Capítulo 32: 3° prueba

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"¿Qué hacías?" dijo al ver como escondía algo.

"Nada, le escribía una carta a Audrey." mentí.

"¿Y cómo estás?" preguntó dándome un beso en la frente.

No te voy a decir mejor que nunca, pero tampoco estoy llorando." dije irónica.

"¿Quieres hablar?- me preguntó." A veces, es mejor que te desahogues. Sé que es difícil, pero soy yo cariño, sabes que no diré nada.

"Gracias, pero por ahora estoy mejor así. Si algún día quiero hablar de eso, recurriré a ti."

"Muy bien, como quieras. Yo estaré a tu disposición cuando quieras." dijo con lo que parecia una sonrisa a medias.

" Oye, ¿hoy has tenido pociones con Gryffindor y Slytherin?" dije acordándome del sueño.

"Sí, ¿por qué?" sabía lo que le iba a preguntar, pero quería asegurarse. "¿Weasley y Malfoy?"

"Sí." contesté." ¿Lo saben ya todos?"

"Los Slytherin lo contaron. Lo siento."

"Da igual. Esta tarde es la última prueba del torneo, ¿verdad?"

"Sí." dijo extrañado."¿Quieres ir?"

"Tendré que enfrentarme a ellos ahora, no creo que después pueda. Además, quiero animar a Harry. Así me distraigo un poco."

"Está bien. Pero no te acerques a Malfoy. Lo estaré vigilando, pero por si acaso, no vayas sola a ningún lado." me ordenó muy serio.

"Vale."

Tras aquella charla, me fui a buscar a Daphne. Estaba en la habitación, nerviosa. Nada más verme, vino corriendo a abrazarme. Estaba claro que si Daphne lo sabía, todo Hogwarts ya lo sabía. Lo sé porque Daphne es la última en enterarse de todo, pues no le gustan los chismes.

"¿Estás bien?" preguntó preocupada. "Me he enterado hoy en clase. Ron pegó a Draco y él le lanzó un hechizo y ahora Ron está en la enfermería."

" ¿Qué? ¿Está bien?" dije dejando el jersey en la cama. "Da igual, voy a verlo."

"Espera, voy contigo. ¿No pretenderás que te deje ir sola?" dijo cogiendo mi jersey.

Cuando llegamos, la señora Pomfrey no nos dejaba entrar, no era la hora de las visitas. Tras mucho insistir, me dejó entrar solo a mí cinco minutos. Al parecer, se compadeció de mí. Ella también lo sabía.

Daphne se quedó en la puerta esperando. No quería dejarme sola ni un segundo, a no ser que me dejara con alguien de confianza.

Cuando entré, Ron estaba durmiendo. Me senté a su lado y cogí su mano entre las mías. Entonces despertó.

"Helena" dijo aún un poco adormecido. "¿Cómo estás?"

"Eso debería preguntarlo yo, Ron. Ya me han contado lo que pasó con Malfoy. Ron, no quiero que te metas en problemas por mi culpa."

"Esto no es por tu culpa Silvia. Es por la de Draco. ¿Cómo se atrevió a forzarte? No permitiré que él o cualquier otro te haga daño. Aunque tenga que matar por ti, pero te aseguro, que él no vuelve a tocarte."

" Me encanta que te preocupes por mí." dije encantada de que quisiera protegerme.

"Y a mí me encantas tú.dijo sonriendo. "Helena, esto que te voy a preguntar es un poco personal, pero necesito saberlo. ¿Te hizo algo estos tres últimos años? Tú vivías con él. ¿Intentó algo?"

"No. Draco no intentó nada." dije acordándome de Lucius. Tenía ganas de decírselo, pero si le ha hecho eso a Draco solo por lo que hizo, sería capaz de matar a Lucius. Aunque en parte eso quería. Solo que quería matarlo yo con mis manos. Pegarle hasta me suplicase parar, como hice yo. Quería verlo sufrir.

Empecé a sentirme mala persona. Mis últimos pensamientos eran de Lucius. Pensaba en cómo matarlo. He pensado hacerlo de las maneras más dolorosas. Ya no quería pensar en nada más que en eso. Me estaba convirtiendo en un monstruo. Todo por su culpa.

"¿Qué te pasa? Estás muy seria" dijo Ron interrumpiendo mis pensamientos.

"Nada, es que tenía miedo de que te pasara algo más grave."

"No te preocupes, estoy bien. Además, ahora tienes que irte a apoyar a Harry por los dos."

"¡Oh, no! Harry" Se me había olvidado el sueño. Tenía que ir corriendo a buscarlo.

La señora Pomfrey vino para decirme que ya habían pasado cinco minutos. Me despedí de Ron con un beso y salí corriendo de allí, seguida por Daphne, que gritaba que parase un momento. Yo no podía parar, Harry estaba en peligro. Ya era la hora de que empezase la prueba y Daphne y yo seguíamos en el castillo.

Cuando llegamos al lugar de la prueba, ya era muy tarde. Daphne visualizó dos sitios y me obligó a ir a sentarnos. Sentí todas las miradas clavadas en mí. Conforme pasaba por las escaleras para ir a los sitios, se oían como muchos chicos murmuraban y me miraban con compasión. Eso me hacía volver a pensar en Lucius. Pero tenía que contárselo a mi padre. Estaba en primera fila abajo del todo, y nosotras unas cinco filas más atrás. Daphne no me dejaba levantarme.

"Mira, no quería hacer esto, pero lo tengo que hacer." dijo sacando su varita.

Me lanzó un hechizo para que me calmara. Olvidé por completo la prueba y a la gente que me miraba. Mi mente estaba en blanco.

Tras una hora, Harry apareció con Cedric en el centro de aquel recinto. La gente empezó a aplaudir y los músicos empezaron a tocar.

Harry estaba llorando. Cedric estaba tirado en el suelo, con los ojos abiertos. Entonces me acordé. Bajé lo más deprisa que pude. Cuando llegué a donde estaba Harry, Dumbledore, Snape y el padre de Cedric estaban ya allí. Mi padre me pidió que no mirase. Yo le dije que necesitaba hablar con él, pero él me dijo que no era el momento. Daphne, que estaba detrás de mí me cogió y me llevó de nuevo al castillo.

No dijo nada en todo el camino. Me llevó hasta la habitación y se sentó en su cama.

"¿Por qué has hecho eso?" pregunté extrañada.

"Malfoy te estaba mirando de forma muy rara." contestó muy seria."Aquí no puede entrar."

"Y en el baño de las chicas tampoco y lo hizo." dije enfadada.

"No si estoy yo aquí." contestó abrazándome.

"Estaba muerto. Tenía que haberlo dicho antes. Todo es por mi culpa."

"¿De qué hablas? Tú no podías hacer nada." dijo apoyándome.

"No lo entiendes." dije." Sí que podía. Yo sabía que esto pasaría. Lo vi."

"¿Dónde?" preguntó curiosa.

"En mis sueños. Mis sueños se cumplen Daphne. No se lo digas a nadie por favor. La otra noche lo soñé. Pero con todos los problemas que tenía se me fue olvidando. Por eso hoy salí corriendo de la enfermería."

"Entonces no es tu culpa, Helena. Es mía. Yo te hechicé para que te tranquilizaras." dijo Daphne sintiéndose culpable.

"No, yo lo podía haber contado antes." dije echándome la culpa.

"Con todo lo que has pasado, no podías Helena."

Daphne fue a ducharse mientras yo me escabullía para encontrar a Snape. Mientras iba por los pasillos, me choqué con un chico de mi casa. Con el que menos quería encontrarme. Intenté correr pero él me agarró.

"¡Suéltame, Malfoy!" le grité aterrada de nuevo.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora