Noche 17

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Buscando

-¿de verdad crees que esto es buena idea?- pregunto Momiji mientras caminaban por el bosque. 

-por supuesto que no, pero ¿tienes una mejor idea? si seguimos comiendo perros del palacio alguien lo notara pronto, creo que nuestros hermanos ya comienzan a sospechar-

-bueno y de todas maneras saben mal, quizás algo mas grande nos sabría mejor, no quiero admitirlo pero la sirvienta...- decía Momiji mientras caminaba detrás de su hermana por el bosque cuando esta la interrumpió

-ni siquiera lo digas, ni lo menciones, no vamos a comer gente, no somos asesinas a sangre fria- declaro Sayuri

Sayuri se había asegurado de llevar a su hermana al bosque del lado opuesto a donde se encontraba siempre con su cazador, no quería ni de broma considerar la posibilidad de encontrárselo y aun así estaba nerviosa, ella bien sabia que todo podía pasar, así que lo mejor seria darse prisa y terminar con esa situación.

-de acuerdo, de acuerdo- concedió Momiji -pero entonces ¿solo caminamos por el bosque hasta dar con algo apetitoso?-

-Pues básicamente, abre bien los ojos por si algún conejito se te antoja- se burlo Sayuri

Pero aquello le había dado una idea a Momiji que inmediatamente se detuvo. Sayuri al notarlo volteo a ver que sucedía con su hermana.

-¿por que te detienes?-

-shh guarda silencio, tengo una idea- 

Momiji cerro los ojos e intento concentrarse, oliendo cada aroma del bosque, ella había recordado como, cuando estaba con Seok, había captado su sangre de inmediato y pensó que quizás podría de igual manera encontrar, como su hermana había dicho, algo apetitoso.

Olfateaba superficialmente al principio, el aroma del sol, del musgo que crecía entre los arboles, de las coníferas, pero poco a poco su olfato se distendía un poco mas lejos, pudo de pronto oler la frescura de algún riachuelo y también el aroma de las piedras mojadas y entonces el aroma de un enorme ciervo que bebía agua y en él, la sangre cálida que fluía. De pronto incluso podía escuchar sus patas al chocar con las piedras del rió, sus resoplidos y su corazón bombeando aquel liquido que tanto deseaba. 

Abrió de pronto los ojos asustada

-¿que sucede?- pregunto su hermana

-yo...- quizás solo lo había imaginado por un momento -creo... creo que... encontré algo, en el rió- 

-¿el rió? eso no puede ser, estamos muy lejos aun del rió- declaro Sayuri

-solo intenta algo, cierra los ojos- pidió Momiji

Sayuri no muy convencida se quedo mirando a su hermana intentando descifrar si era alguna clase de broma, pero Momiji la animo con un movimiento de manos. Sayuri finalmente suspiro y cerro sus ojos. 

-intenta captar todos los aromas y sonidos a tu al rededor ¿lo haces?- pregunto Momiji

-lo hago- 

-ahora, intenta captar algo mas, algo mas lejos, intenta recordar como es el aroma de la sangre- la guiaba su hermana. 

Sayuri lo hizo, recordando como olía la sangre de su cazador, por un momento su atención se vio desviada a él, a su rostro, a sus brazos, pero pronto todo se eclipso al aroma de su sangre.

-Intenta oler el agua del rió y dime que hueles y escuchas ahí- 

Sayuri se concentro y tal como le había sucedido a su hermana pudo escuchar y oler el rió y el ciervo bebiendo aun de él.

Jaula de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora