Capítulo CINCO

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Mentiría si dijera que el partido es uno común y corriente, pero esta primera parte fue toda una exhibición de su nueva jugadora estrella

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Mentiría si dijera que el partido es uno común y corriente, pero esta primera parte fue toda una exhibición de su nueva jugadora estrella. Tenía la mandíbula desencajada al maravillarme de su estilo de juego, Britt Montanes es única. Babeaba por ella, literalmente, desde donde estaba sentado. Menos mal que mi sobrino no estaba en mis brazos o recibiría una reprimenda de Hannah por descuidarlo. Hablando de mi amiga, no dejaba de observarme cuando aplaudía por cada jugada de Britt... Britt, su nombre es hermoso.

Y ahí está ella de nuevo, su cabello rubio atado en una coleta alta, con la mirada en su entrenador. El aire queda atascado en mis pulmones cuando su mirada se encuentra con la mía y una pequeña sonrisa aparece en sus labios. Mi pecho se hincha de felicidad al saber que soy el motivo de ello. Adoro esa sonrisa, se me aparece en mis sueños y se me hace difícil no olvidar esa misma sonrisa que apareció por primera vez delante de mis ojos. Pasando el rato conmigo cuando no me conocía, recibiéndome en su tiempo aún no sabiendo de mi existencia y ahora no dejo de admirarla. Es una mujer hermosa...

- ¿Encaprichado de nuevo?- la voz de Hannah me quita de mi ensoñación- Ya pasamos por esto Marko, después no quiero verte en otro mundo.- no necesito que me lo recalques, pero prefiero quedarme callado y quitarle a mi sobrino de sus brazos.

- Hago de mi vida lo que quiero y si aquella rubia será mi dama de compañía, bienvenida sea.-le respondo encogiéndome de hombros y me entretengo jugando con el pequeño Lex.

- Solo quiero no verte deprimido por otra mujer que se aproveche de tí.- siempre queriendo quedar con la última palabra, pero la entiendo- No deseo que pases por lo mismo que pase yo, Marko.- me susurra al oído y asiento en respuesta.

Cada tanto observo el juego mientras juego con mi pequeño que está despierto y al levantar solo me encuentro con Britt con el balón. Hace maravillas y su amiga los goles. Están hechas para jugar juntas, ahora entiendo como era todo ese asunto de traerla a Hungría.

- Pero, ¿Qué te ocurre?- el grito de Hannah me quita de la concentración con el pequeño Lex y observo a mi amiga desconcertada- ¡No regales los balones Montanes!- levanto la mirada a la gran pantalla y me sorprendo que estén un gol abajo.

- ¿Qué pasó?- mis ojos se dirigen al banco, que pidieron minuto.

- Tu rubia favorita perdió la concentración... ¡Está regalando los balones!- Hannah grita con frustración y las miradas del equipo están en ella- ¡Deja de mantener tu vista en mi amigo y trata de ganar el partido!- abro los ojos y miro a Britt avergonzado.

- Basta Hannah, nos estás haciendo pasar vergüenza delante de miles de personas.- susurro fuertemente y miro mal a mi amiga.

- Tú no haces más que jugar con mi pequeño y ella no desvía sus ojos de tí.- por un lado siento que tengo su atención, pero por otro Hannah no hace más que hacernos pasar vergüenza.

Mi Destino, tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora