Lo que nos une - [CANCELADA]

[29; Texas]

*Narra Demi

Desperté temprano, tuve un ataque de arcadas a mitad de la noche y estuve media hora frente al retrete. Por el ruido que producía al hacerlo desperté a Justin, que preocupado llegó hasta mí corriendo. Me hizo compañía sujetándome el cabello y acariciando mi espalda, hasta que me calmé.
Luego de eso me quedó un dolor de cabeza terrible y se me hizo imposible conciliar el sueño, nuevamente Justin me hizo compañía y se quedó despierto, soportando el sueño y abrazándome, hasta que yo me durmiera. Fue muy tierno de su parte, no negaré que esos detalles me vuelven loca, este hombre me vuelve loca.

Como era de esperarse Justin se durmió y yo seguía sin poder pegar un ojo. Amaneció y al instante que salió el sol Phil me envió un mensaje recordándome lo que debía hacer. De mala gana me levanté de la cama, con cuidado de no despertar a Justin, y bajé a la cocina. Me hice un café mientras revisaba mis redes sociales y luego subí al cuarto nuevamente. Busqué ropa en el placar y entré a la ducha. Justin seguía durmiendo como oso, y yo ya estaba lista para ir al aeropuerto.

No pensaba irme sin él, no quería hacerlo pero tampoco quería despertarlo, se lo veía tan cómodo y lindo durmiendo plácidamente que me daba pena. Para darle un poco más de tiempo bajé a la cocina y le prepare un desayuno rápido, luego subí al cuarto y lo desperté.

— ¿Qué hora es? —preguntó frotando sus ojos seguido de un gran bostezo.

— 7.30 —respondí y el abrió grande sus ojos sorprendido.

— ¿Por qué estás despierta tan temprano? ¿Tienes que ir al estudio?

— No, pero debo ir al aeropuerto.

— ¿Por el boleto? —le dió un mordisco a la tostada y yo asentí.— Ahora entiendo porque estás tan bella a estas horas de la mañana.

— Siempre estoy bella, ¿Qué dices? —corrí mi cabello hacia atrás y ambos reímos.

— Eso es verdad, siempre estás bella y lo eres. —besó mi mejilla ardiente.

(....)

— Dos boletos a Texas para hoy, por favor.

— Solo queda el vuelo de las 8.00hs, señorita. ¿Los quiere igual? —asentí.

— ¿Dos? —preguntó Justin confundido.

— Claro, tú vendrás conmigo. O... ¿No quieres?

— Eh...no lo sé Demi, no creo que sea buena idea que vaya.

— Por favor Justin, no puedes dejarme sola en este momento. —tome su mano rogándole con la mirada.

— Tome señorita. —le pague los boletos y los guardé en mi bolso.

— Está bien si no quieres, lo entiendo. Pero si cambias de opinión, habrá un asiento vacío a mi lado en el avión. — le hice media sonrisa.

— No quiero dejarte sola en este momento, pero tampoco quiero ser golpeado por tu madre... —reí.

— Ella no te golpeará...mi padre lo hará.

Me observó con miedo en su mirada y volví a reír.

— No da gracia.

— Es broma cielo, no dejare que nadie te golpeé. —besé su mejilla y tomé su mano mientras ambos caminábamos hacia el auto.

Ya en el auto camino a casa, recibí una llamada entrante de Maddie...

Llamada