Había olvidado esa adrenalina que recorría mi cuerpo, esa sensación que hacía tiempo que no me invadía. Las yemas de mis dedos pican ante el contacto del balón con mis manos. La mañana comenzó de la mejor manera, sin Jürgen en la concentración pero iré dar una vuelta por la clínica donde está internado. Jan no ha dejado de perseguirme desde el desayuno, notando los nervios con un tic muy bien escondido ante los demás que están sumido en sus propios pensamientos. Es muy molesto cuando sus uñas chocan contra otras, es el único sonido que se escucha entre el silencio... Más irritante aún si está a unos centímetros y no se percata de lo irritante que me está poniendo.
Nos permitieron ir a la clínica donde se encuentra Jürgen. Sí, hasta este niño me tuvo que acompañar. Estoy pensando que me están tomando como una especie de niñera, primero con Jürgen y ahora con este adolescente engreído... Me pregunto donde dejará escondido el honor, porque ni en los ojos se les ve algo de sinceridad. Pasé todo el camino manejando tan ajeno a la realidad que al entrar a la clínica, me llama la atención una cabellera rubia con un atuendo algo provocativo. Una blusa que se ajusta buen a su espalda y una calza de modal marcando un trasero bien redondo es lo que me desvía del camino.
- ¡Hey anciano! ¿A dónde crees que vas?- me pregunta Jan al darse cuenta que no sigo sus pasos.
- A tí no te incumbe niño.- le contesto sin mirarlo y la mujer que me daba la espalda se gira- Tengo mejores cosas que hacer y nada de mencionar esto al entrenador.- lo observo unos segundos intimidándolo y asiente para luego desaparecer.
- ¿Anciano?- pregunta Britt alzando sus cejas- ¿Te permites hacerte tratar así?- se acerca hasta que sus brazos rodean mi nuca y me encojo de hombros.
- Tanto Jürgen como Jan son unos niños inmaduros, los intimida la experiencia de este anciano de treinta y tres años...- se ríe y aprovecho a besarla. Su jadeo de sorpresa es lo que me hace sonreír en sus labios- Buen día cariño, ¿Cómo te trató la noche?
- Muy bien.- su cabeza se apoya en mi pecho y mis brazos rodean su cabeza y suspiro- Por cierto, tu cama es demasiado cómoda. Espero que esté en la lista de viaje a Hungría.-me río ante su comentario y caigo en la cuenta de lo que ha dicho, ¿Da por hecho de que iré allí?- Me encanta la idea de tenerte cerca. Aunque en sí lo estemos, el viaje es mucho menos y con Yvonne no nos sentiremos tan solas...
- ¿Y la relación que mantenías con Schnitzler?- pregunto y ella suspira, como si supiera a donde se dirige la pregunta- ¿No viajaba a Tokaj solo para verte? ¿En esos días libres que te daban o alguna lesión de ambos...?
- Yvonne nunca le ha caído bien por el simple motivo que el noviazgo se basaba en llamadas de pocos minutos, chatear en algún rato libre o cuando culminaba la temporada para los dos.- su rostro se ubica a unos centímetros del mío y desvía su mirada- Solo nos veíamos dos semanas y después vivíamos como como una relación sin compromiso.- frunce el ceño y arruga su nariz- Me propuso casamiento delante de sus compañeros de equipo hace un año, ¡Ni siquiera llevábamos viendo cinco ocasiones! Nos conocimos en un torneo mixto en Praga, de esos que recaudan para donar lo recaudado a los países azotados por las guerras.
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Mi Destino, tu Corazón
أدب نسائيMarko Živković es un veterano jugador serbio de handball de 33 años. Participa en la liga de Eslovenia para el RK Cerkno United. Lleva jugando en el equipo tres temporadas y todavía aspira a dar más de lo que su cuerpo exige. Britt Montanes es una j...