Cuando el amanecer se aproximaba para dar paso a un nuevo día, sentí que el peso de Lightning abandonaba mi cuerpo. No había pegado ojo aquella noche, así que era consciente de que ella estaba a punto de irse, como cada mañana. Abrí los ojos para perseguirla con la mirada y, gracias a la luz que comenzaba a aparecer tímidamente, pude ver cómo se ajustaba su armadura con extrema tranquilidad y delicadeza. Al parecer, era un ritual muy preciado para ella. Revisó su espada, sobre todo el filo, y no tardó en darle el visto bueno. Mientras que, al final, se ajustaba los guanteletes, decidí levantarme y acercarme a ella. Gracias a su percepción aguda, no se sorprendió cuando me vio de pie a su lado.
-Buenos días – saludé con una sonrisa-.
-Buenos días – respondió con su usual tono neutral y me miró a los ojos-. No has dormido – posó su mano en mi mejilla-.
-Estaba nerviosa por... lo de anoche.
-Lo siento – bajó la mirada, avergonzada-. Debería haberte dado espacio.
-Aunque hubieras dormido a diez kilómetros de mí, no habría pegado ojo.
-S-se sintió agradable dormir así. Eres cálida...
-Gracias... Entonces, ¿te vas?
-Sí, en unos minutos volveré al Arca. Hope dice que tiene algo que hablar conmigo.
- ¿Hope? – pregunté extrañada-.
-Te lo explicaré después. Ahora me faltaría tiempo – sonrió ligeramente-.
-Está bien. ¿Hay algo que quieras que haga mientras no estás?
-Ve a ver cómo está Odín. Yo te buscaré cuando vuelva – se dio la vuelta y comenzó a caminar-.
-Light... - ella paró y se dio la vuelta para mirarme-. Ni se te ocurra irte sin despedirte de mí – tímidamente, agarré su peto para atraerla hacia mí y besarla, era tan agradable sentirla así de cerca...-.
-Lo siento – sonrojada, agarró mi cuello suavemente y se agachó ligeramente para alcanzar mis labios-. No tardaré. Hasta luego, Eurielle – me abrazó y, de repente, se desvaneció-.
Un poco confusa, avergonzada, nerviosa y sintiendo mariposas en el estómago, comencé a recoger el campamento. El sentimiento que provocaba Lightning en mí era extraño y placentero, tan molesto que se sentía bien, y no alcanzaba a comprender por qué sentir tanta inquietud era agradable. Sin embargo, si me hacía sentir ese calor tan extraño, definitivamente sabía que no debía ser algo negativo. Gracias a ella, estaba empezando a conocer una nueva sensación que era extremadamente complicada de definir y etiquetar en mi mente, aunque me sentía a gusto al no poder hacerlo. Solo era intenso, y pensar en Lightning o en cómo se sentía tenerla cerca, tocarla y besarla hacía que mi corazón se acelerase. Aún podía sentir su tacto en mis manos y sus brazos en mi cintura. Quizás, esa sería una sensación que nunca desaparecería.
Al igual que el día anterior, bajé con cuidado la colina para no tropezar y tener una mala caída y, conforme el sol se iba haciendo presente, mis pasos estaban más cerca de la granja. Cuando llegué, encontré a un Odín bastante animado en el establo. Se veía saludable. Lo primero que hice fue alimentarlo; ya no tomaba las cosas de mis manos con reticencia y, cuando me acerqué a sus vendajes, esperó pacientemente sin intentar picarme. Como supuse, sus heridas estaban completamente curadas, aunque su plumaje sí tardaría un tiempo en volver a surgir, tanto que no creía que fuese a ocurrir antes del fin del mundo, en cuyo caso ya no importaría. Abracé a la bestia y él se dejó hacer. Incluso pude sentir que, en cierta manera, me correspondía. Al final, había conseguido que confiase en mí.
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Final Fantasy XIII: Mi Redentor
RomanceEurielle siempre supo que era especial; todas y cada una de las personas que habitaban su ciudad se lo recordaban continuamente. Sin embargo, ella nunca le dio mayor importancia, ¿cambiaría acaso el hecho de que sintiera que le faltaba algo, de que...