Capitulo 40

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—¡Tenemos que irnos! — me grita desesperadamente Shou en sima de el león a pocos metros del próximo túnel.

— ¡No podemos dejar a Yato y a los demás! — le conteste, con la voz rota y a punto a de volver a llorar del miedo que sentía en pensar que podrían acabar muertos. Enterrados en esta cueva a docenas de metros.

Gigantescas rocas parecían caer del cielo, estas rompían el suelo donde soltaban mas lava y vapor, y esto hacia caer mas rocas, y así sucesivamente.
Me recorría la ansiedad, y justo cuando pensaba en volver con ellos, sale Ryu al frente y detrás de el los gemelos junto al pedazo de carne achicharrado y destrozado se Sayemaion.
Y Aoi llevando a Yato y a Sakura inconscientes en sima de su Yuaki.

Al verlos bien a la mayoría me volví al frente pero las rocas ya habían tapado el camino de regreso.
Aoi, Shun y Shin se apresuraron asía nosotros y se detuvieron en frente, muy agitados.

— ¿Que le pasó a Yato? — le pregunté.

— Lo siento, tuvimos que dejarlo inconsciente para que dejara de atacar a Sayemaion y Shun. — mire a Yato quien parecía haber sido golpeado un par de veces y los puños enrojecidos y quemados de Aoi. Probablemente lo golpeó con fuerza de un momento a otro sin importarle que el fuego lastimara sus manos. Eso me hizo sentir muy agradecida y a la vez culpable.

De pronto una gran roca estaba a punto de aterrizar en sima nuestro, por suerte Saski actuó pronto y le disparó un rayó plateado para hacerla volar en mil pedazos.

—¡¿Que hacemos!? — pregunta Shun abrazando a su hermano.

—¡yo me encargo! — grita Game apareciendo de repente y formando la misma esfera rojiza que antes. Fue una suerte que apareciera pues justo al desparecer nosotros de ahí el techo calló.

[...]

Casi me cae saski en sima cuando aparecemos a un par de metros arriba del suelo en la plaza del castillo. El golpe al caer fue doloroso, pero lo primero que hice fue gritar a kami-sama, quien de inmediato salió con su habitual sonrisa.

Quería decirle tantas cosas. Quería pedirle perdón porque Sayemaion estaba a punto de morir por Yato, también que no hemos podido abrir el portal y que todo se destruyó.
Quería explicaciones por la conducta maníaca de Yato, y por Sasuka, pues Kami-sama ya parecía saber quien era en realidad cuando llegamos aquí. Quería pedir perdón por no haberme dado cuenta de que algo malo pasaba con ellos.
Quería decirle que ayudara a todos porque estaban muy heridos, pero solo salió un chillido y lágrimas de mis ojos.

Kami-sama puso su dedo sobre mis labios y me sonrió igual que siempre.

— Antes que nada, ¿me ayudarías a llevarlos adentro? — acaricio mi cabeza cuando asenti — Estarán bien.

[...]

Ayudé a Kami-sama a llevar a todo el mundo dentro del castillo. Antes parecían aun tener fuerza, pero al llegar pareciera que la adrenalina ah abandonado sus cuerpos por completo. Todos estaban exhaustos, incluso Shun se quedó dormido ahí tirado a pesar de haberle caído sus yuaki y Shin encima.

Kami-sama me atendió las heridas de los y brazos y piernas y me mandó a descansar en mi habitación. Pero no podía dormir, mucho menos descansar.
Sakura no es una persona mala, aun después de decir Sayemaion que nunca estuvo de nuestro lado no puedo aceptarlo. Además, si de verdad fuera alguien peligrosa kami-sama hubiera dicho algo al respecto.

Por otro lado, no entiendo que fue exactamente lo que pasó con Yato. Pero ya entiendo porque la gente huía de el; en ese momento tenia una expresión aterradora. Al recordar como parecía divertirle el sufrimiento de Sayemaion me entró un escalofrío por todo el cuerpo y me tapé la cara con la cobija.

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