Mordido
Sayuri, Momiji, Mizuki y Yue se encontraban en el comedor muy calladas mientras desayunaban, cada una inmersa en sus propios problemas y asuntos. Ellas habían sido las primeras en llegar para el desayuno, al parecer ninguna podía dormir bien y se habían estado levantando demasiado temprano.
Pronto el comedor comenzó a llenarse con sus hermanos y madrastras, llenando de sonido, conversaciones y risas todo el enorme salón.
-¿por que están tan calladas hermanas?- pregunto su pequeño hermano Zen, al ver lo taciturnas y abstraídas que estaban sus hermanas
-seguramente es por lo de su próximo casamiento- contesto otro de sus hermanos, Tao.
-ya se enteraron que padre las va a casar con criadores de puercos- se burlo Katsuo
Todos estallaron en risas, molestando a las hermanas.
-Para tu información padre las va a casar con príncipes- las defendió Mizuki
-¿Príncipes del lodazal?- dijo Minkio con desdén
En aquel momento algunos de sus hermanos rieron pero los demás se le quedaron mirando a la concubina con desagrado, había cruzado una linea, sus hermanos solían bromear con ellas, pero que las concubinas hicieran ese tipo de comentarios estaba muy fuera de lugar.
-seguramente serán algunos viejos horribles y gordos- añadió otra de las concubinas llamada Zena
Haciendo que todas las concubinas rieran
-Y luego por que las persiguen los perros por todo el palacio- comento Momiji
Inmediatamente todas callaron recordando aquel terrible y vergonzoso suceso.
-Bueno creo que esto ha ido demasiado lejos- censuro Tae -madre te pido que por favor no ofendas a mis hermanas-
-Bueno como tarde o temprano se enteraran se los diré yo- dijo Sayuri levantándose de la mesa -Así es, padre ya eligió a nuestros esposos, tentativamente en menos de dos semanas Momiji y yo nos casaremos con el príncipe de Varena y el príncipe de Musides, iremos a reinar algún reino o imperio, me alegra muchísimo el tiempo que hemos pasado con ustedes hermanos, cada uno de ustedes sabe lo mucho que los quiero y espero poder verlos de nuevo cuando me haya ido-
Al terminar y ver a cada uno de sus hermanos volvió a sentarse en su lugar a disfrutar de su desayuno. Con este discurso había callado las bocas de las concubinas y definitivamente había removido alguna fibra sensible en cada uno de sus hermanos que ahora se encontraban callados reflexionando que seguramente seguirían viendo a su querida hermana durante muy poco tiempo.
Unos minutos después Tae se levanto de su lugar y se dirigió hasta donde estaban sus hermanas.
-No quiero desperdiciar el poco tiempo que nos queda hermanas, así que seria muy dichoso si me acompañan este día- dijo Tae a Sayuri y Momiji
-Sabes que no te negaría nada hermano- contesto Sayuri levantándose y tomando el brazo que su hermano le ofrecía
-Yo tampoco rechazare la oferta- contesto Momiji yendo junto a ellos.
Juntos se dirigieron hasta la habitación de Tae donde se aseguraron de que nadie estuviera escuchando.
-Tu madre nunca dejara de odiarnos- dijo Momiji entonces
-No es una mala persona, solo que su personalidad es algo hostil- contesto Tae
-Bueno es tu madre, supongo que tu solo la veras con amor- tercio Momiji
ESTÁS LEYENDO
Jaula de oro
FantasyUna jaula sigue siendo una prisión aun que sea de oro. Las cuatro princesas de reino de Kytan han estado encerradas dentro del palacio toda su vida. Rodeadas de los mas costosos lujos y de todos los caprichos que pudieran pedir. Una vida que cualqu...