Los primeros rayos de sol se filtran por la ventana del dormitorio mientras miro al techo, tumbada en mi solitaria cama. Un peso me atenaza el pecho, y frunzo el ceño de manera involuntaria. De hecho puede que no lo haya desfruncido en toda la noche , tumbada en la misma posición, mirando la misma mota gris en el techo.
" Debería sentir alivio"— pienso en voz alta.
Pero no lo siento. De alguna forma todo este esperpéntico suceso sólo es el pistoletazo de salida, el anuncio desesperado de la muerte de mi matrimonio pactado.
Ni siquiera estoy en su cama.
— Ha sido un día muy largo, Candy. Creo que es mejor que descansemos, y si estamos en la misma habitación no podré contenerme.— Me dijo mientras depositaba un ligero beso en mi frente, dejándome sola en la puerta de mi habitación.
"Maldito seas Alex Hunt. No quiero que te contengas. Quiero amarte, y que me ames. Quiero ser sincera de una vez, y gritarle a todo el mundo que te quiero. "
En algún momento de nuestra truculenta historia, comencé a pensar que era posible. La estrella de cine y la pequeña reposterita. Después de todo el no es nada más que un hombre.
" ¿ Pero qué narices...? No es un " hombre", Candela. Es EL HOMBRE. Con mayúsculas."
La esperanza es una compañera detestable.
Inflo mis pulmones con todo el oxigeno que puedo, y decido coger el toro por los cuernos.
" Quien no juega no gana. Y aquel que no ha amado, no ha vivido. Oh, mierda.Tengo que dejar de leer novelas románticas" — pienso mientras me dirijo al baño, para tomar una larga ducha .
Entro en el vestidor que comparto con Alex, y deslizo la mano cuidadosamente por la ropa colgada, perdiéndome en el aroma que desprenden sus camisas. Escojo un suave y delicado vestido blanco, y recojo mi pelo en un severo moño.
" Og, Candy vas a declarar tu amor, no a ofrecerte a ser su contable"— digo en voz alta mientras deshago el recogido con mis manos.
Me dispongo a salir del dormitorio cuando Alex aparece con una gran bandeja llena de rojas fresas, pan tostado y aromático café recién hecho.
— Hey, pensaba que aún dormías. Te traje el desayuno, ¿ Qué tal te encuentras?— pregunta sin interrumpir su trayecto hacia los pies de la cama, depositando la bandeja con el —sorpresa— desayuno para dos.
— Alex...tenemos que hablar.
— Lo sé. Todo esto, estos últimos días ha sido todo una locura. Pero antes, desayunemos,¿sí?.— dice mientras toma una fresa mojada en crema y la deposita entre mis labios.
Siento miles de mariposas deslizarse desde mis labios hasta mi espalda, mientras dejo que Alex me dé pequeñas cantidades de comida entre sus dedos índice y pulgar. Y casi se me olvida, observando como sonríe mientras me alimenta, el propósito único de mi mañana.
— Alex, yo...tengo algo que decir...te.
— Uh-huh.— contesta sin mirarme.
— Alex, sé que todo esto ha sido complicado. Y te agradezco todo lo que has hecho por nosotras. No es que fuera fácil, de hecho creo que nadie habría apostado por nosotras con nuestra historia. Pero yo... bueno, yo creo que no tuvimos el mejor comienzo del mundo, y sé que tu te tomas tu carrera muy seriamente...
— Candy. Estas divagando.
— Alex, yo...Yo . Siento. Cosas.
— Eso espero. Porque sería bastane dificil esto de amar a una mujer insensible. No te ofendas, pero ...— dice mientras sonríe.
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3,2,1...Action!!
RomanceAlex Hunt es un joven actor norteamericano. Declarado el hombre más sexy del mundo, tiene fama, dinero, una novia supermodelo...y una adicción a las magdalenas de chocolate. Candela es una joven madre soltera que se establece en Los Ángeles y consig...