¡Qué idiota! Uno de los hombres más increíbles del mundo le había hecho una de las más hermosas declaraciones de todos los tiempos (¡podría jurarlo!) y ella... ¿qué había hecho ella? ¡Lo había alejado! ¡Alejado!
Ni siquiera serían amigos. Había perdido a uno de sus mejores amigos, al mejor de los últimos meses. ¡Más que idiota! ¿Y por qué razón? Por miedo, enorme e irracional temor de lo que ella jamás sería. No junto a Nick, jamás podría compararse ni a la más "fea" de las chicas con las que él se hubiera involucrado, seguramente no había ninguna con esa descripción siquiera en su "lista". Él era... era demasiado.
Y ella no. Era una mujer simple, común y práctica. Definitivamente no se enamoraría de un actor guapo y famoso. Esa no era ella. ¿Y salir con él? ¿Y compartir la vida que él tenía? ¿Y... amarlo? ¡No, más allá de lo imposible!
Entonces no entendía. Su lógica le dictaba que era imposible, que jamás funcionaría y que si se atrevía a dejarlo suceder, se iba a arrepentir toda la vida. Pero... pero... ¡rayos, cuánto quería que sucediera!
¿Y si iba a detenerlo? ¿Y si lo buscaba? ¿Qué diría Nick si le confesaba que también estaba enamorada de él? Que... probablemente lo amaba. Increíblemente. ¿Lo amaba? ¡Lo amaba!
No. No... era... posible... Amor. ¡Una cosa era pensar en estar enamorada de él y otra creer que lo amaba! Ella. Ahora ella era quien estaba mal. Equivocada.
¡Suficiente! No iba a darle más vueltas. Ella y Nick no iba a suceder. Punto final.
***
–Lo lamento –Nick se disculpó una vez más y sonrió avergonzado– prometo que esta será la última toma –repitió, por cuarta vez. Esa tenía que ser la toma definitiva o empezaría a sentirse realmente contrariado. Y malhumorado. Eso no podría resultar bien, para nadie.
Intentó enfocarse en el presente, sin recordar el día anterior. Pero su mirada se encontró brevemente con la de Derek, quien lo había llevado hasta su casa desde el departamento de Emma y volvió a sentir todo, la frustración y la rabia con absoluta claridad. ¡Maldición!
–Nick –susurró Vicky apremiante. Él enfocó su mirada y sonrió levemente.
–Christie, es una gran idea pero...
Continuó con sus líneas, forzándose a actuar y fijarse en ese momento. En el ahora. No importaba lo que sentía, debía estar ahí, únicamente ahí. Como Dante.
–Dante, Donato y yo queremos hablar contigo –era Jill, la actriz que representaba a la esposa de Lucian (Donato) en la serie.
Después de un minuto, escuchar el "corte y se imprime" fue un alivio absoluto. Nick no quería volver a pasar por nada así. Afortunadamente, era su última escena pero aún así había retrasado a todos por su torpeza. Su total falta de concentración, como si fuera un principiante, era vergonzosa.
–¿Tan malo es, mi querido cuñado? –bromeó Jill pasándole un brazo por los hombros– ¿qué sucede contigo Nick?
–No tienes idea, Jill –negó lentamente con desgana– si no fuera tan responsable, este día no habría venido a grabar.
La risa de Jill no se hizo esperar, lo miró casi maternalmente y apretó su hombro.
–No puede ser muy malo siendo tú, tan joven y guapo... solo mírate –sonrió.
–Eso lo dices por halagarme –Nick sonrió levemente, reconociendo el cariño en la voz de la joven actriz– ¿y cómo está tu esposo?
–¿Cuál de los dos? –bromeó señalando hacia Lucian– él está feliz, le encanta su nueva vida. Y el "nuevo" –se refirió a su marido en la realidad– debe estar en su oficina, ya imaginas como es eso.
–Lo imagino –Nick se encogió de hombros– ¿tienes otras escenas hoy?
–Sí –respondió con sencillez– pero antes, cuéntame, ¿quién es la chica?
–¿Qué chica? –preguntó con sorpresa.
–La que te tiene así, por supuesto –rió encantadoramente Jill– solo puede ser eso.
–Hum –Nick puso en blanco los ojos y negó– no.
–¿Cómo que no? ¿No acerté o no me lo dirás?
–Es mejor que...
–De cualquier manera –lo cortó Jill, al ver que Vicky se acercaba– se arreglará. ¿Cómo podría ser diferente contigo? Ella lo notará. Como "tu Christie" ya lo hace –rió y se alejó para filmar su escena.
Efectivamente, Vicky, quien era la Christie de Dante, se acercaba con una pequeña sonrisa en su bello rostro. Era muy atractiva y delicada, siempre le había encantado la química que proyectaban en pantalla y creía que era por el contraste entre ellos. Vicky era delgada, menuda y con brillante cabello rubio, que complementaba con unas facciones agradables y suaves rasgos.
–Nick –Vicky lo alcanzó y suspiró– ¿estás bien? He notado que no ha sido uno de tus mejores días.
–Gracias por eso –soltó él en voz baja y ella se sonrojó– lo siento.
–No, no quise que sonara así. Es que tú me has ayudado tanto en todos estos años y cuando el nerviosismo ha pretendido dominarme, tú estás ahí y... –soltó el aire con frustración– solo quería que supieras que cuentas conmigo. Sea lo que sea.
–Gracias, preciosa –Nick le acarició la mejilla con una sonrisa breve– eres increíble.
–Tú lo eres, Nick –se sonrojó levemente–. ¿Con quién irás a la promoción de los capítulos especiales?
–No lo sé –restó importancia–. Probablemente solo.
–Oh. Creo que yo también –carraspeó y clavó sus ojos claros en él– Nick, quizá tú y yo... –miró al suelo con nerviosismo–. Si tú quisieras...
–Vicky –Nick colocó la mano en su barbilla y la elevó, para que lo mirara– ¿te gustaría ir conmigo al estreno?
–¡Claro que sí, Nick! Me encantaría –sonrió entusiasmada– ¡gracias!
–A ti por aceptarme –le guiñó un ojo y ladeó una sonrisa–. Debo irme, pero te veo ¿mañana? –dudó.
–Sí, tenemos una escena con todo el elenco.
–¡Cierto! Gracias, Vicky –besó su mejilla para despedirse y fue hacia su camerino.
Nick se cambió rápidamente e intentó salir del camerino lo más pronto posible para evitar cruzarse con alguien más que pudiera detenerlo. No tenía ánimo alguno de hablar ni ser cuestionado...
–Nick –escuchó a sus espaldas y se detuvo. Esa era una voz que, lastimosamente, no podía sencillamente ignorar.
–Mary –contestó a la productora pelirroja– ¿todo bien?
–Sí –ella lo miró detenidamente– y no. ¿Qué sucede contigo, Nick?
–Estoy cansado, eso es todo –repitió– si me dejas ir ahora, descansaré y estaré muy bien para mis siguientes escenas.
–Hum, no lo sé –dudó–. Sabes que no me gusta entrometerme en la vida privada de los actores, eso depende de ustedes. Pero cuando empieza a afectar el trabajo...
–No volverá a pasar –aseguró Nick con impaciencia.
–No te vuelvas a poner difícil, Nick. Pensé que lo habíamos superado –sonrió levemente–. ¿Tiene alguna relación con Vicky?
¿¿Vicky?? –pensó Nick sin llegar a contestar. No, en lo absoluto. Ojalá fuera tan sencillo. Nada relacionado con ella sino con Emma. Solo con Emma.
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Definitivamente amor
عاطفيةUna razón válida para no asistir a un matrimonio debía ser la circunstancia en que Emma se encontraba. Hacía un par de meses había conocido al hombre perfecto... el mismo que se casaba aquel día, absolutamente enamorado por supuesto. Y no con ella (...