Game Over

Capítulo 10

Las frases mágicas de los gemelos son un tanto terroríficas, se me a puesto la piel de gallina y evito el contacto visual con los gemelos, pero la culpa es mía por andar de preguntona.

—¿¡que esperas Mizu-chan?! ¡ya quiero ver tu transformación!

«Yo también quiero transformarme y ser capás de húsar magia, pero no quiero ser mordida por Saski» pensaba mientras miraba a Saski a los ojos estando sentada frente a él.

— no hagas esperar a la mocosa —dijo Yato mientras se estiraba y tomaba una forma algo extraña pero a la ves linda.

Por alguna razón cuando Yato se estiro su cuerpo se hizo mas pequeño, como de caricatura para niños. Es igual pero mas pequeño y tierno. Me acerque a el y toque su mejilla con mi dedo.

— no me toques.

—Yato... ¿que te ocurrió?

— ah, no te preocupes, solo esta en modo chibi — me respondió Sakura.

—¿chibi? Creí que eso solo pasaba en los animes o mangas.

— también es algo de película que la gente sea succionada por algo, pero por si no te has dado cuenta eso ya nos paso a todos nosotros, así que olvídate del sentido común, aquí todo es posible como ya ves — Dijo Yato.

—¿todo? ¿Entonces es posible que puedas convertirte en un gato?

— creo que eso es poco probable. Además ¿porque querría yo convertirme en un gato?

—¿poco probable? pero si acabas de decir "aquí todo es posible.

— si, lo dije, pero sólo piensa, convertirse en animal no trae algún beneficio.

—el modo chibi tampoco te da nada.

— bueno, De cierto modo es cómodo estar así, te vuelves más pequeño, cabes por muchos lugares pequeños, no ocupas mucho espacio ni mucha comida, además ...En este modo te vuelves increíblemente tierno y eso a aveces te ayudara en ciertas ocasiones como chantaje.

— Es cierto que te vuelve lindo pero ...veo que la forma de ser no te la quita.

Debo admitir que en esa forma es muy, muy tierno, pequeño y lindo, hasta dan ganas de abrazarlo y aún con su cara de poker se ve muy adorable. Cuando llegué a mi límite no pude evitar tomar a Yato y ponerlo arriba de mis piernas para acariciar su cabeza. Es tan pequeño como un niño de 4 años, su cabello es muy sedoso y suave.

— ya te dije que no me toques —dijo con su mismo tono frío.

—pero es que te has vuelto muy lindo.

— no me llames lindo.

—lo siento, pero lo eres —continué acariciando su cabeza por un rato hasta que él por fin se cansó y se levanto para adoptar su forma normal.

Cuando él se levantó, por accidente resbaló un poco antes de tomar su forma normal y cayó sobre mí. Yo caí al suelo de espalda de un sopetón y cuando abrí los ojos la cara de Yato estaba muy cerca de la mía.
Tenía una mano a cada lado de mi cabeza para sostenerse y no caer completamente sobre mi.

Mis piernas estaban en medio de las suyas, su cara no reflejaba ninguna emoción, yo en cambio sentí como mi cara se tornaba de un rojo muy fuerte.
Las puntas de su cabello me hacían cosquillas en mi cara. Su caliente respiración me provocaba escalofríos.

— ¡que asco! ¡no lo hagan aquí! ¡hay niños presentes! —gritó Shun.

— ¡qué traumático, tendré pesadillas!