[31; Primer antojo]

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*Narra Justin

La hora de dormir llegó luego de una agradable cena junto a la familia de Demi. Por el momento parecía que a todos les caía muy bien, o tal vez lo actuaban, no lo sé. Por ahora no tengo de qué preocuparme, luego de darles la noticia más que seguro soy hombre muerto y me odiaran para toda su vida. ¿Lo exagero?

Da igual. Ahora mismo Demi está tomando una ducha y yo me encuentro en nuestra habitación mirando un poco de televisión. La verdad ya no le encuentro nada de entretenido a la tv, ni siquiera al Internet. De lo que más disfruto en estos últimos tiempos es de pasar tiempo junto a Demi, solos, ella y yo. Sin nada tecnológico o material que nos rodee, metidos en nuestro mundo.

— ¿Justin? —se oye desde lejos junto a unos golpes sobre madera. Miro en su dirección y allí se encontraba la madre de Demi.

— Sí, pase. —le dije y así lo hizo. Se acercó a mí y se sentó a mi lado en la cama.— ¿Puedo ayudarla en algo? —apagué el televisor.

— No, más bien, solo quiero charlar contigo.

— Por supuesto, ¿Sobre qué?

— Sobre Demi.

— ¿Sobre Demi? ¿Qué sucede con ella?

— Nada malo, solo que quiero saber si tienes en cuenta algunas cosas de ella.

— ¿Cuáles cosas?

— No sé si ella te ha contado, o si ya lo sabías. Pero demi acaba de salir de una relación, ya a fines del año pasado. Esa relación fue la más duradera que tuvo, por ende fue por la cual más sufrió. Fue algo así como su primer amor. Y...hablándote claro, yo no quiero que vuelva a pasar por lo mismo y verla sufrir de esa manera.

— Entiendo, tenga presente que yo no la haré sufrir.

— No te adelantes, joven. Demi es demasiado complicada cuando de estar en pareja se trata, debes tenerle mucha paciencia, así como puede ser un ángel también puede ser un demonio.

— No le entiendo.

— No importa, ese no es el punto. Aquí mi punto es que yo soy una persona perceptiva. Y apenas Demi cruzó esa puerta noté un gran cambio en ella, así como también noté que algo está ocultando. La conozco mejor que ella misma, luego de todo lo que pasó, ante mis ojos se ha convertido en una chica muy transparente. Y pude notarlo, me di cuenta y quiero saber qué es lo que está pasando con mi hija.

Me quedé helado, sin saber qué decir. En este momento no estaría mal si Demi entrara justo por la puerta, así como en las novelas.

— No está pasando nada, mamá. —los dos volteamos a ver y una Demi envuelta en una toalla blanca, caminaba en dirección al placar.— todo está más que bien conmigo, ahora sí nos perdonas, ¿Puedes retirarte? Debo cambiarme y debemos descansar, el viaje no fue de lo más cómodo.

— Está bien Demi, pero mañana hablaremos. —advirtió ya en la puerta.

— Como digas. —Dianna cerró la puerta y Demi volteó a mí.— ¿No has dicho nada, Cierto?

— Me has salvado, estaba a punto. No sabía qué decirle en realidad.

— Escucha, ahora que mi madre sospecha no se detendrá hasta saberlo. Pero quiero decírselo un día antes de irnos.

— Solo estaremos tres días, ¿Segura se lo quieres decir mañana? Podríamos quedarnos otro día más y tienes un poco más de tiempo.

— No podemos, Phil ya habló.

— Está bien. —observé a Demi como iba sacando cada prenda del placar la cual se pondría para dormir. Estaba a punto de quitarse la toalla cuando...

Lo que nos une - [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora