Capitlo 42

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Ángel

El sol estaba saliendo, iluminando mi rostro. Las personas salían y entraban. Doctores con unas batas blancas largas y enfermeros con uniforme azul oscuro, apresurados para llegar a su destino. Personas con mascarillas, niños pequeños. Personas adultas esperando. Ya estaba acostumbrado a esto. Bueno es un hospital ¿no? Cesar estaba al lado mío dormido. Al contrario de mí que no pude dormir ni un poco. Me levanto busco un café y salgo a sentir los rayos del sol en mi rostro. Siento la calidez del sol en piel fría. Respiro hondo para calmar mis pensamientos. Llevo el café a mis labios y lo tomo. Después de tomarme el café me quedé afuera pensando.

—    Ángel. – la voz de una mujer me saca de mis pensamientos. La miro – Tú madre te espera en su oficina. – entra rápidamente

Suspiro y entro de nuevo al hospital, tiro a la basura el vaso en donde estaba tomando café y busco a Cesar, estaba todavía dormido. Lo sacudo un poco y cuando se levanta le hago señas para que me acompañe. Camino hacia el elevador. Cesar estaba medio dormido todavía y no sabe que está pasando, pero no dice nada. Entramos al elevador y casualmente no había nadie. Marco el numero del piso el cual era el 7. El numero 7 se enciende indicándome el destino. Al llegar al piso 7 me dirijo a la oficina de mi madre rodeando el mostrador que estaba en el centro del piso. Miro para al lado y veo una habitación completamente cubierta. Me detengo sin dejar de mirarla. Sigo, ignorando mis pensamientos. Me detengo en la puerta de su oficina y toco la puerta. Escucho la voz de mi madre decir "adelante" , abro y entro. Mi madre está sentada en una silla grande con un escritorio al frente de ella llenos de papeles con dos sillas al frente en dirección a ella. Tiene un bolígrafo en la mano el cual mueve. Me mira y se lleva la sorpresa de que tenía una venda puesta.

—    Qué te paso? – mi madre rompe el silencio

—    No sé. – me limité a decir

—    Bueno tengo que hacerte unas preguntas.

—    ¿Preguntas? Ma' llevo horas esperando a que me digas algo de Skyler ¿y me vienes a decir que me tienes que hacer preguntas? – me siento en una de las sillas

—    Tuve que hacer una cirugía de emergencia.

—    Ma, ya no soy un niño pequeño, no me vengas con excusas

—    Mira, sé que estás alterado, no voy a discutir contigo y si lo que quieres saber es si Skyler está bien te lo voy a decir, ella está bien las heridas en el cuello solo fueron superficiales, – doy un suspiro de alivio – pero le dieron 2 ataques más. Por eso es que quiero saber, que tú sabes de los ataques de ansiedad

—    No sé mucho.

—    Me dijiste que ella había tenido ataques de ansiedad antes y necesito saber cuantos o que tan frecuente.

—    ¿Ángel ella tuvo ataques de ansiedad? – dice Cesar, yo asiento – ¿Cuándo?

—    El día de las prácticas en mi casa.

—    Yo sabía que había algo raro, te estabas comportando extremadamente raro, pero decidí no decirte nada. ¿Por qué no me dijiste nada? Pudimos haber cancelado las prácticas

—    Ella me dijo que no las cancelaras, ¿Tu crees que yo la iba a dejar practicar? Pero ella me rogó y no pude hacer nada. – Cesar se quedó callado y salió de la oficina. Sabía que él no estaba enojado pero si un poco decepcionado

—    Ángel, necesito saber cuantos y que tan fuertes fueron los ataques de ansiedad.

—    Solo fue uno, creo, tal vez uno más pero no sé, ella no me dijo nada.

—    ¿Muy fuerte?

—    No tanto como el de anoche, pero si bastante fuerte, pero logré controlarlo. ¿Dónde está ella?

—    En la habitación tapada, la tengo ahí por si pasa algo y antes de que me preguntes, la cubrí, para que vinieras directo aquí, pero puedes ir a verla. Acuérdate de que ella no puede estar en ningún estrés y tiene que estar reposo absoluto.

—    Yo sé

Salgo de la oficina en dirección a la habitación de Skyler la cual estaba cubierta completamente. Saco las cortinas que la estaban cubriendo y la veo. Veo su cuerpo descansando, un poco pálida, con su cabello un poco desordenad, unas vendas en el cuello, unos pequeños tubos que salían de la parte dorsal de la mano conectado con una bolsa de agua; era el suero. Unos cables blancos salen de su pecho conectando con un monitor, cardiaco. Tenía unas de esas horribles batas de hospitales y una colcha la cual le cubría hasta el estómago. Me acerco a ella, la arropo un poco más y la acaricio en cabello. Me aliviaba que estuviera bien, pero al mismo tiempo me preocupaba que esto fuera a empeorar y que cambiara a Skyler como lo hizo conmigo. Al menos ella tiene a alguien que la ayude y que ha pasado por lo mismo, yo no tuve esa suerte, estuve solo, bueno no tan solo, pero no había alguien que estuviera pasando por mi situación en ese momento y no entendía lo que me pasaba. Pero eso quedó atrás ya estoy mejor. Ahora es mi deber ayudarla a ella, a entender, a pasar esto y que al final todo sea un malo recuerdo.

Siento el celular en mi bolsillo vibrar, era un mensaje de Cesar diciendo que se iba. Le contestó que estaba bien y le agradezco por todo. Guardo el celular nuevamente en mi bolsillo y me siento en pequeño sofá que estaba al lado de la ventana. Miro a fuera y veo esas grandes nubes grises, las cuales de un momento a otro consumieron el cielo azul. Me recuesto un rato y me duermo. El ruido de las pequeñas gotas de agua golpeando el cristal me levanta. No sabía cuánto tiempo dormí, pero la habitación estaba cubierta completamente. Lo más probable mi madre le dijo que la cubrieran para que nadie me viera dormir. Vuelvo a mirar a fuera y veo la hermosa lluvia, escucho la hermosa melodía que hacían las gotas al chocar con el cristal de la ventana, las cuales se resbalaban y caían hasta no ser vistas. Me encantaba la lluvia y el olor de cuando empieza a llover que no lo pude disfrutar por estar dentro del hospital además de dormido.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2020 ⏰

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