Capítulo 26

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Con paso ligero y enfadado, Fang tomó la delantera unos cuantos metros con respecto a nosotras. ¿Por qué le cabreaba tanto el hecho de mencionarlas a ella y a Vanille como una pareja? Para mí, era más que evidente que ambas se complementaban y se querían, pero, por alguna razón que desconocía, Fang no lo veía así a pesar de que le dije que podría intentarlo. Ella solo se frustraba y se ponía a la defensiva, pero algo me decía que ese cabreo no se relacionaba con un sentimiento de ira, sino de impotencia. Tanto Claire como yo guardamos silencio, siendo conscientes de que era lo más prudente, pues ella sola se calmaría.

-Sé que puede ser confuso para ti – susurró mi Redentor de repente-.

- ¿Cómo has...?

-Tu expresión, estoy aprendiendo – contestó con una sonrisa, aunque pronto volvió a su gesto neutral-. Eso que le pasa viene desde antes de que Nova Chrisalia existiese como tal, cuando yo tenía veintiún años y no quinientos más. En ese entonces, Vanille y Hope comenzaron a estar muy unidos, y Fang, por supuesto, lo notó. Siempre ha tenido ojos solo para Vanille en un sentido romántico, a pesar de ser tan mujeriega. Cada vez estuvieron más cerca, hasta que Hope la besó. Por desgracia, ella lo vio todo, excepto el posterior rechazo de Vanille. En ese momento se comportó exactamente igual que yo; enterró todo lo que sintió en lo más profundo de su corazón y eso aún la atormenta.

- ¿Por qué nunca le dijiste que Vanille no sentía nada por él? Lleva más de quinientos años creyendo una mentira.

-Sí se lo dije, pero ella no quiere escuchar. Y ambas son tan ciegas... se aman de una manera muy especial. No sé si te lo contaron, pero ellas son las dos últimas personas provenientes de Paals, solo se tuvieron la una a la otra durante mucho tiempo, en las buenas y en las malas. Las dos soportaron el dolor de ser lu'cie durante siglos antes de conocernos a nosotros. Ninguna de las dos podría haber seguido adelante sin la otra. Aún hoy no pueden...

-Es triste que ninguna de las dos quiera ver la realidad.

-Un día que estaba especialmente sensible, Fang compartió conmigo por qué no decía nada. Tiene mucho miedo de destruir lo que tiene con Vanille, que ella no la trate como siempre lo ha hecho porque cree que no le corresponde. Lloró durante horas aquella vez, así que estuvimos "perdidas" en el bosque casi un día entero, o eso fue lo que dijimos.

-Seguro que hay una manera de hacer que esas dos hablen de lo que sienten.

-Sí... - suspiró-. Algo tendrás que hacer cuando renazca el nuevo mundo, amor.

-Tendremos – corregí-.

-Ya sabes que no es seguro que yo vaya a estar allí.

Callé de repente y centré mi vista en el suelo. Pensar que cabía una posibilidad de que Claire se tuviera que separar de mí porque así un dios lo estimase hacía que mi corazón se encogiese. Ella sabía que ese tipo de comentarios me herían, pero prefería no dejar que pasase por alto ese detalle, no cuando no ignoraba que olvidarlo me dolería mucho más. No estaba muy segura de cuánto sabía de mí al haber explorado mi alma, pero, definitivamente, estaba segura de que me conocía. Yo no podía decir exactamente lo mismo que ella, y temía no tener el tiempo para averiguarlo. La abracé, necesitaba tenerla cerca, y ese era un sentimiento que me gustaba y me llenaba de frustración al mismo tiempo. Hacía unos días, ni siquiera la necesitaba a mi lado, pero en ese momento ansiaba su presencia y sentirla más allá de lo físico. ¿Qué había hecho conmigo y con todo lo que creía? Comencé a llorar, confundida por todo lo que rondaba mi mente, y ella solo me rodeó con sus brazos pacientemente.

- ¿Por qué os paráis? Tenemos que... - oí sus pasos acercarse a nosotras-. ¿Qué le has dicho? – preguntó claramente irritada-.

-Que quizás no podamos estar juntas en el nuevo mundo, no si Bhunivelze...

Final Fantasy XIII: Mi RedentorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora