[30; avión y sorpresa]

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*Narra Justin

Ya estamos en el aeropuerto y todavía el vuelo no sale. Nos encontramos sentados esperando y Demi con su celular mientras yo estoy mirando a un punto perdido, pensando en cómo será la reacción de su familia al verme.

— Cariño... —Demi movió mi pierna.

— ¿Sí?

— Debemos subir ya. —tomó mi mano y yo tomé la maleta levantándome del asiento.— ¿En qué pensabas? —preguntó una vez ya ubicados en nuestros asientos del avión.

— Nada en especial. —dije mientras me acomodaba en mi asiento.

— Dime, parecía algo importante, estabas perdido en tus pensamientos.

— Está bien. Solo pensaba en tus padres, tu familia en general. La verdad, no sé qué es más grande; si el miedo o los nervios que tengo.

— No te preocupes por eso ahora. Sé que es algo raro de explicar y los tomará por sorpresa, pero ellos siempre me apoyan y tengo por seguro que entenderán y te querrán, tanto como yo lo hago. — acarició mi mejilla y luego besó ésta logrando darle un poco de tranquilidad a mi cuerpo.

                               

*Narra Demi


— Texas, hogar dulce hogar. — susurré para mí mientras aspiraba el aire frío.

— ¿Entramos? —Justin besó mi mejilla y tomó mi maleta junto a la suya.

Con nervios me encaminé hacia la puerta de entrada de mi antigua casa. Apenas eran las 9:30hs, de seguro mi familia debe estar desayunando. Es raro que esté nerviosa, entonces Justin debe estar tan aterrado que debe querer salir corriendo ahora mismo.

Sin pensarlo dos veces, dirigí mi dedo hacia el timbre. Esperé a que alguien se dignara a abrir. Las pisadas que oía acercarse a nosotros aceleraban mis latidos y aumentaban mi felicidad. La puerta se abrió dejándome ver a una Maddie con los cabellos revueltos y aún en pijama. Su expresión fue muy tierna, no estaba sorprendida —obviamente— pero podía notar en su rostro que estaba demasiado feliz, así como yo lo estaba.

— ¡Demi! —se aventó sobre mí dándome un fuerte abrazo.— Te extrañé demasiado.

— Yo también te eché de menos, pequeña. —nos separamos y al instante Maddie posó su mirada sobre Justin.

— ¿Justin? ¿Qué haces aquí?. Oh, Dios...

— Olvidé decirte que mi hermana es gran fan tuya. —le susurré al oído.

— Hola, linda. —se acercó a mi hermana para depositar un beso en su mejilla.

— Espera, no entiendo. ¿Que haces...? —preguntó confundida. Estaba apunto de contestarle cuando una voz desde adentro de la casa me interrumpe.

— Maddie, ¿Quien es, cariño? — como no reconocer la voz de mi madre.

Sin darle tiempo a que Maddie contestara, tomé la mano de Justin y me adentré. Como era de esperarse todos estaban ubicados en el comedor desayunando.

— ¡Buen día, familia! —sonreí ampliamente y noté como todos se quedaban perplejos ante mi inesperada llegada.

— ¡Demi, hija! —exclamó mamá levantándose de su asiento con intención de abrazarme. La recibí con los brazos extendidos y un gran amor, al igual que a papá y Dallas que imitaron a mi madre.

— Yo también los extrañé, pero me está faltando el aire, familia. —rieron mientras se iban alejando de mí.

— Que manía la tuya de no avisar nunca que vienes. —habló mi padre.

— Sabes que amo sorprenderlos. —dije, y una vez más todas las miradas se posaron en Justin.

— ¿Quien es este apuesto muchacho? —preguntó mi madre y justin sonrió avergonzado.

— ¿Andas de niñera, hermana? —Dallas rió de su propio chiste. Le dediqué una mirada fulminante para que entendiera que no me hizo gracia alguna.

— Luego les contaré bien, ahora morimos de hambre. ¿Hay un lugar en la mesa para dos más? —pregunté tomando la mano de Justin nuevamente.

— Para ti siempre habrá lugar, Demi. Y para cualquiera de tus amigos. —habló mi padre cariñoso y lo abracé tiernamente.

Nos ubicamos en la mesa todos y mi madre nos sirvió el desayuno a Justin y a mí. Mientras hablábamos de distintas cosas me iba preparando mentalmente para el futuro interrogatorio que pronto me harían.

— Y Demi, ¿Donde conociste a tu nuevo amigo? —interrogó mamá.

Allí viene...

— Si es que se le puede llamar amigo. —agregó Dallas. No le di importancia a su comentario y decidí responder con la verdad, directamente.

— Bueno, em... Justin y yo nos conocemos hace años, gracias a nuestras carreras. Y nos hicimos buenos amigos, muy buenos amigos. Ahora él y yo.... bueno, él y yo, estamos...Justin y yo estamos saliendo, él es mi novio. — hablé indiferente mientras untaba una tostada con mermelada, tratando de ocultar mis nervios. Levanté la vista hacia mi familia, la cual estaba en completo silencio. Mierda— ¿No dirán nada?

— Si, por supuesto hija. Te felicito, espero seas muy feliz a su lado. —habló mi madre y aunque sus palabras no fueron tan convincentes logró calmar un poco mis nervios.

— Gracias, mamá. Créeme que lo seré. —sonreí.

— Y espero que sepas valorar a la mujer que tienes a tu lado ahora, muchacho. —agregó mi padre y sonreí, siempre me hace saber lo mucho que me quiere y se preocupa por mí.

— Lo haré, señor. —dijo Justin con nerviosismo en su voz. Sonreí y para calmarlo un poco tomé tu mano.

Ahora puedo respirar mejor, luego vendrá lo peor.

— ¿Y, hace cuánto están juntos? —preguntó Maddie y mi respiración se detuvo por un instante.

¿Qué diría ahora?

— Hace unos 5 meses... —mentí y dirigí mi vista hacia Justin sonriéndole, dándole a entender lo que acababa de hacer y para que no metiera la pata.

— Wow, que bien guardadito te lo tenías hermana. —dijo Dallas a mi parecer, fingiendo sorpresa.

— Sí, saben que no me gusta presentarles con quien esté saliendo hasta que no sea algo oficial o duradero. —mis padres asintieron y solté aire. Por ahora iba todo a la perfección.

                              (....)

Llegó la noche, nos encontrábamos todos en la sala mirando una película. La tarde fue de lo mejor, me puse al día con mis hermanas y sentí que nuestro lazo se endureció más que nunca, las extrañaba y más pasar momentos con ellas. Por otra parte tuve que pasar la terrible vergüenza al ver como mi madre le enseñaba fotos mías de bebé a Justin.

Lo que nos une - [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora