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29 de Febrero // 14 semanas

No tenía ganas de hacer nada, sólo quería quedarse en la cama. Ya casi era hora para entrar a clases, y escuchaba como Zabdiel hablaba con su mamá. Erick se talló los ojos y bostezó. Después de quedarse acostado un rato, escuchó como subían las escaleras.

–Erick . .– Zabdiel abrió la puerta lentamente y susurró. –¿Como estás, nene?– Zabdiel entró al cuarto y Erick se volteó para no mirarlo.

–No me hables– dijo sin ganas. Erick pensaba que el que le dijo a Joel fue Zabdiel, pero no.

–No fui yo– se sentó en la cama.

–¿Entonces quien fue? ¿Un pájaro?– Erick se tapó el cuerpo con la cobija. –Al menos me hubieras dicho que venía. Zabdiel se quedó callado. –Exacto. Ahora vete.

–Yo no fui, Erick. Lo juro. Te dije que te daría dos meses y no se han cumplido– Zabdiel le acarició el pelo. Los únicos que sabían eran Richard y Chris; uno de ellos le dijo. Zabdiel sacudió la cabeza. –Levántate o llegaremos tarde.

–No quiero– cerró los ojos. –Vete de aquí, Zabdiel.

–No– Zabdiel se levantó y le arrebató la cobija, dejando un Erick sin camisa con frío.

–Pendejo, devuélveme la cobija– Erick se paró y caminó hacia el. Zabdiel le sonrió.

–Ya que estás parado, vete a cambiar– Zabdiel empezó a doblar la cobija. Erick rodó los ojos y se volvió a sentar en su cama.

–No me quiere ver, Zabdi– suspiró tristemente. –Tal vez ya ni me quiere en su pinche vida. ¿Y si me dice algo?

–Le doy una madriza– Zabdiel le sonrió. –Erick, por favor. No me gusta verte así.

Erick se encogió de hombros. En realidad no sabía cómo se sentía. Se sentía triste, enojado, pendejo.

–Es muy tarde para ir a las clases– Erick caminó hacia su closet, buscando ropa. Zabdiel rodó los ojos.

–No te olvides que Zabdiel va a manejar– dijo súper feliz. Erick le sonrió y escogió lo primero que vio en el armario, que era una sudadera y pantalones guangos.

–No me mates– Erick rió. Estuvo agradecido detener un amigo como Zabdiel, siempre lo hacía reír aunque pensaba que era el quien le dijo a Joel.

–No te preocupes, tu y tú bebe estarán bien– Zabdiel le guiñó el ojo y sonrió. Erick lo ignoró y se puso los zapatos.

–Vámonos– dijo el menor, abriendo la puerta de su cuarto. Zabdiel lo siguió hasta la cocina, donde estaba la señora Daysi.

–Hijo– le dio un abrazo a Erick. –¿Como estás?

Erick le dio una sonrisa. –Bien, gracias a Zabdiel– el ojo-verde puso una mano en el hombro de su amigo. La señora le sonrió a Zabdiel.

–Que bueno– dijo, dandole unas fresas con crema a su hijo. –Ten, para que te lo vayas comiendo en el camino.

–Gracias– Erick agarró el plato con alegría. Zabdiel y Erick se fueron al carro para ir a la escuela.

–¿Ya has pensado si te vas a salir?– preguntó Zabdiel mientras manejaba.

–Cheetos, no– Erick dijo con la boca llena. –Que bueno que me lo recuerdas.

–¿Cuanto tienes de embarazo?

–Como unos 3 meses y dos semanas– contestó el cubano, mirando el plato que estaba casi vacío.

Lo Que Me Hiciste - Joerick [✔]Where stories live. Discover now