capítulo trece

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Steve manejó muy rápido y en poco tiempo llegaron a casa de los Byers.

Jonathan salió rápidamente del carro y abrió la puerta de Steve, Steve le sonrió levemente.

-Para eso me tiene a mí, imbécil.- dijo Billy, retando a Jonathan.

-Basta, no ahora Billy.- dijo Steve, mirando a Billy suplicante.

-No, no es sólo "basta". Deja de actuar como si no estuviera aquí, puta madre.- exclamó Billy, con la cara levemente roja.

-¿Qué?.- preguntó Steve, con cara de sorpresa y confusión.

-Lo que oíste, estas coqueteando con este raro.

-Cierra la puta boca o me veré obligado a hacerlo yo mismo.- dijo Jonathan, acercándose hacia Billy.

Steve se puso entre ellos.

-Dios santo cállense los dos de una jodida vez.- dijo, para después caminar hacia la entrada.- si quieren actuar como imbéciles me da igual pero yo iré a ver a los niños.

Billy se acercó a Jonathan.

-Mantente lejos de Steve porque de lo contrario yo soy el que se verá obligado a cometer alguna estupidez.- lo amenazó Billy.

-No me das miedo y nadie me dice que hacer.- respondió Jonathan y camino por la dirección de Steve.

Billy golpeó el auto con el puño cerrado.

Steve tocó varias veces la puerta hasta que abrió Mike, con cara de pocos amigos.

-Hola rana, déjame pasar.- dijo Steve, pasando por el costado de Mike, seguido de Jonathan y Billy molesto.

Mike cerró la puerta enojado.

-Estaba con Will, bola de ineptos.- dijo Mike, con los ojos entrecerrados.

-Es mi casa.- dijo Jonathan.

-Prácticamente también la mía, siempre estoy aquí así que cállate.- dijo Steve, abrazando a Mike mientras el otro forcejeaba.

-¿Mike?- salió Will de la habitación, adormilado.

-Hola pequeño.- dijo Jonathan y se acercó a abrazar a su hermano, Will le correspondió.

Steve también se acercó y le acarició el cabello.

-Me alegra saber que está todo bien Will.- comentó Steve con dulzura.

-A mí me gusta saber que ustedes se han reconciliado.- dijo Will mirando a ambos con una gran sonrisa.

Jonathan y Steve se quedaron callados mientras Billy veía todo callado, con los puños cerrados y la mandíbula apretada.

-Bueno... no... en realidad.- dijo Steve, balbuceando.

Jonathan lo miró suplicante. Steve pudo descifrar lo que quería decir pero no sabía si era correcto. Billy estaba ahí pero su niño necesitaba sentirse bien. Será más fácil explicarle a Billy...

-Si, yo también me alegro.- dijo Steve, con muchos nervios por la reacción de Billy.

Se escuchó un portazo y Steve reaccionó de inmediato. Se levantó y salió corriendo rápidamente.

Billy iba que echaba humo de lo enojado que estaba. Steve, al chico que ama más que a nada sólo se está burlando de él con ese imbécil raro.

Steve apresuró más su paso y tomó a Billy del brazo pero este lo empujo con bastante fuerza hacia el carro.

Billy lo tomó de la cintura y lo acorraló en el carro, acercando su rostro al de él.

Steve lo miró atónito.

-¿Qué te...- sus palabras quedaron en el aire ya que Billy gritó.

-¡CÁLLATE!- gritó Billy, con la vena del cuello marcada.- Steve, ah mierda, no quiero gritarte pero me obligas, es tu culpa.

Steve tenía la respiración muy acelerada. Le gustaba Billy de cualquier manera, aunque se descontrolara, lo amaba. Esta relación llegaba a ser algo tóxica en cierto punto.

Billy cerró los ojos pero los abrió al instante. Miraba amanezante.

-Steve, deja de hacerme enojar mi amor, no quiero tener que hacer cosas malas.- Billy se acercó más y posicionó su rostro sobre el cuello de Steve, respirando suavemente.- eres mío, ¿qué es lo que no entiendes? Eres mío, eso es todo. Yo soy el único que puede hacer contigo lo que quiera y yo soy tuyo también, puedes hacer conmigo lo que quieras amor, pero puta madre, tienes que dejar de enfadarme, deja de hacer cosas que me hagan enojar y todo estará bien.

Steve se estremeció y soltó un quejido al sentir las manos frías de Billy pasar por debajo de su camisa.

-¿Entiendes?- dijo Billy, besando suavemente el cuello de Steve.- di que entiendes.

-E-entiendo.- susurró Steve, con los ojos cerrados y con una sensación agradable al sentir a Billy tan cerca.

-Bien, eso es lo que quería escuchar.- dicho eso posicionó sus labios con los de Steve mientras tocaba su trasero descaradamente. Steve tenía una mano sosteniendose del coche y la otra sobre el cabello de Billy.

-Billy, soy tuyo, en verdad lo soy.- murmuró Steve sobre los labios del contrario.

Billy se relajó bastante al escuchar eso.

-Yo soy tuyo también.- dijo Billy para después juntar el anillo de Steve con el suyo.

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Re corto el capítulo pero ahora si se viene lo chido ahr
Actualizaré más seguido.

All the love. Sandra.

La Oscuridad de la Luz.  >HARRINGROVE<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora