La hija de Severus Snape.

Capítulo 36: La nueva Helena

Tres años después de irme a vivir oficialmente con mi padre, todo había cambiado. Ahora mi padre era el director de Hogwarts. Mató a Dumbledore un año antes. Yo, desde entonces, no le dirijo la palabra. Tengo que seguir viviendo con él, pues hasta dentro de cuatro meses, él tenía mi custodia. Me enfadé con él por matar a Dumbledore. Él era la única persona que confiaba en él y lo mató. Y no me quiso decir por qué.

Si había traicionado a Dumbledore, también podría traicionarme a mí. Ahora sí que me sentía sola de verdad. Aún seguí sin poder volver a Hogwarts ni escribir cartas a mis amigos. Pero aun así, lo hice con otro nombre. Me llamé Marieta Tilman.

Ron y yo, decidimos dejarlo, pues era lo mejor. No nos podíamos ver. Y Ron se enfadó por no contarle lo que pasaba. Pero no podía. ¿Qué quería que le dijera?

"Hola Ron, te voy a contar la verdad. Lucius me violó durante los tres años que pasé con ellos. Se hizo pasar por Draco para intentarlo de nuevo. Mi padre es un mortífago. Lo conoces. Es Snape. No he vuelto a Hogwarts por miedo a encontrarme con Lucius de nuevo. Ahora vivo en casa de Snape sin poder salir de ella ni un solo minuto. Conozco a Voldemort. Él quiso obligarme a sacar información a Harry y yo me negué. Me torturó muchas veces con Crucios y Snape no lo impidió. Vivo con el miedo de acabar muerta por Lucius. No podía contártelo porque Snape no me dejó. Espero que algún día puedas perdonarme"

No pensaba contarlo. Además, quedamos como amigos. Él ahora está con Hermione, y Harry, sale con Ginny. Todos están ya con parejas, menos yo. Aunque la verdad, eso era lo que menos me importaba.

Harry, Ron y Hermione han destruido casi todos los horrocruxes, solo les queda Nagini y la diadema de Rowena Ravenclaw. Bueno, y Harry. Él no lo sabe, pero se lo escuché a mi padre en una conversación con Voldemort.

Ahora mi padre está fuera. Y yo, me vuelvo a Hogwarts, le guste o no. Ya estoy harta de tener miedo a Lucius. Es hora de plantarle cara. Hoy dejaré de esconderme de mis miedos y enfrentarme a ellos. Se acabó ser una cobarde.

Salí de casa dejando una nota a Severus.

Severus, siento que te enteres por esta carta, pero sé que si te lo hubiera dicho me lo hubieses prohibido. Estoy harta de ser una cobarde. Voy a enfrentarme a mis miedos. Y ni tú ni nadie me lo impedirá.

-Helena

Sabía que él estaría en Hogwarts, y que tendría el castillo bien vigilado. Pero sabía cómo entrar. En estos últimos años, Severus me enseñó a penetrar en la mente de las personas, así que, penetré en la mente de Daphne.

Le conté que estaba en la puerta del castillo y que necesitaba entrar. Le pedí que hiciera como si se encontrara mal y se desmayase para llamar la atención de los que vigilaban la puerta.

Y así lo hizo, mientras ella hacía como que se desmayaba, yo me colé y le hice un gesto para que me siguiera.

La esperé en el pasillo en el que siempre nos quedábamos Harry, Ron y yo.

"¡Helena, cuánto tiempo!" dijo abrazándome.

"Sí, te he echado de menos. Muchas gracias por cubrirme."

"De nada, pero ahora tienes que contarme lo que ha pasado. Otros tres años sin ti. ¿Qué pasa?"

"Es un poco largo de contar."

"Tengo tiempo."

"Está bien, pero vamos a un sitio más seguro." le dije agarrandola del brazo.

Nos fuimos a la habitación, pues Pansy y las otras dos chicas estaban en la biblioteca haciendo deberes. Se tirarían allí mucho tiempo.

Entonces se lo conté a Daphne todo. Con pelos y señales. Excepto lo de que mi padre traicionó a Voldemort. Se quedó sin habla. No sabía que decir. Aún estaba asimilándolo.

Tras un buen rato de silencio total, se dignó a hablar.

"Así que, el director Snape es tu padre. Estuviste viviendo todo este tiempo con él porque no quería que Lucius volviera a atacarte." dijo tratando de entenderlo. "¿Cómo Lucius te hizo eso? Lo siento mucho, tuviste que pasarlo fatal."

"Eso ahora no importa." dije intentando dejar atrás los malos recuerdos. "Lo que quiero es encontrar a Lucius y matarlo. Es hora de enfrentarme a él. He estado tres años escondida y no quiero seguir siendo una cobarde."

"Tú no eres una cobarde, Helena. Nadie puede afrontar eso sola y seguir como si nada. Te aseguro, que eres la persona más valiente que conozco, y no te lo digo porque sea tu amiga."

"Gracias. Bueno, Snape no se puede enterar de que estoy aquí. Primero necesito encontrar a Harry. Tengo que hablar con él."

"Por Snape no te preocupes, él se ha ido. Harry volvió y Mcgonagall lo defendió, haciendo que Snape se fuera, seguramente con Voldemort."

"Genial, pues entonces, ayúdame a encontrarlo." le pedí.

Nos fuimos por todo el castillo buscándolos, preguntando a la gente, que se sorprendían de verme. Encontré a Ron y Hermione y fui a abrazarlos. Abracé a Hermione y cuando fui a hacerlo a Ron, me corté un poco. Al final le di la mano. A Daphne y Hermione les pareció gracioso, pero a nosotros no. Les pregunté por Harry y sacaron el mapa del merodeador. Vimos a Harry cerca de nosotros, a unos dos o tres pasillos, pero de pronto desapareció.

"Tal vez, esté en la sala de los Menesteres. Eso no aparece en el mapa." dijo Ron. "Lo dijiste el año pasado, Hermione."

"Es verdad, lo dije. Muy bien Ron."

Nos fuimos corriendo a buscarlo. Cuando llegamos, estaban Draco, Crabbe y Goyle. Estaban apuntando a Harry y Ron y Hermione lanzaron varios conjuros contra ellos. Yo le gritaba a Harry que tenía que hablar con él, pero me dijo que no era el momento. Encontró la Diadema perdida de Rowena Ravenclaw y cuando íbamos a salir, Ron vino gritando fuego.

Harry, Daphne, Hermione y yo nos quedamos mirándolo como si estuviera loco, pero pronto entendimos lo ocurrido. Una gran bola de fuego venía hacia nosotros. Por suerte, a nuestra derecha había escobas. Daphne y yo escuchamos los gritos de Draco y sus amigos y le hice a Harry un gesto para que fuéramos por ellos. Cuando llegamos, Crabbe ya estaba consumido por el fuego. Harry y Ron cogieron a Draco y Goyle. Salimos de allí a punto de ser alcanzados por el fuego. Harry lanzó la diadema y se destruyó. Cuando ya estaba a punto de salir el fuego de la sala, las puertas se cerraron.