Capitulo 21

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De repente me siento como la hermana mayor en el camino a las mazmorras que mencionó Yato. Sakura, los gemelos, y todos los Yuaki se la han pasado corriendo de un lado a otro, todos juntos.
Y yo me fui caminando tranquilamente a lado de Yato mientras veo a los gemelos aveces dando vueltas al rededor nuestro; y de vez en cuando se transforman y empiezan a asustar a la gente.

Yato y yo tenemos que regañarlos para que se tranquilicen; y funciona casi siempre. Tengo la sensación de que se han vuelto mas dóciles.

— Allí es — apunta Yato a un gran edificio, tan alto como el mismísimo cielo.

Levanto la mirada y el sol cegador me prohíbe ver el final del larguísimo edificio plateado. En medio esta dibujada la imagen de un dragón; la misma que tenía la caja del juego, y también la que está dibujada como tatuaje en la espalda de los jugadores y no jugadores del juego.

— ¿cuantos pisos tiene? — le pregunté, asombrada y sin poder quitar mi mirada de ese monstruoso edificio que parecía no tener fin.

— Quien sabe. — contestó con total normalidad — Nadie ah llegado a la sima jamás; y yo solo llegue hasta el piso quinientos sesenta hasta que me di cuenta que podría ganar mas dinero de otros modos.

—«¿¡Quinientos sesenta?! ¡eso es sorprendente!» — Ya veo. Es... realmente grande.

— Si. — entró al edificio sin mas — No te quedes atrás.

— ¡ah, si, voy detrás de ti!

Justo cuando iba a entrar detrás de Yato, sale un jugador con una mirada asesina, y una armadura tan grande y pesada que hacia retumbar el suelo con cada paso. Retrocedí al instante torpemente; imaginé que si no lo hacia iba a aplastarme.

El jugador me miró por en sima del hombro, probablemente creyéndome inferior a el y su grandiosa armadura plateada.
Le saqué la lengua cuando me dio la espalda por completo, y entré al edificio con las mejillas hinchadas.

«¡incluso en este lugar existen ese tipo de personas que se creen superiores!».

— Mocosa, por aquí — me habla Yato.

Corro asía el y al mismo tiempo de llegar a su lado entran Sakura, los gemelos, Kire y el otro grupo de tres.

— Escucha mocosa, al entrar por esta puerta serás absorbida hasta el siguiente piso, nivel uno del edificio. — explicó, apuntando a una puerta con la imagen de una flecha apuntando asía arriba — La niña y los mocosos te ayudaran si estas en problemas, pero tienes que aprender a manejar esto sola, porque si dejas que otros lo hagan por ti no avanzaras. — Ryu abrió su galería en su espalda, y de ahí Yato sacó mis guantes que ya había olvidado cuando las chicas me quitaron la ropa.

Yato tomó mi mano y me ayudó a ponerme ambos guantes. La tela con la que esta hecha los guantes negros de Yato parecen ser de piel. «Son fríos; yo prefiero su piel cálida». Me avergüenzo de mi misma al pensar eso, me hace sentir como una pervertida.

— Ultimo consejo; tu Yuaki no debe transformarse, y trata de utilizar tu trasformación para que te a costumbres, pero si te sientes mareada, quitatelo inmediatamente, ¿entendido? — me preguntó con una cara terriblemente sería.

— S-si, entendí. — respondí nerviosa — ¿Pero porque me explicas esto aquí? ¿no vas a entrar conmigo?

— No. — respondió inmediatamente. — mocoso — Shun se acercó a el y le entregó una hoja, parecida a la que tomé cuando hice mi primera misión del gato morado — Yo voy a cumplir esta misión SS, necesitamos dinero.

—¿¡Y que pasa si algo malo sucede mientras no estas?!

— Tienes tu Yuaki, a los mocosos, y el trio de idiotas te protegerá. — dirigió su mirada a Shoutta y la oscureció — Porque si no lo hacen, los asesinare.

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