Capitulo 23

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La araña era color negra, con una figura en la espalda color café. Sus patas y cuerpo entero estaba envuelta en pelo. En frente tenía unos grandes colmillos, y arriba de ellos un montón de ojos juntos y abultados.
Era enorme, del tamaño de un perro grande, o tal vez un poni.
Creí estar lista para cuando apareciera un monstruo frente a mi; pero imaginarlo y tenerle en frente era algo muy distinto.

Tomé aire y traté de tranquilizarme. «Es nivel uno; si los de nivel uno pueden con esto, yo también».
La araña soltó un sonido terrible antes de lanzarse sobre mi. Traté de detenerla poniendo mi mano en frente; y el cuerpo de la araña nunca se sintió sobre mi.

Cuando abrí mis ojos la araña peluda estaba en el suelo completamente congelada.

— ¿Lo hice? — me pregunté, aun sin creerme que por fin lo había hecho — ¡Lo hice!

— ¡Bravo Mizu-chan!

— Aun es temprano para festejar — me dice Aoi.

Me concentre tanto en mi pequeño logro, que cuando me di cuenta, las arañas ya me tenían rodeada. Solté un gritó ahogado y miré a Aoi pidiendo ayuda. El me sonrió y me levantó el pulgar.

— ¡No te preocupes, si llegas a tener problemas yo entraré! — me asegura, sosteniendo a Sakura, quien quiere correr conmigo para ayudarme.

«Ok, yo puedo».

Una por una fui congelándola. Mientras estuviera dentro de mi campo de visión podía ser suficientemente rápida para mover mis manos y congelarla antes de que me atacara.
Pero no importaba cuantas congelara seguían saliendo mas.

No tuve de otra mas que correr eh idear un plan mientras lo hacia. Entonces se me ocurrió la idea de congelarlas a todas desde el suelo, como hice en la plaza principal.
Me detuve tan al seco que caí casi de rodillas y utilicé mi mano como freno.

— ¡Kōri no shi! — Grité al golpear el suelo con mi palma.

En un segundo se llenó de neblina fría todo el lugar desde mi palma hasta adelante.
La neblina se dispersó, y calló suavemente algunos copos de nueve desde arriba. El suelo se volvió hielo resbaloso y cristalino, junto a las arañas, y también envolviendo una parte de los arboles.

Del otro lado salió Sakura, corriendo directamente asía mi.

— ¡lo hiciste! —dijo, mirando mi collar — ¡ya eres nivel quince!

— ¿eh? ¿apenas? — me pregunté, intentando ver mi collar pegado al cuello, sin mucho resultado — pero si derroté a decenas.

— Estas arañas son de nivel muy bajo. — me dice Aoi a varios metros de distancia mientras miraba el lugar congelado — Además, entre mas subes de nivel, mas difícil será avanzar al siguiente. ¿que tal si vamos al piso cinco?  Creo que sería de más utilidad si enfrentas a cosas mas grandes.

— ¡Si, vamos!

En el pido cinco me encontré con una araña tan grande que hacia parecer a las del piso uno como unas arañas pequeñas, casi normales. La marca en su espalda era color roja en lugar de café como las pequeñas; y tenia espinas saliendo por su espalda como un lagarto.

— ¡Es enorme! — grité.

— ¡Es el BOSS, ten cuidado Hinari! — Me gritó Aoi a varios metros de distancia, mientras seguía manteniendo a Sakura amarrada para que no viniera.

No soy experta en los videojuegos, pero creo que este es algo así conocido como El Jefe Final.

— ¡Sakura! — le grité, mientras la araña seguía tratando de salir completamente del suelo — ¿¡Como hago para sacar a Saski?!

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