Capítulo 12

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 El tren me pareció exactamente igual que al que subí mi primera vez, pero no por ello me sorprendió menos su funcionamiento y las vistas. Lightning, sin embargo, no parecía de aquellas personas que se emocionaban con facilidad; ella simplemente miraba por la ventana con rostro sosegado. Quizás, esa era la única manera para ella de decir que le gustaba aquello, o solo pasaba el rato, pues en el tren no tenía que estar alerta permanentemente. Cuando comencé a aburrirme, intenté entablar con ella alguna que otra conversación, pero, al final, se convertía en un monólogo que ella escuchaba atentamente. No era algo que me irritase, ya que sabía que mi compañera de viaje prefería oírme antes que hablar.

- ¿Tienes hambre ya? – pregunté tras varias horas de viaje-.

-Sí... - respondió algo ausente-.

Su actitud me pareció rara; Lightning nunca estaba del todo distraída. Sin embargo, dejé pasar aquel pequeño detalle, pensando que a lo mejor estaría pensando o planeando algo. Su mente era, a veces, un tanto impredecible, y eso conseguía llamar bastante mi atención. Intenté coger mi mochila del compartimento, pero no pude llegar, así que Lightning, con una pequeña sonrisa, se colocó junto a mí y, sin ningún esfuerzo, me la alcanzó. El hecho de tenerla tan cerca hizo que me pusiese nerviosa, pero, ¿quién no se sentiría así al tenerla a tan poca distancia? Agaché la cabeza, rezando porque no se diese cuenta de que mi cara comenzaba a adquirir un tono rojizo. De pronto, el tren comenzó a traquetear violentamente, lo cual hizo que perdiera el equilibrio y, cuando estaba a punto de caer, noté una mano rodeando mi cintura. Con la fuerza que la caracterizaba, me acercó a sí tanto que fui capaz de sentir los latidos de su corazón. Estaba acelerado. Permanecimos así unos segundos hasta que el tren recuperó su movimiento natural, momento en el que me atreví a alzar la vista. Lightning se había agarrado a la barra para mantener el equilibrio y miraba hacia la ventana, sonrojada y aún sosteniéndome cerca de ella, respirando irregularmente.

-Deberías tener más cuidado – llenó el silencio con voz sosegada-.

-Lo siento, no lo esperaba – sentí sus dedos moverse ligeramente en mi cintura, lo cual me provocó un escalofrío-.

Dándose cuenta de que todo había pasado, me soltó rápidamente y volvimos a nuestros sitios. Durante unos minutos, ninguna hizo ni dijo nada, aunque reaccioné cuando mi estómago me recordó que quería alimentarse. Primero, le di a Lightning lo que creí que podría gustarle, aunque, realmente, no parecía tener quejas con respecto a la comida nunca, y después cogí mi parte. Tras remover las cosas de la mochila buscando cubiertos, me di cuenta de que llevaba algo de lo que me había olvidado. Por ello, cuando terminamos de comer, saqué la daga y se la tendí a Lightning. Ella la miró al principio, y llevó su mano a su pierna derecha. Lo que buscaba no estaba. Después, lo cogió con delicadeza de entre mis manos y lo posó en su regazo. Tras haber jugado un rato con el objeto, alzó la vista para encontrar mis ojos, lo cual no fue difícil para ella, pues miraba sus gestos con curiosidad.

-Fue un regalo de mi hermana, el día que cumplí veintiún años. Cuando lo abrí, me dijo que se iba a casar con Snow y que era un lu'cie. Antes no soportaba a Snow, por lo que esa noticia me cabreó y, al ser un soldado, mi misión era proteger el Nido de lu'cies. La amenacé. Simplemente le dije que, si realmente era lu'cie, mi trabajo era eliminarla, seguido de "el peor cumpleaños de mi vida" – calló, aquel recuerdo le dolía demasiado-. Me he arrepentido tanto de esas palabras desde entonces... Esto es lo que me queda de ella.

-Light, no creo que Serah te guardase rencor por eso – me miraba atentamente-. Es decir, tú haces todo esto por ella, y ya te enfrentaste a un dios para recuperarla. No hay manera de que esté enfadada.

-Gracias – respondió en un susurro-. Sí que me da miedo estar sola – suspiró y, tras una breve pausa, continuó hablando-. Lo comprendí el día que la perdí a ella también. Pero...

Final Fantasy XIII: Mi RedentorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora