Noche 11

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Fiesta de cumpleaños

El sol apenas comenzaba a salir cuando Yue decidió levantarse de su cama. Durante la noche solo había podido dormir por ratos. La conversación que había mantenido con el general Touken la noche anterior la tenía inquieta y molesta, por lo que en cuanto salió el sol no le vio el caso a seguir intentando dormir más de dos horas seguidas. 

Salió de la cama y jalando un grueso listón que había junto a la puerta de su habitación llamo a sus sirvientas quienes pocos minutos después llegaron para cumplir sus órdenes, ella pidió que se le preparar el baño y pronto se encontró dándose un relajante baño en su enorme tina de jade. 

Pero ni ese tranquilo momento pudo borrar la desagradable conversación de la noche anterior la cual recordaba con todo detalle.

-su alteza, necesito hablar seriamente con usted- comenzó la conversación el general Touken

-no me gusta el tono de ese "seriamente"- dijo Yue sentada en uno de sus sofás mientras hacía figuras de papel

-su alteza, hablo en serio, con la fiesta del día de mañana muchos extranjeros han arribado a la capital y muchos de ellos no son gente civilizada, si sigue yendo a la ciudad podría pasarle algo y...-

-y usted perdería su cabeza- lo interrumpió Yue – créame que lo entiendo, pero le aseguro que el lugar donde me encuentro trabajando es muy seguro y no me pasara nada-

-en realidad no creo que entienda nada de la gravedad de este asunto- replico Touken

-claro que sí, su trabajo incluso su vida están en juego si algo llega a pasarme, pero no debe de preocuparse por esas cosas yo...-

-Su alteza creo que no se da cuenta que no es por mi vida por la que estoy preocupado, es por la de usted y créame que la muerte no es lo peor que podría llegar a pasarle, usted no conoce a la gente de la ciudad tan bien como yo, se lo que muchos pueden llegar a hacer por venganza-

- ¿Venganza? - pregunto Yue confundida

-Hay muchos que no están de acuerdo con la forma de gobernar de su padre e incluso muchos otros que han sido testigos y participes de la forma en la que el emperador ejerce justicia, si alguien de ellos llega a enterarse de que usted es la princesa no solo su vida si no también su integridad podría correr peligro y yo... es mi trabajo mantenerla a salvo su alteza-

Yue se quedó mirándolo durante varios segundos, siempre había escuchado sobre como los soldados daban todo por sus gobernantes sin importarles su propia vida, pero tener a una de esas personas en frente suyo, le daba un poco de escalofríos. Ella no podía ni imaginarse dando su vida por otra persona que no fuera de su familia.

- ¿Qué sugiere entonces general? - dijo Yue rompiendo el incómodo silencio

-que desista de ir a la ciudad y se quede en el palacio como debe de ser- dijo el general sin tapujos

- ¡Ni hablar! - rechazo inmediatamente Yue -Es la primera vez que me siento como... como si tuviera una vida de verdad y no pienso dejarlo, no tan pronto-

-Su alteza si no lo deja...-

-Busque otra forma de mantenerme a salvo o deje que lo que tenga que pasar pase, porque no dejare de ir a la ciudad-

El general Touken solo apretaba los puños intentando mantener la calma ante la terquedad de la princesa.

-Quiero que entienda que la mantendré a salvo sin importar que, incluso si tengo que hablar con el emperador y perder la cabeza por mi negligencia y usted más que nadie también debería de intentar mantenerse a salvo en vez de dejar su propia vida en las manos de otros- sin esperar ninguna respuesta hizo una reverencia y salió hecho una furia de la habitación de Yue.

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