SINOPSIS:
Ahora que la vida de Sarah ha cambiado, es momento de que aprenda a adecuarse a lo que vive entre las penumbras de Beacon Hills.
Iniciando una nueva vida, sin mentiras ni secretos, descubrirá una parte de ella que llevaba mucho tiempo ocu...
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Aclaración: Durante el capítulo se encontrarán partes escritas en letra cursiva, lo cual indica que la narración central se detiene para pasar a una alterna. Quienes hayan visto el capítulo de la serie en el que éste está basado, entenderán. Espero les guste, besos.
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Scott conducía su moto con desesperación en dirección al loft de Derek. Minutos atrás había estado en el departamento de Allison con las intenciones de advertirle acerca de lo peligroso que sería involucrarse en la lucha con la manada de Alfas, destacando lo sanguinarios que podían ser. No obstante, tal fue su sorpresa al enterarse que Deucalion, el líder de la manada de Alfas, residía en el mismo edificio que la cazadora. Para ser exactos, en el piso de arriba.
―Sé dónde están ―anunció con prisa en cuanto deslizó la puerta del loft.
Una vez allí pudo notar cómo se llevaba a cabo una reunión de manada, aunque sin la presencia de Isaac. En el centro de la habitación, Derek, Peter, Boyd y Cora se reunían alrededor de una mesa cubierta de planos.
Frunció su ceño, confuso de la situación.
―En el mismo edificio que están los Argent. Lo sabemos ―argumentó Derek, alzando su mirada hacia el moreno.
Con una vaga expresión, el adolescente les dio a entender su duda.
«¿Cómo ellos saben en dónde está la manada de Alfas? Creí... creí que sólo yo sabía».
―Cora y yo seguimos a los gemelos ―explicó Boyd, aclarando la implícita duda del moreno.
―Entonces, quieren que lo sepas ―indicó, nervioso de lo que esa idea podía significar.
Si los Alfas no dejaban nada al azar, entonces saber su ubicación correspondía a un plan mayor, y aquello aterraba a Scott.
―O, mejor dicho, no les importa ―intervino Peter esta vez, tiñendo su expresión con su usual sonrisa de malicia.
Y luego de eso, el mayor de los presentes regresó su atención a los planos.
Curioso, el moreno ingresó de lleno en el hogar del Alfa y comenzó a indagar qué ocurría en el centro.
