Narra Sebastian:
Estaba mal, no podía evitar recordar una y otra vez ese momento, me estaba carcomiendo dentro mío....-Sebas-chan!! ~ corrió hacía mi, y yo solo me corro, provocando que este choque contra el piso.
-Grell sutcliff... ¿Qué haces aquí?~ dije cansado.
-Pues.. tenía un trabajo cerca y pensé en saludarte y alegrarte el día ya que esa cara de muerto que tienes..~ dijo mirándome como loco.
-Pues ya puedes irte, ya no creo volver a sentirme "feliz". ~ dije volviendo mi mirada hacía ellos nuevamente, (tn) yacía en sus brazos quedándose dormida..
-Ay!... que celos, Claude con esa chica, iugh~ dijo con asco~ no puede ser , ¿Sebas-Chan? ¿Sientes algo por esa repugnante humana?~ preguntó aún con el asco en su expresar.
- Demasiado... creo que me he enamorado~ dije triste desviando la mirada.
-Vamos Sebas-Chan yo puedo ser tú consuelo~ dijo emocionado.
-Grell... lo siento pero no tengo ánimos~ dije mirándole con asco.
-Ay! mi Sebas-Chan no me trato mal! esto es un buen indicio, te amo Sebas-Chan...~ me fui de ahí lo único que quería hacer es estar solo algún momento.
Narra (tn):
Estaba algo decepcionada, siempre pensé que mi primera vez sería con alguien que quisiera y que fuese tierno, la primera se cumplió y la segunda ni un poco. Desperté y esté ya no estaba... seguro debió haberse ido con Alois, Alois... hace tiempo no lo he visto lo visitaré más tarde.Me levanté y vi el collar que Sebastian me había regalado, roto y tirado en el piso, lo recogí rápidamente e intenté arreglarlo, pero fue en vano estaba irremediablemente roto.
Estaba triste, no lo sé, estaba vacía, ha estos niveles de mi vida ya ni sé porque me esfuerzo en pensar.. fui a lavarme los dientes... y en el baño había una nota de Claude.
Mujer de mi vida:
Anoche me premiaste con la mejor noche de mi vida, juraste ser toda mía y así cumpliste la promesa, te amo.Atte: Claude.
Sonreí como enamorada, y me coloqué la carta sobre el pecho. Sé que no sería capaz de dañarme pero tenía cierto presentimiento no del todo bueno, sino malo.
Fui hacía abajo, me aproximé a la cocina, esperaba encontrarme con Sebastian... pero no estaba el, estaba Baldroy.
-Hola Bard...~ dije desanimada.
-Hola (tn)... ¿Esperabas encontrarte con Sebastian?~ ay dios mio, (tn) disimula un poco.
-¿Soy tan obvia?~ solo reímos.
-Sí, usted a cambiado a Sebastian.. ahora él confía más en nosotros .. y supongo que usted tiene que ver con eso~ lo interrumpí.
-Ustedes tienen un montón de cualidades buenas y el al parecer se ha dado cuenta de ellas.
-Feliz cumpleaños atrasado! y gracias por todo ~ dijo abrazándome y entregándome un plato con unos huevos que no se veían para nada apetitosos.
-Ser cocinero, no es una de ellas~ dije probando sus huevos, ambos reímos.
-Iré a mi habitación, me avisas cuándo lleguen por favor~ dije retirándome.
Narra Sebastian:
Tuvimos que levantarnos más temprano de lo de costumbre ya que debíamos atender un altercado con algunos cuerpos aparecidos anoche... debíamos ir a buscar información con Undertaker..-Sabia que iban a venir~ dijo con esa particular voz y risa.
-Dinos lo que sabes~ dijo el señorito.
-Ya sabe que darme a cambio....~ dijo mostrando sus dientes.
-Sebastian sale, te indicaré cuando debas entrar~ hice lo que se me ordenó.
Entre y me encontré al señorito arreglándose.
-Ahora me dirás lo que quiero saber..~ dijo tajante.
- Primero que todo tú mayordomo está algo distraído..~ dijo chistoso llamando mi atención.
- Al parecer se ve enamorado..~ esto provoco que el señorito me mirara con duda.
-No venimos a eso..~ dije enfadado.
-Esta bien, esta bien...~ dijo riéndose.
Después de que nos diera la información relevante, nos dirigíamos hacia la mansión. Nos encontrábamos en la entrada.. esperaba no encontrarme con (tn)...
Vi a Baldroy irse rápidamente hacia arriba, no le tomé importancia....
Narra (tn):
Estaba arreglándome, cuando escuché que alguien golpeaba mi puerta, fui a abrirla con la ilusión que fuese Sebastian pero para variar era Bard.-Dime Bald..~ dije aún arreglándome.
-Llego Sebastian~ dijo mirándome.
-Oh.. gracias Bald ahora mismo bajo~ dije dedicándole una linda sonrisa.
Me coloqué lo zapatos y me dirigí hacia abajo, estaba Sebastian hablando con Ciel.
-Mm..~ me acerqué hacia ellos.. y al parecer Sebastian me estaba ignorando.
-Conde, con su permiso, ¿Puedo hablar con Sebastian?~ esté asintió.
-Vayan.. Sebastian estaré en mi despacho cualquier cosa~ esté se retiró.
-¿Qué quieres? Tengo cosas que hacer..~ ¿Qué rayos le pasa?.
-Tú collar se me ha rotó, y quisiera que me llevaras donde lo compraste para ver si es que se puede arreglar y después podrías irme a dejar a la mansión de los Trancy~ dije
-Esta bien, solo porque a esta hora es peligroso salir sola y solo por eso, de vuelta supongo que te quedarás allá por el día ¿O me equivoco?~ dijo indiferente. Solo asentí fuimos al carruaje y llamo al chofer, me subí seguido de Sebastian. Ni una sola palabra, ni una mirada, me extrañaba su indiferencia tan repentina. Llegamos al lugar donde Sebastian compró el collar, me dijeron que en 2 semanas estaría reparado, ya que la cadena eran de la más alta calidad por ende necesitaba de tiempo para mantener el sello de calidad. Nos dirigíamos hacia la mansión Trancy, esté solo frunció el ceño y suspiro. Nos bajamos y saque mi bolso, me acerqué y estaba Alois, corrí hacia el y este con gusto correspondió a mi abrazo.
-(tn), cuanto te extrañaba~ dijo con una pequeñas lagrimas en sus ojos.
-¿Cómo has estado?~ pregunté secando sus lagrimas.
-¿Qué es eso de "cómo has estado"? Cuéntame por qué no me dijiste que estabas de cumpleaños..~ dijo con voz de niñito.
-Hablaremos cuando no estés así~ dije riéndome.
-Vendré mañana a primera hora a buscarla, nos vemos~ esté estaba a punto de irse.
-Sebastian..~ dije decidida a pararle.
-(tn)...~ dijo estático y con un tono triste.
-(tn)~ dijo Claude atrás mío.
Sebastian solo me miró y se fue, le ví lastimado y no sé la razón tendría que preguntárselo.
Ya se vendrán días felices para estos ambos tortolitos... 2/3
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Sí, tenemos sentimientos. (Sebastian y tú)
Fanfiction(Tn) Una chica muy esforzada estaba en busca de trabajo, hasta que chocó con el destino, un hombre con traje y unos finos guantes blancos, que hicieron que su vida cambiara en un instante.