Capítulo TREINTA Y OCHO

188 5 0
                                    

¿Mis hermanas en mi casa? ¡Después de tantos años podré verlas! Es increíble las sorpresas que te pueden dar la vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Mis hermanas en mi casa? ¡Después de tantos años podré verlas! Es increíble las sorpresas que te pueden dar la vida. Le pedí a Dragan que se hospedaran allí, ya que hay demasiadas habitaciones desocupadas y vienen bien estrenarlas. Por mí lado, le pedí a Hannah que me prestara su computadora y hacer la reserva del boleto hacia Liubliana. Aún no puedo creer que todos mis hermanos estén conmigo, y no pude evitar llorar en los brazos de Britt. Sí, me consoló por muchos minutos hasta que toda esa angustia que arrastré por muchos años salieron en tan poco tiempo.

- ¿Estás bien?- la voz de Britt me quita de mis pensamientos y giro mi cabeza para observarla. Estamos acostados en una cama, la única que dispone el departamento. Por su insistencia de que no descansara en el sillón de la sala para respetar su privacidad, estoy a su lado con la mente en otro lado- Son por tus hermanas, ¿No?- vuelvo a mirar el techo y suspiro fuertemente.

- ¿Sabes? Creí que no las vería más.- le contesto y cierro los ojos- En especial a Sabina, ella es una de mis debilidades. Siempre estuvo por delante de Karolina y Jelena, es mi favorita aunque las quiero a todas por igual. Mis hermanos y yo fuimos demasiados unidos durante gran parte de nuestra infancia, excepto con Dragan que nació en el principio de mi pubertad y lo terminé criando por las ausencias de nuestros padres. Los he protegido para que no pasaran la horrible infancia como lo que he vivido.- me siento y mis pies tocan el frío del piso mientras mis dedos se enredan entre mi cabello- ¡Es por ese motivo que te juraba que no fui quien delató tu pasado! Porque sé lo que es vivir en la soledad, aunque en mi caso es que mis padres siempre estuvieron ausente y convivimos con las borracheras de uno y el mal carácter del otro...

- No quiero imaginarme por todo lo que has pasado...- siento el contacto de su mano en mi hombro y me tenso ante ello- En realidad es que nunca desconfié de tí, solo me sobrepasó que mi pasado haya salido en los medios de comunicación.- se acomoda a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro- Entiende que el enojo y la impotencia me invadió en ese momento, ¡Y perdí la razón al ver como Yvonne lloraba en mis brazos!

- ¡Tanto tú como Yvonne forman parte de mi vida!- la interrumpo y me giro a ella, con mis manos tomando sus mejillas- Lo último que haría es traicionarte Britt. Me importas demasiado como como hacerte daño.- sus ojos celestes se llenan de lágrimas y mis dedos pulgares quitan los mismos de sus mejillas- Sé que es muy apresurado decir que no solo quiero ser tu amigo... Mis intenciones siempre fueron otras hacia tí. No diría que estoy enamorado porque me estaría apresurando por el poco tiempo que nos conocemos, pero haría todo lo que esté en mis manos para que seas feliz.

- Marko...

- No te presiono a que me respondas, quiero que tengas en cuenta que esos besos demuestran mis sentimientos.- la interrumpo de nuevo y mi frente de apoya a la suya- Quiero que sepas que estaré cuando me necesites, no importa en que momento...- susurro.

- Tú también me importas Mark, me has hecho ver la realidad de otra manera.- veo que cierra los ojos y dirijo la mirada a sus labios- En estos meses me diste más atención que mi prometido, o en este caso, ex novio. Me hiciste ver la diferencia entre la falta de atención de Phillip y que de esa misma falta la encuentre en tí.

- Espero que lo que ocurre en este momento entre nosotros sea el comienzo de algo nuevo.- el aire queda atrapado cuando de la nada su mirada se encuentra con la mía- Hay algo que quiero decirte. Para comenzar desde cero, necesito abrirme a tí y esto es un gran paso.- literalmente, caigo de espalda a la cama de nuevo.

- Si es de lo que mencionaba Hannah no es necesario.- veo que niega con la cabeza y hace lo mismo que yo, su brazo rozando con el mío- Solo hazlo cuando sea necesario.

- Es que si no lo hago ahora, no lo haré más.- trago el nudo en mi garganta y suspiro- No es algo que me guste hablar con la primera persona que conozca, tampoco estoy orgulloso de esa parte de mi pasado.- el contacto de sus dedos en mis nudillos hace que una corriente recorra mi cuerpo.

- No te ignoraré por un pasado, todos tenemos secretos y mira como terminó el mío.- de solo pensar que ese estúpido alemán queriendo arruinar la vida de Britt, me dan ganas de volver a Hamburgo y romperle ese rostro de niño malcriado.

- Eres la primera mujer que se interesa realmente en mí, y eso es lo que más me maravilló de tu persona.- me aferro a su mano y cierro los ojos, recordando ese día en Tokaj- No creí que una mujer tan interesante como la misma Britt Montanes se interesara en un hombre como yo, un tal Marko Živković. Un hombre que demostró su dote en handball por más de diez años y eso ya forma parte del pasado.- me río de mí mismo y la naturalidad en la que me desahogo- Pero las mujeres que pasaron por mi vida, cada una de ellas, han sido interesadas y solo por mi reputación pública.- de nuevo ese nudo vuelve a mi garganta y siento que me falta el aire- Fue demasiado el interés que me dejaban con el primer hombre que ganaba más dineros que yo... Y que te dejen plantado en el altar no es muy lindo.

Sentí la cama moverse y su mano desaparecer del mío. Abro los ojos exaltado, y la encuentro con la mitad de su cuerpo en mi dirección. Su rostro es de extrema sorpresa, no hay una pizca de lástima. Eso me reconforta, solo recuerdo todos los rostros de mis compañeros y maldecía por no creerle a mi amiga... Tenía toda la razón. 

Parece no salir de su trance, por lo que acaricio su mejilla y niego con la cabeza, que entienda que enterré ese pasado. Hace tiempo que el resentimiento ante aquel acontecimiento quedó olvidado. Si vivo de esa manera, sería un hombre cerrado a sí mismo y no estaría en este momento con ella.

- ¡A la mierda todo!- su comentario me sorprende como así también invadir mi boca.

Quedé tan estupefacto por su reacción, que no le devolvía el beso. La noté algo frustrada, hasta que sus manos tiran de mi cabello, o más bien en una especie de estimulación y eso me quita de mi ensimismamiento. La tomo de su cintura y la levanto con algo de dificultad. Ella jadea en mi boca, mientras me río y la acomodo encima de mi cuerpo. Esto me hace recordar el día en el que nos conocimos, ella disfrazada de payaso y yo en reposo de la mañana de operación... Sin dudas, el comienzo de esta amistad y tratar de llegar a más.

- Prométeme solo una cosa...- la miro a los ojos, con mi corazón en su mano y no es literal, su mano en mi pecho debería darse cuenta de lo acelerado que late. Ella asiente y le muestro una sonrisa sincera- Te entregaré mi corazón, está en tí que hacer con él.- no espero a que responda porque mis labios ya están en los suyos.

Mis brazos rodean la parte baja de su espalda y mis manos se aferran a su remera de modal blanca pegada a su cuerpo, aquella que se la vi puesta antes de encerrarme en mi propio mundo. Muerdo su labio incitando a entrar de lleno a su boca, y su gemido no hace más que despertar a mi amigo de allí abajo. Separa sus labios de los míos con la respiración acelerada y yo no quedo atrás, sonriéndome avergonzada al igual que yo. No puedo ignorar la reacción de mi cuerpo ante cada movimiento de Britt y me excita a un grado mayor de lo pretendido. A pesar de que quiero besarla de nuevo, decido que se acomode a mi lado y disfrutar de la tranquilidad que transmite la habitación a estas horas de la tarde. 

No importa si ella no siente algo por mí, solo me conformo con estar a su lado. Quisiera obtener todo de ella. Quiero verla cuando despierte y que sea la última al cerrar los ojos, demostrarle que bajaría la luna si me lo pidiera. Por Britt iría hasta el fin del mundo, que se de cuenta que no soy un hombre engreído y que daría mi vida por ella, que está por delante de todo.

Y lo seguiré repitiendo una y otra vez, pensar en ella me vuelve un estúpido...

Pero un estúpido y perdidamente enamorado de Britt Montanes.

Mi Destino, tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora