Capítulo 6: Fue un malentendido

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Vamos a ver, no llevo los leotardos, ni la falda, tengo las piernas sangrando y me duele mucho el estómago. En ese momento solo pude pensar que... No podía ser: ¡ME HABÍA VIOLADO!

Me levanté como pude corriendo y busqué por aquella habitación mi falda y mis leotardos. No estaban.

Mientras me arrastraba por los suelos buscando mi ropa, pues no podía andar, se abrió la puerta. Era él. Traía en sus manos mi ropa.

" ¡Asqueroso! ¿Cómo te has atrevido?" grité desde el suelo. "¡Tengo once años, podría ser tu hija! ¿Cómo has podido hacerme esto? ¡Suelta mi ropa ahora mismo!"

"¿De qué está hablando? ¿Y qué hace en el suelo? Ven que te ayudo..." dijo mientras me cogía de la cintura.

"Suéltame. No me toques. ¿Qué me has hecho?" pregunté asustada alejándome de él como pude.

"Lo único que he hecho ha sido salvarle la vida, señorita Ronan." dijo dejando mis cosas en la cama.

"¡Mentira! ¿Y entonces por qué se ha llevado mi ropa?, ¿y porque llevo los muslos llenos de sangre? , ¿y por qué me duele el estómago? ¿y por qué..." En ese momento Snape me mandó callar.

"¿Me está queriendo decir que piensa que yo la he... violado?" preguntó enfadado. " ¿Pero usted, por quién me toma? ¡Lo único que he hecho ha sido evitar que muera quemada! Le quité los leotardos y la falda porque la poción se estaba propagando y llegó hasta su falda, por eso tiene sangre en los muslos. Y respecto a su dolor de barriga, debe ser por la poción que le hice tomar para que recuperara el conocimiento."

En ese momento todo tenía sentido. ¿Por qué seré tan bocona? Siempre tengo que imaginarme lo peor. Él lo único que ha hecho es salvarme la vida y yo lo acuso de haberme violado. Me sentí tonta. Me quedé callada durante un rato. Al final, tuve que romper el silencio.

"Discúlpeme profesor. Lo siento mucho de verdad. Pero es que vi como usted se iba cuando yo estaba en su despacho gritando y cuando me despierto me encuentro en su cama sin mi falda, llena de sangre y con mucho dolor..." intentaba disculparme.

"Está bien, Ronan. Es normal su reacción. Supongo que yo también habría pensado lo mismo." dijo más tranquilo. "Me llevé su ropa para lavarla y arreglarla. La poción la había destrozado."

En ese momento me acordé de que estaba tirada en el suelo, con las piernas separadas, ya que si me rozaba me escocía, y con solo unas bragas de ombligo para abajo. Intenté taparme con la sábana de la cama, pero solo me tapaba medio muslo. Snape también se dio cuenta y se dio la vuelta.

"Profesor, ¿podría pasarme la ropa?" pregunté estirando más la sábana.

"Verá, señorita Ronan, si se pone la falda y los leotardos, le rozarán las heridas y provocarán que vuelvan a sangrar." dijo sin dejar de mirar la parte opuesta de la habitación dónde yo estaba.

"Oh, ¿y entonces..." dije intentando buscar una solución. "...me quedo en el suelo?"

"Podría tumbarse en la cama..." Snape se dio cuenta de lo que acababa de decir y se mordió el labio. "Quiero decir, hasta que se mejore un poco y pueda irse."

Yo acepté quedarme hasta que pudiera volver a andar, deseando que fuera lo antes posible. Snape me ayudó a tumbarme en la cama y me tapó. No sé por qué, pero ese momento me recordó a mi padre y a mí cuando era más pequeña. Sin embargo, no podía sentir más que vergüenza. Aquel hombre curaba mis heridas mientras yo intentaba no quejarme.

"Puede quejarse señorita Ronan, es normal que le duela."dijo al ver lágrimas que caían de mis ojos.

"Profesor, ¿puedo preguntarle una cosa?"

" Lo acaba de hacer, señorita Ronan." dijo sin quitar la vista de mis heridas. "Pero, bueno, pregunte."

"¿Por qué no me llevó a la enfermería?"

Se quedó pensativo, miró mis heridas y luego me miró a mí.

"Porque pensaba que no hacía falta molestar a la señora Pomfrey pudiendo yo curarla." me explicó. "Aunque si usted quiere, puedo" llevarla con ella.

"No, prefiero que me cure usted."

En realidad no sabía si lo prefería, pero eso de imaginarme estar medio desnuda en la enfermería donde cualquiera puede entrar y verme, no me hacía mucha gracia.

Siguió curándome. Mientras tanto yo intentaba pensar en otra cosa. Cuando miré a Snape, vi que miraba sorprendido mi pierna.

"¿Qué pasa?" pregunté preocupada.

"Tranquila, no es nada. Solo miraba tu..."

"Marca de nacimiento." contesté por él. "Es rara, lo sé. Pero me gusta, tiene forma de corazón. Solo la tengo yo en mi familia."

"Dígame, ¿cómo se llaman sus padres?" preguntó muy interesado.

"Lisa y Gregory" respondí seriamente.

"¿Y en qué trabajan?"

Me acordé de lo que me dijo Ron un día antes: "No le digas a nadie que tus padres son muggles, pues eso los Slytherin no lo aceptan".

Esa pregunta me incomodó. ¿Tendría que mentirle a él también? Al parecer, Snape notó que estaba incómoda hablando de ese tema.

'Lo siento, no quería meterme en su vida privada..." se disculpó.

"No se preocupe señor." respondí.
" Mis padres son muggles."

Snape dejó de curarme y me miró con cara de sorprendido.

"Ya sé lo que piensa. ¿Una sangre sucia en Slytherin?" respondí muy seria.

Hubo un largo silencio, en el que Snape me vendaba las piernas. Cuando terminó, se quedó pensativo y a continuación me miró.

"Se equivoca, Ronan." contestó, rompiendo el silencio. " Yo no soy de los que piensan que la sangre es importante. Es más, yo no soy sangre limpia. Mi padre era muggle , y aún así acabé en Slytherin."

"Ya, pero slytherin también admite sangre mestiza. Sin embargo, nunca ha habido una sangre sucia."

"Pues ya era hora." contestó. "Debería sentirse orgullosa de ser una bruja, señorita. No todo el mundo puede."

Me limité a sonreír. Al final, no era tan malo como pensaba. No sé por qué Ron le teme tanto. Le pedí que me guardara el secreto de mis padres y el aceptó.

Cuando acabó de curarme, me dijo que tenía que descansar y se fue a dar clase, ya que por mi culpa había perdido dos horas.

Acabé durmiéndome a los cinco minutos de haberse ido. La verdad que su cama era muy cómoda, mucho más que la mía, sin duda.

"Para ser el primer día, no ha ido nada mal" pensé para mí misma. A pesar de tener la mitad de mi cuerpo lleno de cicatrices.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora