Capítulo 18

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Capítulo 18: "La casa de los gritos".

-¡Hagrid! -susurró Harry. Sin pensar en lo que hacia, fue a darse la vuelta, pero Ron y yo lo cogimos por los brazos.

-No podemos -dijo Ron, blanco como una pared-. Se verá en un problema más serio si se descubre que lo hemos ido a visitar...

Hermione respiraba floja e irregularmente.

-¿Cómo... han podido...? -preguntó jadeando, como si se ahogase. Comencé a acariciarle la espalda para tratar de reconfortarla-. ¿Cómo han podido?

-Vamos -dije con la voz temblorosa.

Reemprendimos el camino hacia el castillo, andando muy despacio para que no nos descubrieran. El sol apenas se divisaba por entre los árboles del Bosque Prohibido. Cuando llegamos a campo abierto, la oscuridad cayó sobre nosotros de un momento a otro.

-Scabbers, quédate quieta -susurró Ron, llevándose la mano al pecho. La rata se retorcía como loca. Ron se detuvo, obligando a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo-. ¿Qué te ocurre, tonta? No te muevas... ¡AY! ¡Me mordió!

-¡Ron, cállate! -susurró Hermione-. Fudge se presentará aquí dentro de un minuto...

No hay manera. Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.

-¿Pero a esta qué le sucede? -pregunté.

De pronto, vi a Crookshanks acercándose a nosotros sigilosamente, arrastrándose y con los grandes ojos amarillos destellando en la oscuridad.

-¡Crookshanks! -gimió Hermione-. ¡No, vete, Crookshanks! ¡Vete!

Pero el gato se acercaba más...

-Scabbers... ¡NO!

Demasiado tarde... La rata escapó por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyó a toda prisa. De un salto, Crookshanks se lanzó tras el roedor; y antes de que Harry, Hermione y yo pudieramos detenerlo, Ron se salió de la capa y se internó en la oscuridad.

-¡Ron! -gimió Hermione.

Los tres nos miramos y salimos corriendo tras él. Era imposible aumentar la velocidad de nuestra carrera estando debajo de la capa, así que nos la quitamos y la llevamos al vuelo. Oíamos delante de nosotros el ruido de los pasos del pelirrojo y los gritos que dirigía a Crookshanks.

-Aléjate de él..., aléjate... Scabbers, ven aquí...

Oímos un golpe seco.

-¡Te he atrapado! Vete, gato asqueroso.

Harry, Hermione y yo casi chocamos contra Ron. Estaba tendido en el suelo. Scabbers había vuelto a su bolsillo y Ron sujetaba con ambas manos el tembloroso bulto.

-Vamos, Ron, volvamos a cubrirnos -dijo Hermione jadeando-. Dumbledore y el ministro saldrán dentro de un minuto.

Pero antes de que pudiéramos volver a taparnos, antes incluso de que pudiéramos recuperar el aliento, oímos los pasos de unas patas gigantes. Algo se acercaba a nosotros en la oscuridad: un enorme perro negro de ojos claros. Me quedé inmóvil, mirándolo sin pestañear. ¿Se trataba del Grim? ¿Vino por Harry? La idea me hizo volver a reaccionar y avanzar unos pasos y poner el brazo frente a mis amigos de forma protectora.

-Ah no, tú no les harás nad... ¡Ay mami! -me lancé al suelo, tapándome la cabeza con las dos manos cuando el perro dio un gran salto hacia nosotros.

No sentí ningún dolor o algún peso encima que me hiciera darme cuenta que el perro se había lanzado a atacarme, así que rápidamente levanté la cabeza y miré por encima de mi hombro. Me di cuenta que su objetivo fue Ron al ver que ignoró al resto y fue directo hacia él para posteriormente, morderle el brazo y arrastrarlo con facilidad.

Alanna Diggory y el Prisionero de Azkaban [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora