Noche 22

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Comida

Sayuri realmente se sentía terrible por lo sucedido con su hermana, ella mejor que nadie entendía cuanto había perdido y en ese momento odio a su tía, no entendía por que las había maldicho pero aquello acaba de herir profundamente a su hermana y la odiaba por ello. 

Momiji se quedo dormida en el regazo de su hermana y Sayuri no tuvo corazón para despertarla, aun que sabia que debían de ir a cazar para evitar otro incidente como aquel, por eso espero hasta que se hiciera tarde, muy tarde, ningún ruido se escuchaba en la noche que reinaba cuando Sayuri llamo suavemente a su hermana. Para su sorpresa Momiji se despertó de inmediato. 

-Perdóname por despertarte pero... debemos de ir a cazar- dijo Sayuri

Momiji solo asintió, en su rostro se reflejaba toda su tristeza, a su hermana se le estrujo el corazón, pero quizás un poco de aire fresco les haría bien. 

Momiji se dirigió a cambiarse al cuarto de baño para también lavarse la cara un poco. A Sayuri le dio un poco de pereza ir a su cuarto por lo que tomo uno de los vestidos sencillos de su hermana y se cambio ahí mismo. 

Poco tiempo después salio del cuarto de baño Momiji vistiendo también un vestido sencillo y aun que aun tenida los ojos rojos por haber llorado tanto, su rostro parecía un poco mejor, solo un poco.

-Hay que darnos prisa- dijo Momiji 

Sayuri asintió y se dirigió a la puerta, pero pocos pasos antes de llegar a ella Momiji la detuvo tomándola del brazo, de inmediato Sayuri volteo sorprendida, pero Momiji solo negó con la cabeza y se llevo un dedo a los labios señalando a su hermana que guardara silencio. 

De inmediato Sayuri agudizo su sentido del oído y se quedo quieta escuchando, unos segundos después pudo escuchar lo que seguramente su hermana había escuchado antes que ella. Era un ruido leve, pero consistente, de algo apoyándose contra la pared de piedra y deslizándose. Momiji miro con interrogación a su hermana, pero ella solo se encogió de hombros. Tampoco ella sabia lo que era.

Muy despacio Sayuri abrió solo un poco, una pequeña rendija de la puerta de su habitación y ambas hermanas espiaron por ella, agudizando su sentidos. Esto mismo les permitió saber el momento exacto en el que un hombre entro a la sala común de sus habitaciones. 

Ahora que lo tenían cerca podían notar el aroma a acero y sangre que emanaba de el, de inmediato se dieron cuenta de que quizás era el posible asesino que Yue les había advertido que mandarían por ellas. 

El hombre se deslizo con mucho silencio por la sala común contando las puertas de las habitaciones, pronto se decidió por una, la mas cercana la ventana, la habitación de Yue. desenvaino una enorme daga y camino lenta y sigilosamente hacia ella.

Sayuri no podía permitirlo, por lo que empujo la puerta un poco mas, provocando que hiciera ruido al abrirse. De inmediato el asesino volteo y se quedo quieto esperando que alguien saliera por la puerta medio abierta, pero Sayuri y Momiji se situaron a ambos lados de la puerta, esperando. 

El hombre cambio su ruta y se dirigió hasta la puerta medio abierta, siempre con mucho sigilo, pero por mas cuidadosos que fuera Sayuri y Momiji sabían donde estaba, gracias a su oído y su olfato. 

En cuanto el hombre llego a la puerta, inspecciono el interior, pero todo estaba a oscuras, muy despacio cruzo la puerta y se interno en la habitación. 

No tuvo ni siquiera tiempo de reaccionar, un segundo después Sayuri lo había emboscado por detrás, sujetando uno de brazos con una mano y con la otra tapando la boca del hombre y empujando su cabeza hacia atrás para hundir sus dientes en el cuello del sorprendido hombre, Momiji al mismo tiempo sujeto el otro brazo del sujeto y encajo los dientes del otro lado de su cuello. 

Jaula de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora