Capitulo 24

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El aura entre Yato y Aoi era terrible; «se respiraba la...»

— Wow, se respira la tensión — Murmuró Shun.

«Si, me robaste las palabras».

Para romper este momento incómodo intenté ir con Yato para decirle que dejara de verlo de ese modo tan terrorífico; pero Aoi me detuvo tomandome de la mano.
Me la apretó fuertemente, aunque sentí cierto temblor en su mano.

— Cuidado Hinari, el sujeto que está en la entrada es alguien muy peligroso — me susurró — será mejor regresar y esperar a que se valla.

— No, espe-...

— Vamos — me rodeó los hombros con su brazo y me dio media vuelta para regresar.

— Aoi, es que no entiende-...

— ¿mocosa quien es este? — de pronto Yato apareció detrás de Aoi, con su misma mirada fría como el hielo.

Aoi se giró asía el y se puso frente a Sakura y yo. No podía ver su cara, pero supuse que estaba enfrentando a Yato con la mirada.

— ¿Tienes algún problema? — le preguntó Aoi.

— Si, ¿Que haces tu con mis mocosas? — Le regresó la pregunta. Ryu se puso frente a Yato y gruñó a Aoi, dejando ver sus afilados colmillos.

Para regresar la agresión de Ryu, Aoi sacó una lanza larga y brillante. En respuesta Yato sacó su espada de una flama sacada por la palma de su mano después de trasformarse.
Los gemelos se veían muy emocionados con todo esto, incluso empezaron a hacer apuestas con los jugares al rededor del lugar.

— ¡Alto! — grité. Antes de que se formara una pelea me paré frente a los dos — ¡calmense todos! Escucha Aoi, el es el amigo del que te hablé, se llama Yato, y no es un mal tipo. — Aoi no parecía confiarse mucho de mis palabras, así que mi única opción era tranquilizar primero a Yato — Yato, baja tu espada. Y tranquilizate Ryu.

—No hasta que me digas quien es ese bastardo.

— No me calmare si mi Amo no me lo ordena.

Yato no parecía querer bajar su espada, y seguro tenerme en medio le resulta un fastidio. Para calmarlo ocupaba estar mas cerca, y para acercarme ocupaba que Aoi estuviera mas tranquilo.
Miré a Aoi. Mas que estar molesto, yo creo que se comporta así por miedo a que me pase algo.
Nunca lo había visto de este modo, por lo que no sabía lo que era capaz de hacer por la presión y el temor. Pero no es extraño encontrar a Yato de este modo, y sabia que si tan solo se lo pedía, mientras Aoi no lo estuviera retando con su arma el me escucharía.

Aun si a Yato no le agrada la idea, el accedería, como lo hice conmigo, con Sakura, Shun y Shin.
«Si logro que el se quede quieto mientras avanzo a Yato esto se calmara. Yato accederá si se lo pido».

— Aoi, quédate quieto — le pedí. Le hice señas para que bajara su arma y se quedara donde estaba — no te muevas de ahí.

Lentamente avance a Yato, y al llegar puse mis manos sobre su espada y la congele. No duró mucho, pero lo suficiente para arrebatársela y lanzársela a Saski.

— Esta desarmado, Aoi baja tu arma tu también. — le ordené.

— ¿Que haces mocosa?

— Evito que mis amigos se enfrenten estúpidamente — Ladre.

Aoi desapareció su lanza.
Yato me jaló del brazo al momento que Aoi se nos acercó.

— Escucha Yato, el es un amigo que tenía antes de entrar al juego ¿recuerdas que te hablé de el? — Yato no parecía prestarme mucha atención; estaba muy ocupado matando con la mirada a Aoi. Para llamar su atención y asegurarme que escuchara jalé su bufanda asía mi y acerqué mi cara a la suya para que no mirara a Aoi — Si pudieras ser mas amable con el, te lo agradecería mucho. — gruñi.

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