Capítulo 2

64 16 0
                                    

Estaba amarrada sin salida. No sabía que estaba pasando. Estaba luchando por salir de aquí, pero lo único que hacía era lastimarme las muñecas. ¿Qué me van a hacer? Pensaba lo peor. ¿Por qué caí en su trampa? No me quería dar por vencida, tenía que luchar. Estaba llorando e intentaba gritar pero mis esfuerzos fueron en vano.

—    Deja de gritar, nadie te va a escuchar. — dice el doctor, estaban alrededor de mi — ¡Ah! Tu madre murió de un infarto. — En ese momento mi mundo se hizo pedazos

—    ¿C-Como que murió? — logro decir

—    Que se murió, ¿no escuchas?

—    No... no puede ser, mi madre no, pero ¿por qué me tienen que am...? — me pusieron una cinta adhesiva en la boca

** narración de la violación de Skyler. Si no la quieres leer salta hasta que veas "**"

Comenzaron a quitarme la ropa y a tocarme. Luchaba por soltarme, gritaba, lloraba y me movía para que dejaran de tocarme, pero nada valió la pena. Me besaban y me manoseaban. Veo que se empiezan a quitar los pantalones. Me quitan la falda y mi ropa interior. El doctor se sube en la mesa y mete su miembro dentro de mi. Sentí un dolor insoportable. Seguía haciendo lo mismo, me dolía mucho, gritaba y lloraba. Después los dos enfermeros hicieron lo mismo, mi cuerpo no aguantó el dolor y me desmayé. No se cuanto tiempo había pasado hasta que recuperé la conciencia. Estaba extremadamente adolorida. Veía a los hombres arreglándose el pantalón y riendo. Se dieron cuenta que me levanté y se acercaron a mi.

**

—    Bueno chiquita, gracias por darnos las mejores horas de nuestras vidas. — me dice con una sonrisa perturbadora. ¿Horas? — Toma, — me da una hoja de papel pequeña — el señor que está aquí, — agarra a uno de los enfermeros — te va a llevar a la estación de autobuses y te vas a ir lejos de aquí. — comienza a soltarme

—    ¿Por qué yo? — dice el enfermero

—    Porque yo lo digo, toma, — me lanza hacia él como si fuera un objeto y me lanza la ropa para vestirme.

No sabía que hacer o decir. Esto no estaba pasando. Estos tipos me habían violado. El enfermero me agarra del brazo y me arrastra hacia la salida. Me sube a su carro y comienza a conducir. No podía mover mi cuerpo, solo estaba ahí sentada llorando. ¿Qué le acaba de pasar a mi vida? ¿Y mi madre donde estaba? ¿Cómo todo se fue por el barranco en solo segundos? Necesitaba a mi madre en estos momentos. Sentía un vacío dentro de mi. Al llegar a la estación de autobuses el enfermero me sube al autobús y me deja ahí. Me sentó en un sillón en la parte de atrás que milagrosamente solo se podía sentar una persona. No sabía a donde llevaba este autobús. No podía hacer nada, solo llorar y sentir este horrible dolor que me estaba llevando a la oscuridad. Este dolor tan intenso provocados por personas que no tenían empatía. Un dolor que oprimía mi corazón hasta dejarme sin aire. Un señor pasa para recoger los tíquets, se lo doy y me recuesto del autobús. ¿Qué acaba de pasar? ¿A dónde voy? ¿Qué será de mi vida ahora? Las lágrimas no dejaban de salir hasta que me quedé dormida. No sabía cuanto tiempo dormí lo que sí sabía era que era de noche. Unas nueve horas pasaron hasta que el autobús se detuvo. No sabía donde estaba. Comienzo a caminar adentrándome a un bosque que quedaba al frente de la parada de autobuses. Me miro las manos y caigo en cuenta. Mi madre no estaba, no la iba a volver a ver . Mis gritos y sollozos se escuchaban en todas partes, corrí buscando a mi madre, gritaba su nombre. Ella no podía estar muerta. Ella es mi vida, no tengo a nadie más, estoy sola en este mundo. No lo quería aceptar, corrí hasta que mis piernas se cansaron y no pude respirar. Estaba en un bosque sola, perdida y sin mi madre. Ya no quería seguir viviendo. ¿Para qué? Continué caminando, buscando maneras de acabar con mi vida. Caminé por horas, pude ver una pequeña casa al lado de una gran carretera. Continué caminando, ignorando la casa. Una mujer mayor me llamó. Era la dueña de la casa. Me persiguió y me llevó a la casa. Me preguntó varias cosas y no dije nada, no podía hablar, la mujer me dio un poco de comida y agua. Me lo comí muy rápido, no podía creer el hambre que tenía. Al caer la noche ella me dijo que me diera un baño y me ofreció una cama. En el baño comencé a llorar y a quitarme el sucio de mi cuerpo. Me bañé lo mejor que pude, pero eso no quito este sentimiento de suciedad que tenía. Me puse la pijama y me acosté en la cama. No quería seguir viviendo, así que fui a la cocina y agarré un cuchillo. Comienzo a cortar mi muñeca pero la mujer me detiene. Me venda la mano y me lleva a la cama. No se fue hasta que me dormí. Me volví a levantar y me fui de la casa. Continué mi camino sin rumbo. Esta vez seguí la carretera hasta que un hombre se detiene al lado de mi.

—    Hey chica, ¿Cómo te llamas? — me pregunta el hombre en su carro

—    Sk-Skyler. — logro decir

—    ¿Para donde vas?

—    No sé — continúo caminando

No tenía a donde ir, ni con quien contar. Seguí mi camino. No sabía a donde quería llegar o que estaba buscando, ni siquiera sabía que hacía. Tenía mucho dolor en mi corazón. La oscuridad lo consumía y me lo quería arrancar del pecho. Me estaba dejando llevar por mi dolor. Mi madre estaba muerta, eso era algo que no podía cambiar. Me violaron tres personas a las que no le importaron mi sufrimiento. ¿Cómo lo perdí todo en tan solo unos segundos? ¿Cómo pienso salir adelante? ¿Para qué salir adelante? Lo único que tenía la vida me lo arrebató. Veo un puente. Ya sé lo que tengo que hacer. No voy a vivir en este infierno en donde las personas no les importa destruir la vida de otros. Me quito las zapatillas y me subo al borde del puente.

—    Sin mi mamá, ni familia, ni dignidad ¿para que vivir? — digo en voz baja

SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora