorio y dos sillas. El doctor se sienta y me dice que me siente. Al sentarme le hace una seña al enfermero, él sale y cierra la puerta. Después de unos poco minutos de silencio vuelve a llegar con un vaso de agua.

—    Debes estar exhausta, toma — me ofrece el vaso de agua, lo garro y bebo — Bueno, la señora Alexa... — fue lo único que escuché antes de quedar dormida. Me levanto muy aturdida. Estaba amarrada a una camilla.

—    ¿Qué pasa? — intento desamarrarme pero era inútil — ¿Porqué estoy amarrada? ¿Qué me van a hacer?

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Estoy editando los capítulos poco a poco, así que si en próximo ven un cambio de narración es que antes estaba narrado en tercera persona y los estoy narrando en primera persona.

SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora