Not Alone ➳ R D G

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Desperté con un dolor fuerte en la cabeza, encontrandome con aquella blanca habitacion, y a Rubén dormido junto a mi.

Miré el reloj de mi muñeca, 6:39. Había dormido practicamente toda la noche en el hospital. Dentro de veinte minutos mi madre iba a ir a mi cuarto a despertarme y prefería estar ahí si no quería que me castigase. Me levante y besé la mano de Rubén.

— Dentro de nada vuelvo, espérame, quiero estar a tu lado cuando despiertes — susurré.

Salí de aquella sala con la presión en mi pecho. Al salir del hospital no pude ver el precioso alba que había todas las mañanas, ya que el tiempo parecía estar del mismo humor que yo, llenando todo de grises nubes.

Caminé a ritmo medio, el frío viento chocaba con mi cara y sentía coml pequeñas gotas caían sobre mi. Llegué a mi casa y subí por las enredaderas hasta llegar a mi cuarto. Al principio no reconocí mi cuarto ya que no recordaba todo lo que había pasado ayer, pero una vez recuperé la memoria lo ignoré y fui al baño, para desnudarme y meterme a la ducha.

Después de toda la noche era la primera vez que sentía calor. Estube cinco minutos inmóvil bajo la lluvia artificial, cuando volví en si me di cuenta que tenía que cambiarme rápido para ir a ver a Rubén. Salí de la ducha, me sequé y ne miré en el espejo.

Mi cara demacrada por lo que estaba pasando, habían sido tan solo dos días, pero eso habia sido bastante para dejarme en aquel despreciable estado. Me puse cualquier ropa de mi armario, y recogí mi pelo en un moño para aparentar algo más aceptable.

(N/A: Moño chonny)

En ese momento se abrió la puerta y maldecí internamente por no haber cerrado la puerta con pestillo. La expresión de mi madre al ver aquel desorden fue de terror en estado puro.

— Que ha pasado? — se adentró en la habitación viendo todo horrorizada.

— Yo lo llamaría ataque de frustración — dije sarcástica — a veces pasa cuando te sientes una mierda y la única persona que puede ayudarte está ingresada en un hospital — aumenté mi nivel de sarcasmo.

— Nos tienes a nosotros cariño — acarició mi mejilla.

— No hacéis nada más que empeorar las cosas — alejé mi rostro.

— Claudia...

— No mamá, sabéis que me afecta mucho que él esté en el hospital y tu me prohibes verlo — me puse mis manos en la frente — y si ahora me disculpas me voy al hospital a ver a mi novio — intenté esquibarla.

— No jovencita, hoy vas a clases y después de clases vas al hospital — se puso firme.

— Pero mamá tengo que ir a verle — me enfadé.

— Vas al instituto — dijo seria — deberías estar agradecida de que te deje ir después de este destrozo.

No iba a contestarle, bufé y me giré para coger la mochila harta de todo lo que había a mi alrededor. Bajé a desayunar, notando el hambiente tenso que había, perl a mi no me importaba, estaba en mi mundo.

Al acabar de desayunar, iba a salir de casa junto con Isma pero mi madre intervino:

— Os llevo yo — se adelantó.

Me senté en el asiento de atrás ignorando cualquier palabra de mi madre. El viaje se me hacía muy largo y de vez en cuando escuchaba algún susurro entre Isma y mi madre pero yo no hacía nada más que ognorarlos completamente.

Llegamos al instituto y salí del coche dando un portazo y entré al instituto recibiendo miradas de pena y alguna que otra sonrisa. Pasé al lado de las chicas y vi que ellas se querían acercar, pero no me hace falta su pena, noe stubieron cuando las necesité, ahora menos.

Oía los susurros de la gente lo cuál me ponía muy nerviosa, ya que sabía, que todos sabían que Rubén había tenido un accidente.
Seguí caminando y me crucé con Natalia.

— Uuy Claudia, al parecer tu novio a tenido un accidente — dijo y yo cerré fuertemente mis puños, para después esquibarla.

Apretaba fuertemente mis puños, pidiendo sentir que incluso mis uñas se clavaban en mi piel.

— Si, tu continúa mocosa, como siempre, por eso Rubén tubo el accidente, porque huía de ti — me paré y apreté los puños más fuerte aún.

— Repite lo que has dicho — me giré y supongo que mi expresión no era muy reconfortable ya que la cara de Natalia cambió — te he dicho que repitas lo que has dicho si tienes los cojones! — me acerqué a ella quedando de frente.

Todo el mundo se había girado a mirar lo ocurrido. Nadie se atrevía a decir nada, solo estaba mi miranda clavada en la de Natalia, transmitiendo odio.

— Que... Rubén huyó de ti... Porque...eres una mocosa — dijo en un susurró, que escuché perfectamente, pero mi mente en ese momento no pensaba racionalmente.

— Disculpa que no te he oído — dije lentamente.

— Que Rubén huyó de ti porque eres una mocosa — dijo esta vez más alto.

Sin pensarlo dos veces le proporcioné un puñetazo en el pómulo de la mejilla, tirándola al suelo. Me agaché y cogí un mechón de su pelo y estrellar su cabeza con él suelo. Volví a proporcionarle un golpe en un pómulo.

— Por Rubén —proporcioné otro golpe — por mi — otro golpe — por todos aquellos a los que maltratas porque eres una puta zorra.

Mis nudillos ya estaban cubiertos de mi sangre ha que no habían llegado a sanar lo suficiente y yo ya estaba maltratandolos de nuevo.

Proporcioné el último golpe para verla con algo de sangre en el labio y los pómulos algo hinchados y manchados ligeramente de mi sangre. Sentí unas manos tirando de mi, volviendo a la realidad, la gente seguía mirando y los profesores habían venido a por mi.

Maratón bitchees <3