Capítulo 28: Ronald Weasley

939 89 1
                                    

La semana transcurrió muy rápida. En nochevieja, fuimos a pasarla con unos amigos de Audrey y Hugo. Primero, cenamos y charlamos un buen rato. Después, nos fuimos al Big Ben. Había fuegos artificiales y después hubo un concierto con algunos cantantes famosos.

Fue una noche genial. Había muchísima gente, y muchos conocidos de Audrey y Hugo.

Pero ya se acabó. Esta mañana, volví a Hogwarts. Me encontré con todos, Harry, Ginny, Neville, Daphne, Ron, Hermione… Estuve un rato con ellos y después Daphne y yo fuimos a prepararnos para el baile. Me ayudó con el peinado. Me hizo un moño precioso y me dejó dos mechones sueltos. Después, cuando terminamos, nos hicimos una foto para nuestro álbum.

Cuando llegamos, Ron estaba junto a Harry esperándome. Llevaba un traje un poco… ridículo, pero era divertido. Él estaba un poco cortado, al igual que yo, pero la noche fue mágica. Primero, bailamos un vals, después, vino un grupo de rock y estuvimos bailando toda la noche hasta que no pudimos más y nos sentamos. Harry estaba sentado con Patil. Al parecer, Harry quería ir al baile con Cho Chang, pero Cedric fue más rápido y se lo pidió antes.

Tras el baile, Ron y yo nos fuimos a los pasillos donde siempre nos quedábamos charlando Harry, él y yo, solo que esta vez, sin Harry.

Estuvimos riéndonos todo el rato, contándonos las cosas más vergonzosas que nos había ocurrido. Por lo visto, ganó él.

Cuando él era pequeño, su madre quiso regalarle un vestido a Ginny, pero quería que fuese sorpresa. Así que, como Ron y Ginny usaban la misma talla, su madre le obligó a probarse vestidos delante de todo el mundo. Y por si eso fuera poco, alguien robó su ropa y tuvo que volver a su casa con el vestido puesto. Al final, Ginny decidió que le quedaba mejor a él y le dijo que podía quedárselo.

Tras contarnos anécdotas, se nos hizo tarde, por lo que nos despedimos. Pero cuando me di la vuelta, Ron agarró mi mano y me atrajo hasta él. Me dio un beso, nuestro primer beso. Hubiera sido un momento muy especial, si alguien no nos hubiera interrumpido.

"¿Qué haces aquí, Draco?" pregunté fastidiada por interrumpirnos.

"Más bien, ¿qué haces tú aquí?" dijo mirando a Ron. "Besándote con la comadreja. Verás cuando tu padre se entere."

"A tu padre no le importa con quién esté ella, Draco, o mejor dicho, hurón." me defendió Ron." Ella es libre de hacer lo que quiera."

"No hablaba de mi padre, zanahoria." dijo desafiando a Ron.

"¿Entonces?" preguntó Ron acercándose a Draco.

" Hablaba de…" enseguida lo corté.

"No importa de quién hable, Ron, vámonos." dije tirando de él.

Tras marcharnos, Ron me preguntó por el camino de quién hablaba Draco. Yo mentí diciéndole que se lo había inventado todo, y que es posible que mintiera sobre mí. Le pedí que no creyese ninguna palabra de Draco, claro que eso, no me costó mucho.

"Bueno, ¿por dónde íbamos?" dijo pegándose a mí.

"No lo sé, mejor empecemos de nuevo." dije coqueta juntando nuestros labios.

Cuando nos separamos por un momento, contemplé sus ojos verdes. Me perdía en su mirada. Cuando volvimos a besarnos, escuché pasos, pero no le dí importancia. No quería volver a interrumpir este momento. Pero entonces, Ron se separó de mí rápidamente y miraba asustado detrás de mí. Entonces pensé que sería Draco de nuevo molestando. Pero me equivoqué. Ron no estaría asustado si se tratase de Draco, solo se asustaba si había arañas o si estaba… "Mierda" me dije a mí misma.

"Profesor Snape." dije entre asustada y sorprendida.

"¿Se puede saber qué está pasando aquí?" dijo mirando fríamente a Ron. "¡Está prohibido este tipo de comportamiento en Hogwarts! ¿Te ha forzado?"

"¡No! Pues claro que no, ¿por quién me toma?" dijo Ron ofendido.

"No le he preguntado a usted, Weasley. Veinte puntos menos para Gryffindor. Y ahora vaya a su habitación si no quiere que sean cuarenta."

Ron se marchó despidiéndose de mí con un gesto de cabeza. Se fue casi corriendo de allí, se notaba que estaba asustado.

Mientras tanto, yo no sabía muy bien que decir. Mi padre me acababa de ver besándome con Ron. Sabía que no le caía muy bien, por lo que se lo tomaría mal. Intenté marcharme con cuidado mientras él observaba como Ron desaparecía por el pasillo.

"No tan rápido, Malfoy." dijo dándose la vuelta. "No creo que ahora tengas tanta prisa, ¿me quivoco?"

"Bueno, es que estoy un poco cansada." dije como excusa.

"Claro, es lo que tiene ir besando a chicos, ¿verdad?"  dijo enfadado.

"Es mi vida, tengo catorce años y unas hormonas disparadas." dije un poco avergonzada de lo último.

"Ya, pero en Hogwarts, harás lo que yo te diga." dijo muy serio. "Primero Malfoy, y ahora Weasley. ¿Qué quieres? ¿Qué te tomen por una cualquiera?"

"¿Cómo sabes lo de Draco?" dije enfadada.

"Te conozco muy bien. ¿Te crees que no he visto como le mirabas? Y vuestras peleas, se notaba mucho Helena. Hablé con Draco el otro día y me lo contó."

" ¿Y tú quién eres para meterte en mi vida?" después recapacité de la tontería que había preguntado.

"¿Hace falta que te responda?" dijo irónico.

"No. Pero aquí somos alumna-profesor. Así que no te metas en mi vida. Y no soy ninguna cualquiera." le dije marchándome enfadada.

"¡Helena!" me gritó para que volviera.

Me marché a mi habitación casi llorando. ¿Una cualquiera? Mi padre me toma por un cualquiera. Fue solo un beso. Nada más. Lo de Draco fue un error. Pero yo quería estar con Ron. Y ni mi padre va a impedirme eso. Si cree que soy una cualquiera, voy a demostrarle de qué soy capaz. A mí nadie me toma por una cualquiera.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora