Sí, tenemos sentimientos. (Sebastian y tú)

Ese mayordomo, es un demonio.

Me pasé toda la noche observándola, sintiendo su tacto, era hermosa mientras dormía. Estaba realmente enamorado de ella. He pensado demasiado bien las cosas, sabía que habían dos opciones, la primera era que me dijese que a pesar de ser un demonio ella intentaría las cosas conmigo aunque, no sabía si solo contarle solo que era un demonio o lo anterior complementándolo con que estoy enamorado de ella, aunque seria muy precipitado decirle aquello, creo que tan solo será sobre mi naturaleza. Por último esta la otra opción que es la más obvia, que ella jamás me aceptaría y que tan solo sé iría de mis brazos, no la juzgo, ella solo sentirá miedo y rechazo hacía mi persona.

Me giré un poco para observar a través de la ventana, me levante y me deshice del cálido abrazo que me mantenía junto con (tn) y ajuste las persianas para que iluminaran la habitación. Un rayo de luz se posó en el pequeño cuerpo de (tn), parecía una delicada muñeca de porcelana.

Ella comenzó a acomodarse y vi como con sus brazos comenzaba a buscar mi presencia. Al notar que no estaba ahí, se aproximo a abrir los ojos y a buscarme con esos ojos tan bellos que solo ella posee. Hasta que me encontró y solo sé fregó los ojos y me lanzó una de esas inexplicables sonrisas llenas de espontaneidad, me estaba volviendo loco.

-Buenos días Sebastian..~ dijo luego de comenzar a bostezar y estirar sus delicados brazos.

-Buenos días (tn)..~ dije acercándome a ella.

-¿Qué hora es? ~ preguntó.

-Es temprano, en todo caso es nuestro día libre, bueno no para mí, yo siempre tengo que trabajar, sabes.. esta casa no se mantiene solo y necesitamos hablar sobre lo que ocurrió ayer...~ dije dandole una sonrisa un poco fingida pero creo que no lo notó.

-Espera... ¿Dormiste conmigo?~ dijo tapándose la cara, ya que su cara se había tornado de un intenso color rojo.

-No paso nada (tn), tranquila~ dije divertido, a quien engaño que no quisiera hacerte. Pensó mi lujurioso yo.

-Ahg... verdad que tenemos que hablar... me voy a cambiar~ me lanzó una mirada de incomodidad, mientras yo la observaba detalladamente cada detalle de su hermosa cara, estaba embobado, hasta me dio algo de vergüenza.~ Mm.. necesito que salgas para cambiarme..~ dijo riéndose y yo correspondiéndole. 

-Oh lo siento! ~ dije torpemente, vaya que me hace esta mujer.

Me alejé de su habitación, estaba pensando como informarle de la mejor manera sobre mis verdaderos orígenes.

Narra (tn):
Una sensación única pude experimentar durante esta noche, el se quedo a dormir conmigo, siento algo y me desespera no saber qué es, ¿Estoy enamorándome?, tú estas enamorada de Claude, solo estas dolida y piensas estupideces, gracias conciencia.

Me vestí con un hermoso vestido entallado en mi cintura y esbelto en las caderas, era color celeste pastel, muy yo. Me aproximé al tocador, donde limpié mi cara y me froté la toalla en la cara para secarme y observé mi imagen en el espejo, me admiré unos segundos pensando en todo lo que había ocurrido ayer y volví a la realidad, tenía que hablar con Sebastian. 

Narra Sebastian:
Me encontraba lavando la vajilla, y sentí su presencia, estaba Claude. ¿Qué querrá este infeliz? 

-Sebastian Michaelis..~ mencionó Claude, me daba tanta repugnancia que dijese mi nombre. 

-Claudes Faustus.. ¿Qué quieres?~ dije notándose la arrogancia en mi voz.

-Tranquilo Sebastian... solo vengo a visitar con mi amo la propiedad del conde Phantomhive, no tienes porque ponerte así..~ dijo burlón.

-Solo aléjate de ella, ella no es apta para un demonio de cuarta como tú ~ dije con superioridad.

- Ella no es como Ciel, diría que más pura.. tan deliciosa~ dijo relamiéndose los labios.