CAPÍTULO 18.

4.1K 257 35
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sarah recorría los pasillos del motel un tanto exaltada, con sus manos ligeramente temblorosas y un sudor frío recorriéndole la frente, todo indicándole que su anterior presentimiento no había sido sólo un juego momentáneo de su mente.

No.

Fue durante ese momento entre Isaac y ella, en el cual se estaban acariciando que la chica comenzó a sentirse mal en un abrir y cerrar de ojos.

De pronto, una espantosa y constante sensación de estar siendo observada por alguien hizo que la chica, haciendo ahínco de todas sus fuerzas, evaluara con rigurosidad todo el dormitorio. 

No vio nada.

Concluyendo que solamente ellos estaban allí, una gran duda la atacó firmemente, causándole hasta el más grande escalofrío por su espalda; ¿Por qué seguía sintiendo que alguien los estaba observando desde el extremo de la habitación?

Había pasado unos cuantos minutos en los que, literalmente, tuvo que botar a Isaac de la cama para apartarse de él cuando ya no se sentía a gusto con lo que estaban haciendo.

Sintió su corazón a mil por hora, golpeando con ímpetu su pecho. 

Sarah estaba segura de que ninguna de sus reacciones ahora tenía relación con su "momento" de novios con Isaac, por lo que necesitaba salir de ahí y averiguar lo que estaba pasando. Eso y que, si no salía de la habitación, los dos acabarían culminando desesperadamente lo que ya habían empezado.

Y lamentablemente, no era así como Sarah imaginaba su primera vez. Separándose dolorosamente de Isaac, volvió ese segundo su momento más sensato, incluso cuando el rubio no pensaba así.

Y luego, pues simplemente huyó. Como la cultura popular decía "era un alma que se llevaba el diablo".

Cuando Sarah llegó a la habitación 217, tocó la puerta con efusividad y esta fue inmediatamente abierta, revelando a una sorprendida Allison.

―Hola, necesito ayuda urgente. Sabes, tengo una fue sensación y yo, yo... ―ingresando en la habitación con voz nerviosa, la morena se detuvo en seco en cuanto vio a Lydia al borde de las lágrimas sentada sobre la cama―. Lydia, ¿Qué te pasó?

La chica había demostrado en su voz la preocupación por ver a su amiga así. 

Hacía un rato atrás, Lydia había estado algo susceptible con respecto al motel, pero eso no se comparaba en nada a su actual estado.

―Tenemos que salir del motel ahora, Sarah. Hay que reunir a todos y salir de aquí lo más pronto posible ―sugirió la pelirroja con desesperación, sin tener la fuerza necesaria para poder mirar a su amiga directo a los ojos.

―Okay... No... No estoy entendiendo nada ―negó―. ¿Qué pasó?

―Lydia escuchó algo.

―¿Algo?, ¿Qué "algo"? ―inquirió Sarah.

➋𝐑𝐮𝐧𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐥𝐯𝐞𝐬╢𝐅𝐑𝐀𝐆𝐈𝐋𝐄 𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora