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Voltee a mirar la puerta de mi habitación al sentir que la abren, me encontré a mi padre mirándome con una sonrisa de lado a la cual intente devolver, pero solo se que salió una mueca de mi parte. El se acercó lentamente hacia la ventana de mi cuarto donde estoy admirando la bella noche que se presenta frente a mis ojos.
-¿Continuas enojada?-pregunto mirándome fijamente.
-No-susurre-mis emociones no están disponibles para enojarme.
-¿Y puedo preguntar porque reaccionaste tan mal con Alison?, ella quedo bastante dolida y culpable con lo que ocurrió.
-No me gusto en la forma que se expresó papá, fue muy irónica.
-Quizás lo sentiste así, y puedo entenderte. Pero quiero que conversen lo que ocurrió, no quiero verlas enojadas, ¿de acuerdo?-acaricio mi cabello con la yema de sus dedos-recuerda que se acerca tu cumpleaños, una fecha importante por cierto, y no sería bonito verlas enojadas por una estupidez como esa.
-Lo se, te entiendo. Mañana intentare conversar con Alison para solucionar las cosas.
-¿Me lo prometes?-sonrió.
-Lo prometo-le sonreí también.
Mi padre beso mi frente delicadamente, cerré mis ojos ante su acción.
-Hija, no he venido solo por tu discusión con Alison. Quiero preguntarte algo y necesito que seas honesta y confíes en mi para decirlo.
-No te entiendo papá-lo mire confusa-¿en que necesitas que sea honesta?
Suspiro profundamente antes de continuar hablando.
-¿Que estupidez hizo Justin para venir a dejar ese ramo de rosas y ese gran oso de peluche?, aun continúo pensando lo que mencionaste en la mesa hace un rato. ¿Tuvieron algún inconveniente que no quieres contarme?
No pude evitar que un nudo se formara en mi garganta cuando oí las palabras de mi padre, estoy tan dolida y confundida que no se que contestar. Temo a su reacción.
-No papá, no ha pasado nada con Justin-dije luego de unos largos segundos-tranquilo.
-¿Estas segura?
Asentí con una falsa sonrisa en mi rostro.
-¿Y porque tu mirada me dice otra cosa?-alzo una de sus cejas negras.
Y esas palabras fueron las que provocaron y alentaron a mis lagrimas a salir como balas de mis ojos, al instante tape mi rostro para ahogar los sollozos y porque no quiero que mi papá me vea en estas condiciones.
-Princesa-hablo con tono de preocupación-¿qué ha pasado?
Me refugio en sus brazos y se mantuvo en silencio, lo único que se oía en la habitación eran mis sollozos y sus profundos suspiros. Al cabo de un par de minutos me separe de el y retire las manos de mi rostro para mirarlo.
-¿Qué paso, hija?-volvió a preguntar mirándome con tristeza-por favor confía en mi y dime lo que esta pasando.
-Justin... y yo... hemos terminado-hable en un hilo de voz antes de volver a sollozar.
Mi padre no contesto nada, a cambio, comenzó a secar las lágrimas de mi rostro.
-¿Puedo preguntar por qué terminaron?
-Fue una estupidez papá, y ambos estuvimos de acuerdo con el quiebre. No hay nada mas importante.
-¿Y porque estas tan afectada si ambos estaban de acuerdo?
