Capítulo 25: Navidades con Audrey

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Me acerqué lentamente a ella y no pude evitar que se me escaparan varias lágrimas. Cuando la tenía a escasos centímetro de mí, la abracé como si me fuese la vida en ello. Ella también empezó a llorar. No quería soltarla. Había pasado mucho tiempo y todavía no podía creerme lo que estaba haciendo. Estaba abrazando a mi hermana. Nunca creí volver a hacerlo. Temía que todo esto fuera un sueño.

Tras más de cinco minutos abrazándola, Dumbledore y Snape se fueron para dejarnos hablar. Nos sentamos en el sofá del despacho y me contó todo lo que pasó durante estos últimos años.

"Cuando aquel hombre entró en casa y mató al hombre que vino a protegernos, yo estaba en mi habitación. Oí como mamá y papá gritaban y me asomé a ver qué pasaba. Vi a mamá en el suelo, muerta y me escondí en el desván. Había un armario viejo oculto tras sillas y más cosas, así que pensé que sería buen escondite. Oí cómo aquel hombre entró al desván. Se acercaba cada vez más hasta dónde estaba escondida, pero cuando ya estaba justo delante, se fue. No sé por qué fue, pero lo hizo. Al rato salí y al ver a papá y a mamá muertos me entró el pánico y me fui corriendo. Estuve viviendo todo este  tiempo con el primo de una amiga, Hugo, que me dio trabajo en un bar. Empezamos a salir y aún seguimos. Y hasta antes de ayer, que vinieron Dumbledore y Snape a casa, esa fue mi vida. No sé nada de los abuelos, ni de nadie de la familia. Pero te juro que no ha habido ningún día que no pensara en ti. Ya sabes que te llevo conmigo a todos lados." dijo enseñándome su collar en forma de corazón con una foto nuestra de pequeñas abrazadas.

"Yo tampoco me olvidé de ti nunca." dije abrazándola. "Este es, sin duda, el mejor regalo que me ha podido hacer alguien en mi vida."

"Sí, y todo gracias a Severus Snape." dijo riendo. " Y eso que yo al principio le temía. Cuando llegó a casa de Hugo, estuve a punto de llamar a la policía, pero cuando sacó su varita supe que se trataba de algo relacionado contigo. Me contó que durante estos tres últimos años estuviste viviendo con una familia rica, y que preguntabas mucho por mí. Habla muy bien de ti, ¿sabes? No sé, como si fueras su hija. Cómo hacía papá."

"No te ha contado que él es mi..." dije sorprendida.

"¿Qué es?" preguntó extrañada.

Me quedé pensativa. Si no se lo ha dicho, es por algo. O a lo mejor porque prefería que yo se lo dijera. Yo quería decírselo, pero no quería que mi padre se enfadara, así que improvisé.

"Mi profesor, además del jefe de mi casa, Slytherin." dije sonriendo.

"Oh." dijo confusa. "Qué padre. Oye, y ¿por qué no estás con esa familia rica pasando las navidades?"

"Es que me fui de esa casa."

"¿Por qué? ¿Te han hecho algo?" dijo asustada.

"No... es que... no me sentía cómoda con ellos. Bueno, más bien con Lucius, "mi padre", nunca llegamos a caernos muy bien. Pero Narcissa, su esposa, es una mujer encantadora. Se parece mucho a mamá en el carácter. Es muy cariñosa y se preocupa mucho por mí."

"Bueno, entonces, ¿ahora con quién vives?"

"No lo sé. Ahora en Hogwarts, pero en verano..."

"¿Quieres venir a vivir conmigo y con Hugo?" preguntó.

"¡¿Cómo?!" grité incrédula.

"Yo ya tengo dieciocho años, Helena. Soy mayor de edad, puedo cuidar de ti. Tengo un trabajo estable."

"Ya, pero yo quiero seguir en Hogwarts, pero también quiero estar contigo..." dije confusa.

"Ven con nosotros todos los veranos y las navidades, y si quieres algún fin de semana. Quiero recuperar el tiempo perdido, Helena. Hemos perdido tres años."

"¿Y no le importará a Hugo que yo vaya?" pregunté.

"Pues claro que no. Si ya te ha cogido hasta cariño." contestó riendo.

" Pero si no me conoce."

" No ha habido ni un solo día que no le hablara de ti. Él lo sabe ya todo, que eres una bruja y eso. Él también conoce este mundo, su tía trabaja aquí, como enfermera."

"¿La señora Pomfrey?" pregunté curiosa.

"Sí, ese es su apellido, pero no me sé el nombre. Ayer hablamos hablé con él y me dijo que podías venir a vivir con nosotros."

"Pues entonces, no voy a rechazar esta oferta tan tentadora."

"Pues ve recogiendo tus cosas, aún queda una semana para que empieces el curso, y vamos a aprovecharla. Mañana por la mañana iremos a casa. Ahora vamos a dormir."

"Ve adelantándote tú, tengo que hacer una cosa antes."

Audrey se fue a mi cuarto, ya que dormiría esta noche conmigo.

La veía tan cambiada. Estaba mucho más alta, con un largo pelo rubio que le llegaba casi por la cintura, unos ojos azules más grandes y más responsable. Antes siempre se le olvidaban muchas cosas y pasaba un poco más de todo. Ahora parecía mi madre. Parecía que la estaba imitando.

Dumbledore le acompañó a la sala común de Slytherin mientras yo hablaba con mi padre.

"Siento mucho lo que te dije, papá. No lo decía enserio." me disculpé.

"No, sí lo decías enserio, y no te culpo, tenías razón. Un padre está en las buenas y en las malas, y yo nunca estoy disponible para ti más de diez minutos. Sé que no soy un buen padre, pero entiéndeme, esto intentando aprender. Te prometo que pronto las cosas cambiarán. En verano podrás venirte a vivir conmigo. Me las arreglaré como pueda para que Lucius y los demás no se enteren."

"Audrey me ha ofrecido ir a vivir con ella." dije cortándole la charla.

"Oh, claro, le has dicho que sí, ¿no?" dijo él fingiendo una sonrisa.

"Sí, como dijiste que hasta que Voldemort no muriese no podía  irme a vivir contigo... Y quiero recuperar el tiempo perdido con ella. Además, nada más iré a vivir con ellos en verano y en navidades, el resto del año estaré contigo aquí, en Hogwarts. No te importa, ¿verdad?" dije apenada.

" No, no, claro que no. Es normal, han estado tres años separadas, quieren estar juntas. Además, con ella estarás mejor." dijo tragando saliva.

"Papá, sabes que te quiero, ¿verdad?" él asintió. "No quiero que te sientas mal por mi culpa."

"No me siento mal Helena, solo que te voy a echar de menos. Pero me alegro por ti, muchísimo. Además, solo estaremos separados en verano y navidades, el resto del año eres mía." dijo sonriendo. "Dame un abrazo cariño."

"Muchas gracias papá. Me has hecho el mejor regalo." le susurré al oído mientras lo abrazaba.

"De nada." dijo separándose de mí. "Es tarde Helena, ve a dormir. Mañana irás con Audrey, ¿no?"

"Sí. Pero volveré en una semana. Una cosa más." dije acordándome. "Audrey no sabe que tú eres mi padre. ¿Ella tampoco puede saberlo?"

"Supongo que no hay nada malo en que ella lo sepa."

"Bien, gracias. Adiós papá." dije yendo hacia la puerta.

Antes de llegar di media vuelta y corrí a abrazarle. Sentí que él necesitaba un abrazo, y yo también. Después, me fui a dormir, Audrey me estaba esperando despierta.

La hija de Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora