Capítulo 16

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Cuando el amanecer se aproximaba para dar paso a un nuevo día, sentí que el peso de Lightning abandonaba mi cuerpo. No había pegado ojo aquella noche, así que era consciente de que ella estaba a punto de irse, como cada mañana. Abrí los ojos para perseguirla con la mirada y, gracias a la luz que comenzaba a aparecer tímidamente, pude ver cómo se ajustaba su armadura con extrema tranquilidad y delicadeza. Al parecer, era un ritual muy preciado para ella. Revisó su espada, sobre todo el filo, y no tardó en darle el visto bueno. Mientras que, al final, se ajustaba los guanteletes, decidí levantarme y acercarme a ella. Gracias a su percepción aguda, no se sorprendió cuando me vio de pie a su lado.

-Buenos días – saludé con una sonrisa-.

-Buenos días – respondió con su usual tono neutral y me miró a los ojos-. No has dormido – posó su mano en mi mejilla-.

-Estaba nerviosa por... lo de anoche.

-Lo siento – bajó la mirada, avergonzada-. Debería haberte dado espacio.

-Aunque hubieras dormido a diez kilómetros de mí, no habría pegado ojo.

-S-se sintió agradable dormir así. Eres cálida...

-Gracias... Entonces, ¿te vas?

-Sí, en unos minutos volveré al Arca. Hope dice que tiene algo que hablar conmigo.

- ¿Hope? – pregunté extrañada-.

-Te lo explicaré después. Ahora me faltaría tiempo – sonrió ligeramente-.

-Está bien. ¿Hay algo que quieras que haga mientras no estás?

-Ve a ver cómo está Odín. Yo te buscaré cuando vuelva – se dio la vuelta y comenzó a caminar-.

-Light... - ella paró y se dio la vuelta para mirarme-. Ni se te ocurra irte sin despedirte de mí – tímidamente, agarré su peto para atraerla hacia mí y besarla, era tan agradable sentirla así de cerca...-.

-Lo siento – sonrojada, agarró mi cuello suavemente y se agachó ligeramente para alcanzar mis labios-. No tardaré. Hasta luego, Eurielle – me abrazó y, de repente, se desvaneció-.

Un poco confusa, avergonzada, nerviosa y sintiendo mariposas en el estómago, comencé a recoger el campamento. El sentimiento que provocaba Lightning en mí era extraño y placentero, tan molesto que se sentía bien, y no alcanzaba a comprender por qué sentir tanta inquietud era agradable. Sin embargo, si me hacía sentir ese calor tan extraño, definitivamente sabía que no debía ser algo negativo. Gracias a ella, estaba empezando a conocer una nueva sensación que era extremadamente complicada de definir y etiquetar en mi mente, aunque me sentía a gusto al no poder hacerlo. Solo era intenso, y pensar en Lightning o en cómo se sentía tenerla cerca, tocarla y besarla hacía que mi corazón se acelerase. Aún podía sentir su tacto en mis manos y sus brazos en mi cintura. Quizás, esa sería una sensación que nunca desaparecería.

Al igual que el día anterior, bajé con cuidado la colina para no tropezar y tener una mala caída y, conforme el sol se iba haciendo presente, mis pasos estaban más cerca de la granja. Cuando llegué, encontré a un Odín bastante animado en el establo. Se veía saludable. Lo primero que hice fue alimentarlo; ya no tomaba las cosas de mis manos con reticencia y, cuando me acerqué a sus vendajes, esperó pacientemente sin intentar picarme. Como supuse, sus heridas estaban completamente curadas, aunque su plumaje sí tardaría un tiempo en volver a surgir, tanto que no creía que fuese a ocurrir antes del fin del mundo, en cuyo caso ya no importaría. Abracé a la bestia y él se dejó hacer. Incluso pude sentir que, en cierta manera, me correspondía. Al final, había conseguido que confiase en mí.

Final Fantasy XIII: Mi RedentorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora