CAPÍTULO 6.

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―Cierre la boca y no intente fastidiarme ―advirtió Sarah, presionando con fuerza la daga contra la piel del cuello de Morrell―. ¿Qué hace usted aquí?

―¿Una daga como una cazadora? ―inquirió la mujer, apenas ganándose un gesto en el rostro de la chica.

―Sé usar una daga, pero yo no sigo un código que me limite usarla. Sólo tengo un propósito aquí y es cuidar a los míos, y ahora usted me estorba en eso ―presionando con mayor fuerza a la mujer contra la pared, añadió―. ¿Qué hace aquí?

―Lo mismo que tú, Sarah. Les diré algo. No tienen idea en lo que se acaban de meter. Ambas tienen menos de veinte segundos para esconder sus traseros.

―Sarah, ¿Qué estás haciendo? ―exclamó Allison entre confundida y nerviosa, incapaz de entender qué ocurría.

―Entren en el armario que está allá y cierren la puerta. Cuando escuchen la pelea comenzando, entonces es cuando tendrán que correr fuera de aquí ―indicó la mujer con determinación―. No querrán estar aquí después de eso.

―¿Qué pelea? ―cuestionó ahora la cazadora.

―Quiere que huyamos cuando uno de ellos muera ―interpretó Sarah, molesta. La chica le negó con una lúgubre sonrisa.

―Si tienes suerte, morirá el indicado y no transformaremos esto en una masacre. Ahora, entren al armario y no salgan. Sean silenciosas.

Sarah iba a llevarla consigo y usarla como carnada. No era una mujer lobo, eso lo sabía porque si lo fuese, hubiera usado su fuerza sobrenatural para defenderse. No obstante, sin dudas ella y los Alfas estaban juntos tras de todo esto.

Iba a continuar amenazándola con su daga para obligarla a caminar cuando Allison la tomó por el brazo y la obligó a retroceder. Rápidamente Morrell se escapó, y Allison arrastró a la chica hacia el armario.

―¿En qué mierda pensabas cuando la dejaste ir? ―espetó Sarah en su dirección, avanzando con fuerza hacia ella―. ¿Y por qué estás aquí?

―Las marcas son por el banco. La chica que buscaba a Scott sabía que Erica y Boyd están aquí ―indicó Allison con rapidez, perdiendo la calma―. Sarah, ¿Qué diablos está pasando?, ¿Por qué la señorita Morrell está aquí?, ¿Por qué tú...?

Súbitamente, la morena Hale se percató de algo. Alzó su mano para detener las palabras de Allison, pero la cazadora ofendida continuó hablando.

Ella tuvo que estampar su mano sobre la boca de la chica para obligarla a callarse. Entonces sintió el golpeteó de un bastón en el suelo, cada vez más cercano y apresurado.

Allí fue cuando Allison pudo notar el terror en los ojos de Sarah. La chica se removía en su lugar con su mirada nerviosa, como si buscara algo.

Por su parte, ella se acercó a la pared e intentó prender la luz, pero esta no funcionaba. No era sorpresa que no hubiera luz, no había energía eléctrica en el lugar desde que el banco se cerró, por lo que, tomando su celular, iluminó con la linterna hacia las estanterías que Sarah revisaba imperativamente.

➋𝐑𝐮𝐧𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐥𝐯𝐞𝐬╢𝐅𝐑𝐀𝐆𝐈𝐋𝐄 𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora