La hija de Severus Snape.

Capítulo 18: Soy hija de... Snape

Me quedé sentada en el suelo sin dejar de mirar la carta. No me lo podía creer. Mi madre había engañado a mi padre durante once años. Mi madre, una mujer que odiaba las mentiras, había mentido a la persona que más amaba y también me había mentido a mí.

Me sentía traicionada. Engañada por mi propia madre. No sabía qué pensar. Siempre he tenido a mi madre como una mujer que nunca decía mentiras, que las odiaba, y al parecer, ella me había mentido a mí y a mi padre.

En ese momento solo podía pensar cosas malas de mi madre. Sé que no debería, pero no podía evitarlo. Ahora todo encajaba. No me parecía a nadie de mi familia. Y encima era bruja.

Snape ha sabido que soy su hija desde antes de conocernos. Por eso se preocupaba tanto por mí. Y encima dejó que me fuera con los Malfoy, en vez de cuidarme él.

Sentía odio hacia ellos. Soy una persona, merezco saber la verdad.

Cuando me calmé un poco, fui al Gran comedor. Me senté junto a Daphne. Ella me saludó con una amplia sonrisa. Yo no hice nada, solo sentarme y mirar fijamente el plato que tenía delante. Estaba furiosa. Daphne lo notó.

"Helena, ¿qué te pasa?" preguntó preocupada. "¿es por ese chico?"

"No." dije a regañadientes." Daphne no quiero hablar, por favor."

"Como quieras."dijo sabiendo que lo decía enserio. "Pero si necesitas algo dímelo."

Dejé de mirar el plato y busqué con mi mirada a Snape. Estaba junto a la profesora Mcgonagall, charlando con ella. Yo le lancé una mirada de odio. Pansy lo notó y se lo dijo a Draco al oído. Éste, al verme, me preguntó qué pasaba, como si nada. Daphne le hizo gestos para que se callara, ya que sabía que le gritaría. Y acertó. Le grité que me dejara en paz y se metiera en su vida. Muchos alumnos de todas las casas se quedaron mirándome, al igual que algunos profesores.

Salí corriendo hacia el  baño. Me puse frente al cristal y observé el colgante que llevaba puesto. En él había una foto de mi madre y yo abrazadas.

Furiosa, me lo arranqué del cuello y lo tiré por el retrete. Después, volví a ponerme frente al espejo. Agaché mi cabeza y me lavé la cara. Cuando volví a mirarme en el espejo, ya no estaba sola.

"¿Qué haces aquí? Es el baño de las chicas." dije dándome la vuelta.

"Solo quería ver cómo estabas." dijo aquel hombre.

"No es de su incumbencia, profesor Snape." dije secamente."¿O prefieres que te llame papá?"

Su cara se puso más blanca de lo normal. Me miró extrañado. Me saqué la carta de debajo de mi tunica, la hice una bola de papel y se la tiré. Enseguida lo entendió todo.

"¿Has vuelto a leerla?" preguntó.

"¿Eso es lo único que vas a decirme?" pregunté sorprendida. "Tú lo sabías, desde el momento en que llegué a Hogwarts lo sabías. Por eso te preocupaste tanto por mí."

"Te lo puedo explicar." dijo acercándose a mí.

"¡No me toques!" le grité dándole un golpe a su mano. "No hay nada que explicar. Aquí lo pone todo. Te acostaste con mi madre estando ella casada y con una hija como si nada."

"No, eso no fue así. Yo quería a tu madre. Era una amiga muy especial. Ese día tu padre y ella habían discutido. Ella vino a mi casa llorando y me contó lo que pasó. Empezamos a beber y... No nos dimos cuenta de nada. A la mañana siguiente hicimos como si nada hubiera pasado y seguimos con nuestras vidas."

"O sea, que yo soy fruto de una noche de borrachera." dije dolida.

"No, no quería decir eso. Tu madre me ocultó que teníamos una hija durante once años, yo no sabía nada. Me pidió que no te dijera nada. ¿Qué querías que hiciera? ¿Me ibas a creer si te lo dijera?"

"No." contesté pensándolo.- "Pero podías haberlo intentado cuando ellos murieron. Podrías haberme cuidado tú en vez de enviarme con los Malfoy."

"Yo no sé cuidar niños, Helena. Yo nunca he querido tener hijos. Nunca me han gustado los niños. " dijo creyendo que lo arreglaba.

"Lo estás arreglando." dije irónica.

"Perdón. Tenía miedo, no sabía cómo te lo tomarías. Además, no sabría cuidarte. No entiendo de niños. Pensé que si te enviaba con los Malfoy estarías mejor. Narcissa es una mujer muy cariñosa y sabía que ella te cuidaría muy bien."

"Sí que sabe cuidar niños, profesor. Le recuerdo que usted me salvó la vida hace tres años. Si con alguien podría estar mejor era con usted." dije.

"Yo solo quería que fueras feliz."

"Mis padres murieron, mi hermana está desaparecida, no he vuelto a saber nada de mi familia, Lucius me detesta, Draco no me quiere. ¿De verdad cree que soy feliz?"

Se quedó en silencio. Estaba pensando que responder, pero no se le ocurría nada. Era un momento incómodo para los dos.

Por una parte me alegraba saber que aún me queda familia y siempre quise a Snape como a un padre; pero por otra, estaba dolida. No sabía cómo reaccionar.

"¿Y ahora que va a pasar?" pregunté.

"¿Tú que quieres que pase?" me preguntó dudoso.