Capítulo 11. El niño alegre y le das maracas.

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Así pasó el día, mucho movimiento de huéspedes, llamadas de todas partes del mundo, lo normal; llegaba la hora de salida y afortunadamente ya no tuve la dicha de recibir otra desagradable llamada, ya saben que con esas órdenes que me dio Esteban iba a tratar a Braulio, ni siquiera tenía que escuchar su voz.

A mamá también le conté todo, ya saben que ella está pendiente de lo que sucede en el hotel, de lo bueno y de lo malo y por supuesto no la iba a excluir de esta pelea, me dijo que le hiciera caso a Esteban y que no podía creer que se comportara a sí de esa manera, que el día que lo conoció le pareció un buen muchacho, simpático y ya no se diga de la forma tan dulce en la que trató a Alexa, tan amable y cariñoso.

¡O sea un pan! (palabras casi textuales de mi madre)

Eso fue lo que paso el miércoles, ahora les voy a contar lo que pasó hoy jueves, si ya es otro día, a veces no les voy a contar todo lo que sucede, lo que viene ahora fue lo que le dijo Esteban a la cabra, chequen nada más lo que sucedió.

Puntual como Inglés, nueve y media, suena el teléfono, reconozco el número, ni siquiera lo pienso, transfiero la llamada, ningún sufrimiento, ninguna sangre derramada, todos felices, bueno yo feliz, él debe estar que se lo lleva la fregada, porque se los puedo asegurar esta no me la dejará pasar, ustedes saben que no les miento.

Ahora mismo, en este instante, Esteban recibiendo la llamada, le pregunta.

-Hola hermano.

-¿Por qué no me llamas al móvil?

-Porque sabes que en estos momentos no tengo móvil.

-¿Tenemos la culpa de que lo hayas tirado contra la pared?

Y miren que era uno de los buenos, esos que cuestan unos miles de pesos, que ni las hijas de Obama tienen, de esos.

¿Será que puedo decir la marca? Bueno era un iPhone 15 requeteplus, creo.

-Sabes el motivo.

-¿No era más sano no contestar sus llamadas?

-Bueno, ahora ya no me llama, que es lo mejor, tendré que cambiar de número telefónico, por nada del mundo dejaré que lo consiga o ya de plano no adquirir ningún otro; pensándolo bien así estoy mejor.

Así que alguien lo estaba molestando y no quería recibir las llamadas, mira que pequeño es el mundo. Tenía quien me vengara, aunque no supiera quien; gracias alma caritativa, algún día te conoceré y te daré las gracias en persona. Pero ni se imaginan quien puede ser esa alma, no vamos a decir quién es, eso será una sorpresa para todos ¿O ya lo saben?

-Sí tienes razón, pero mi pregunta es porque no me llamas al móvil directamente o al teléfono fijo de la oficina o mandarme un mensaje al correo electrónico, no sé, otra forma que se te ocurra.

-Te estoy llamando del teléfono de la casa.

-Sabes muy bien a que me refiero Braulio, no te hagas el tonto.

-No sé a qué te refieres.

No te hagas el tonto, lo sabes, bien le podías haber llamado a su celular no a mí, porque sabías que me llamabas directo, no era que esperaras a ver si había la posibilidad de que contestara, sabías con exactitud que iba a contestar, lo único que podía hacer era seguir transfiriéndolo directamente, ni el me tocaba las que no tengo y yo no lo molestaba a él, digo no le contestaba, porque molestarlo no lo creo.

¡Entre menos burros más olotes!

Creo eso no venía al caso, pero me gusta la frase y como hay un burro en la conversación, la dejo.

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