*Narra Justin
Seguía abrazando a Demi, ahora de la cintura y bajamos a la cocina. Nos sentamos uno al lado del otro. Tomé su mano sobre la mesa y la acaricié con mi dedo pulgar. La miré a los ojos.
— ¿Qué puedo hacer para que cambies de decisión?...¿En verdad lo quieres hacer? —la miré y dejó caer nuevamente unas lágrimas, puse una mano en su cintura acercándola a mí y la abracé al igual que ella a mí.
— No... —dijo en un susurro y entre sollozos. Me alegró escuchar eso, puse una mano en su mejilla e hice que me mirara.
— ¿Entonces?
— Te-Tengo miedo...temo no poder ser el tipo de madre que se merezca. Temo no poder con todo. Temo de lo que piense la prensa, la gente, mis fans...mi familia. Sería una decepción enorme para mi madre. Me acosté con un hombre, cabe aclarar que es menor que yo, en una fiesta estando completamente ebria, sin tener noción de lo que hacía, que no recuerdo haberlo hecho con él y que además me dejó embarazada.
— Demi, estoy más que seguro que serás la mejor madre que le pueda tocar a nuestro bebé. No hay mejor persona que tú para ser madre, tienes un corazón enorme y le podrías dar todo el amor que se merece y más. Y por la prensa, los fans y tu familia no tienes por qué preocuparte en este momento. Yo hablaré si no lo quieres hacer tú, y en el momento que corresponda. —dije y me sonrió tiernamente. Me tomó por sorpresa y se acercó demasiado a mí, creí que iba a besarme en los labios pero a último momento corrió su rostro depositando un cálido beso en mi mejilla.
— Tengo hambre, ¿Has comido algo antes de venir? —preguntó caminando hacia el refrigerador.
— La verdad, no.
— Mejor, no quiero comer sola. —sonrió e igual yo.
— Te ayudo. —asintió.
Cocinamos y comimos. Hablamos y vimos una película para pasar la tarde. Ya estaba anocheciendo y sabía que me tendría que ir en cualquier momento. Pero no quería, no quería dejar sola a Demi; en este momento es cuando más quiero estar cerca de ella.
Seguíamos en el sofá, hablando, y es una buena oportunidad para comenzar...Demi estaba acostada y tenía sus piernas sobre las mías. Ahora mismo estaba con su celular ya que le había llegado un mensaje. Comencé a jugar con su Jean, estaba roto en partes cómo sobre las rodillas. Fui metiendo un dedo tratando de hacerle cosquillas, funcionó, se quejó y movió la pierna haciendo que sacará mi dedo. Reí y me miró mal volviendo su vista al celular.
De un momento a otro miré su abdomen, según los cálculos de Demi todavía no cumplía el mes, pero se notaba la diferencia de a como estaba la última vez que la vi. Con mis manos subí su playera y toqué su abdomen mirándolo fijamente. En ese preciso momento vinieron a mi cabeza millones de imágenes de Demi cuando esté ya por los siete u ocho meses, cuando nazca el bebé, cuando lo tenga en mis brazos. Fue inesperado, a igual que ella no me siento listo, pero algo me dice que lo haremos bien.
— ¿Qué haces? —preguntó Demi mirándome con una sonrisa. Dejó su celular en la mesa ratona y se sentó todavía con sus piernas sobre las mías.
— Nada, solo...pensaba. —asintió lentamente, luego miró su abdomen e hizo media sonrisa.
— No se nota mucho aún.
— Lo sé, pero sí es diferente a como estabas antes. —sonreí y frunció el ceño.
— ¿Estoy gorda? —preguntó mirando su abdomen y escondiendola aguantando la respiración. La miré enojado.
— ¡¿Qué?! No.¡No hagas eso! —ordené para que soltara el aire.
— ¡Acabas de decir que estoy gorda!
— ¡Yo no dije eso!
— Lo insinuaste.
— Solo dije que estás diferente a cuando te vi la última vez, te ha crecido la panza un poco por el embarazo, no que estés gorda. —bufé. Demi tenía la vista fija en sus piernas con la cabeza gacha.— Creo que ya es tarde. —hablé sacando sus piernas de las mías y levantandome.
Estaba buscando mi chaqueta cuando Demi tomó mi muñeca.
— Ya es casi la hora de cenar...¿Por qué no...te quedas? —dijo tímida y sonreí.
— ¿Segura? —asintió.
— Solo que, tendrás que acompañarme al súper porque solamente tengo la mitad de un limón. —reí asintiendo.— Me esperas aquí hasta que yo vuelva.
Cuando Demi volvió, tomó la llave de su coche y salimos de la casa.
— Yo manejo. —asintió y me lanzó las llaves entrando al auto. Por alguna razón sentí que no estábamos solos, aquí empiezan los problemas. Miré a Demi ya estando a mitad de camino.— ¿Sí viste lo que yo, verdad?
— Sí. —rodó los ojos.— Tarde o temprano se enterarían. No me preocupa eso ahora. —dijo y le sonreí
Llegamos al supermercado y entramos. Tomé a Demi de la mano y me miró sonrojada, al parecer está funcionando. Quiero enamorarla y lo voy consiguiendo poco a poco, la verdad, no sé muy bien qué es lo que siento por ella ahora mismo. Pero quiero que estemos juntos, tenerla cerca y cuidarla, por su bien y el del bebé.
Compramos y pagamos. A la salida tuvimos una "no sorpresa" de parte de los paparazzis, seguía de la mano con Demi y las fotos que tomaron van a alborotar todo. Sin darle importancia a sus preguntas abrí la puerta de Demi para que subiera y luego rodeé el auto para entrar yo también. Conducí con cuidado a chocar ya que las luces, los gritos y los flashs de las cámaras me impedían ver bien el camino.
Cuando por fin dejamos a todas esas personas atrás, pude conducir tranquilo hasta la casa de Demi.
— Esas fotos van a descontrolarlo todo. —rió y asentí.
— Lo sé.
Pero es algo del que me voy a ocupar luego, ahora sólo me importa el estar con Demi, el bebé y que acepte todo esto que nos está obsequiando la vida, que aunque sea repentino e inesperado entienda, acepte y quiera como yo lo estoy haciendo.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nos une - [CANCELADA]
Fiksi PenggemarDemi Lovato, joven de 25 años, asiste a la fiesta de cumpleaños de su mejor amiga Miley Cyrus. Entre los invitados se encuentra un chico atractivo llamado Justin Bieber, con el cual se le van las copas de las manos y terminan envueltos en la fría sá...