Capítulo 38: Papá...

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Harry acabó enseguida de ver los recuerdos y se sentó en los escalones. Estaba más pálido de lo normal. Me senté a su lado sin saber qué decir. Enterarse de que después de todo lo que ha luchado que su destino es morir, tiene que ser terrorífico.

Puse mi cabeza sobre su hombro y agarre su mano. Después de un rato de silencio, pensé que lo mejor sería desahogarse.

"Siento mucho esto. Pero si quieres hablar, estoy aquí." le dije apretando su mano.

"Gracias, pero ahora mismo no me apetece." dijo sin dejar de mirar al suelo.

"Cuando Lucius me hizo eso, no tenía a nadie con quién hablar. No podía contarlo. Me amenazó con matarme. Tuve que sufrir en silencio durante tres largos años. Pero cuando se lo conté a Snape, me sentí mucho mejor. Me quité un peso de encima. Supe que no estaba sola. Y tú tampoco lo estás."

"¿Y cómo pudiste fingir estar bien? Digo, yo no sé lo que se siente, pero sé que es difícil ocultarlo."

"Es muy difícil. Te pasas los días aterrada pensando en que cuando llegue la noche, él volverá a hacerlo. Y al día siguiente, él hacía como si nada. Volvía a decirme comentarios groseros. Me miraba como si fuera un monstruo. Empecé a pensar que todo era por mi culpa. Me sentía sucia. Quería morirme. Pero tenía que fingir que todo estaba bien, o si no él me pegaría. Y así pasaron tres largos años. Por eso volví a Hogwarts. Ron y tú me hacían sentir a gusto, bien conmigo misma. No tenía que preocuparme de que llegara la noche. Volví a ser yo."

"Lo siento." dijo sintiendo empatía por mí. "Pero si nos lo hubieras dicho antes, te juro que Ron y yo lo habríamos puesto en su lugar. Que él no volvería a atreverse a acercarse a ti."

"Tenía miedo." expliqué. "No entendía muy bien que pasaba. Lo único que quería era olvidarlo. Y gracias a ustedes logré no pensar en eso todo el día."

"Pero no es justo. No merecías eso." me apoyó. "Se aprovechó de ti. De tu confianza. Eso no es de ser un hombre."

"¿Me lo dices a mí?" dije irónica. "Por su culpa perdí la confianza en los chicos. No podía quedarme sola con uno sin ponerme nerviosa. Con los únicos chicos que estaba normal era con ustedes. Ahora, aún sigo poniéndome nerviosa. Y lo peor, es que no sé si podré superarlo."

"Sé que podrás, Helena. Además, no estás sola. Nos tienes a Daphne, a Hermione, a Ron y a mí." dijo consolándome. "Bueno, aunque a mí por poco tiempo."

"A lo mejor hay alguna forma de impedir que mueras. Puedo consultar algunos contra hechizos..." Harry me cortó.

"No hay ninguno Helena. Pero gracias por el intento. Y gracias por mostrarme el recuerdo y contarme tu historia."

"Algún día tenía que hacerlo. Y me siento mejor. Ya no tengo miedo. Siento que podría enfrentarme a Lucius ahora mismo." dije levantándome.

"Pues no tienes que hacerlo sola. Sé dónde está ahora mismo. Quiero estar contigo cuando lo hagas." dijo levantándose y cogiendo mi mano.

"Tengo que hacerlo yo sola." le dije sonriéndole.

"No tienes por qué. Además, lo matarás tú. Yo solo estaré ahí por si pasa algo. Y no te lo estoy pidiendo, te lo estoy diciendo." dijo tirando de mi mano." Vamos. Avisaremos a los demás."

Salimos de allí y nos encontramos con los demás en la biblioteca. Teníamos que salir del castillo sin que nadie se diera cuenta, el problema era cómo.

Hermione tuvo una idea y nos dijo que esperáramos mientras ella solucionaba el problema. Estuvimos esperándola detrás de las escaleras. Los alumnos de Ravenclaw estaban bajando seguidos de los hermanos Carrow. Son nuevos profesores, mucho peores que Snape. Ellos no tienen miedo de lanzar crucios ni nada. Así que, era mejor no toparse con ellos, si no querías acabar en la enfermería en menos de un minuto.

Hermione vino con nosotros sin que los Carrow la vieran y nos pidió que esperáramos a que llegara Neville.

Entonces apareció. Neville dejó el gato de Hermione y su sapo sueltos y fue detrás de ellos corriendo para llamar la atención de éstos. Y lo consiguió. Lo malo es que le lanzaron varios crucios para que dejara de correr. Nosotros conseguimos salir sin dificultad.

Llegamos a la casa de los gritos y escuchamos a Voldemort hablando con Snape. Nos quedamos escondidos tras la puerta y apoyé mi cabeza en el cristal para escuchar la conversación. De pronto, mi padre cayó al suelo y se dio contra el cristal. Pude oír como Voldemort ordenaba a Nagini matar a...

"¡Papá!" grité al escuchar a Nagini morderlo.

Harry me tapó la boca y me escondió detrás de unas cajas.

"No puedes hacer ruido, nos descubrirían enseguida." dijo Harry asustado.

"Es mi padre." dije empujándolo.

Entré en aquella casa seguido de los demás. Vi a mi padre en el suelo. Ensangrentado. Estaba muriéndose.

"Papá, por favor. No te mueras." le rogué llorando. "¡Hagan algo!"

"Hel...ena. No llor...es." me pidió casi sin aire. "Lo siento."

"Tranquilo, te vas a poner bien." dije poniendo mi mano sobre su herida. "No gastes aire."

"Te... quiero." dijo antes de cerrar los ojos y dejar de apretar mi mano.

"¿Papá? Papá, por favor. Dime algo. No me dejes. ¡No puedes morir!" le gritaba entre sollozos.

Harry me sacó de allí, dejando a mi padre con Hermione, Ron y Daphne. Me abrazó fuertemente mientras yo intentaba volver a entrar. Perdí la fuerza que me quedaba y caí al suelo con Harry, que no dejaba de pedirme que me calmara.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora