Capítulo 34: Cambio de planes

803 59 9
                                    

Las dos semanas pasaron más rápido de lo que esperaba. Tuve que estar muy atenta por si veía algo raro en alguien. Gracias a Dios, no pasó nada. Los alumnos dejaban de mirarme tanto, y todo volvió a la normalidad. Ron y Daphne me hacían olvidarme de Lucius, aunque ellos no supieran nada. Se turnaban para estar conmigo, pues no querían dejarme sola.

Cuando llegó el último día, los alumnos de los otros colegios volvieron a ellos y Harry, Ron, Hermione, Daphne y yo fuimos a las tres escobas. Charlamos sobre lo que haríamos este verano. Hermione se iría con sus padres de viaje a París. Harry tendría que volver con sus tíos y su primo Dudley. Daphne iría a visitar a sus abuelos con sus padres y su hermana y Ron ayudaría a su hermano mayor Charlie con los dragones a Rumania. Yo, iría a con mi hermana y su novio. Me enviaron una carta diciendo que tenían dos sorpresas para mí. Estaba deseando saber que eran.

Una semana antes les conté lo de mi hermana a Ron, Harry, Hermione y Daphne. Se lo tomaron bastante bien. A Daphne le sorprendió un poco. Ella no sabía nada de mi verdadera vida y escucharlo todo en menos de veinte minutos, la dejó petrificada. Pero ahora me sentía mejor. No tenía que esconder que mi hermana era muggle. Ellos me apoyaban igual.

También me hubiese gustado contarles que Severus era mi padre, pero no podía. Al menos aún no.

Tras una gran tarde en las tres escobas, decidimos que ya era hora de volver. A la mañana siguiente tendríamos que madrugar para volver a casa.

Cuando llegamos, fui al despacho de mi padre para despedirme de él. Cuando llegué, allí no había nadie. Estaría en su habitación. Me acerqué a su mesa y vi el periódico. Hubo una noticia que llamó mi atención.

El señor Lucius Malfoy fue agredido la noche anterior en su propia casa. Al parecer, el atacante se presentó inesperadamente a altas horas de la noche y le propinó varios golpes que hicieron que el señor Malfoy acabara gravemente herido.

Ahora mismo se encuentra en el hospital de San Mungo. Su estado es crítico.

Esperamos que el señor Malfoy se recupere pronto y pueda volver con su mujer e hijos.

Atentamente, Rita Skeeter.

¿Hijos? Yo ya no soy su hija.

Por un lado, estaba feliz, se merecía eso y mucho más. Pero por otro lado, pensaba en Narcissa. Podría haberle pasado algo. ¿Y quién habría sido?

Todos los magos le temen. Quién haya sido, se lo agradezco.

Tras dejar el periódico en la misma posición que antes, fui a la habitación de mi padre. Efectivamente, estaba allí, durmiendo.

Me daba pena despertarlo, se veía tan relajado. Me acerqué sin hacer mucho ruido a darle un beso. Cuando lo hice, despertó sobresaltado.

"Tranquilo, soy yo" le dije tranquilizándolo. " Había venido a despedirme."

"No me des estos sustos, Helena." dijo levantándose. Hizo una mueca de dolor y puso su mano sobre su cadera.

"¿Qué te pasa?" dije señalando su cadera.

"No es nada." sabía que mentía. "¿Lo has recogido ya todo?"

"No cambies de tema. ¿Has sido tú?"

"¿De qué hablas?" dijo confuso.

"He leído el periódico. Anoche le pegaron una paliza a Lucius. Fuiste tú, ¿verdad?"

"Eres lista, como tu madre." dijo sonriendo.

"¿Por qué lo has hecho?" dije muy enfadada. "Te podía haber matado. No quiero que te pongas en peligro por mi culpa."

"Ya te dije que no permitiría que no pagara por lo que hizo. Aparte, se merece mucho más. Tenía que haberlo matado. Suerte que Narcissa me paró."

"¿Y qué quieres? ¿Acabar en Azkaban? ¿No lo entiendes? No quiero perderte."

"No me vas a perder. Nunca. Eso tenlo muy claro." dijo acariciando mi mejilla. "Solo quiero que pague por lo que hizo."

"Si tienes que poner tu vida en peligro por mí, prefiero que no lo hagas." contesté seriamente.

"Ya te he dicho, que por ti sería capaz de dar mi vida. Eres mi hija, una pieza esencial en mi vida. Si tú sufres, yo sufro. Y si para acabar con tu dolor tengo que pasar el resto de mi vida en Azkaban, lo haré."

"Me dolería mucho más verte allí. Yo lo único que quiero es ser feliz. Quiero que nos vayamos de aquí y vivamos juntos. Quiero una vida normal. Tampoco pido mucho."

"Ya lo sé cariño, pero eso ahora mismo es imposible. Voldemort ha vuelto. Ahora es más fuerte que nunca. Esperemos que nuestra celebridad acabe con él." dijo refiriéndose a Harry.

La puerta se volvió a abrir de golpe. Era Narcissa. Parecía nerviosa. Estaba preocupada.

"Siento mucho presentarme a estas horas y de esta forma, pero tengo que daros una noticia muy importante."

"¿Qué pasa?" preguntó mi padre temiéndose lo peor.

"Voldemort lo sabe. Sabe que tienes una hija. Y sabe quién es. Y quién es su hermana. Lucius se lo contó. No sé cómo se enteró, pero lo hizo."

Severus y Narcissa se quedaron mirándome con temor. Yo entonces supe que mis planes de verano se iban a cancelar.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora