CAPÍTULO 14.

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Sarah mantenía su vista fija en la nada. El pequeño, pero acogedor cuarto le permitía a la chica pensar acerca de todo lo que presentía.

Un nuevo sueño se le había presentado durante la noche, y tras éste, un mal presentimiento se había apoderado de ella arrebatándole su sueño.

¿Premonición? Era completamente gracioso pensar que una chica sin poderes y completamente humana ―hija de un hombre lobo, pero humana después de todo― tuviese la creencia de que sus presentimientos pudiesen advertirle las cosas. 

No obstante, las palabras que Peter siempre le decía giraban por su cabeza, haciendo que no pudiese sacudirse de su mal augurio.

No importa que tan tonto te parezca, tampoco si te resulta imposible o extraño, tú debes seguir todos tus presentimientos. Tienes un don, Mocosa. Sólo debes dejar que fluya y entenderás que eres más importante de lo que aquí te han hecho creer❞.

De pronto, la puerta de la habitación fue abierta y Stiles apareció. Sujetando el pomo, se inclinó hacia adelante con una tierna sonrisa dedicada a su mejor amiga.

―El desayuno está listo ―anunció―. Mi papá tiene que entrar a trabajar en unos minutos y quiere un desayuno familiar, y ya sabes... tú... bueno...

―Bajaré enseguida ―contestó Sarah con una agradecida sonrisa.

Inmediatamente, su mirada cayó un tanto apenada sobre el cubrecama azul, el cual estaba segura que en algún momento había sido de Stiles de niño. Sus estampados de Batman en caricatura lo delataban.

―¿Estás bien? ―preguntó él, entrando en la habitación y sentándose en la cama, en frente de su amiga.

―Sí, es solo... es solo que no tuve una buena noche ―explicó la chica, rascándose sus cansados ojos que luchaban por mantenerse abiertos―. Tuve una pesadilla y...

―Ya te había dicho el otro día que si querías podías pasarte a mi pieza. Una conversación nocturna o una maratón de Star Wars siempre ayudan con el insomnio ―sonrió con tristeza―. O al menos a mí sí me ayuda... aunque claro, sólo las primeras horas. Luego me quedo despierto viendo todas las películas y se me olvida que tengo sueño.

―Creo que no ayudan mucho ―comentó Sarah divertida, soltando una pequeña risa que se escapó de sus labios.

―Sí, creo que no ―murmuró.

Sarah se le quedó viendo unos segundos a Stiles. Ella no tenía hermanos, y después de haber vivido con Clay, era algo que sinceramente agradecía. Sin embargo, la imagen familiar y cariñosa que Stiles le brindaba a la chica era lo más cercano a una cálida familia que podía conocer.

―La verdad es que no quise despertarte. Lo cierto es que no fue tan fea, sólo me dejó pensando.

―¿En qué?

➋𝐑𝐮𝐧𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐥𝐯𝐞𝐬╢𝐅𝐑𝐀𝐆𝐈𝐋𝐄 𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora