Alanna Diggory y el Prisionero de Azkaban [3]

Capítulo 20

Capítulo 20: "Beso bajo la luna".

Crookshanks salió primero, disparado; luego lo siguieron Lupin, Pettigrew y Ron sin que se produjera ningún rumor de ramas enfurecidas.

Sirius hizo salir a Snape por el agujero y luego se detuvo para cedernos el paso a Harry, Hermione y a mí. No quedó nadie dentro. Los terrenos estaban muy oscuros. La única luz venía de las ventanas distantes del castillo.

Ni nos habíamos alejado lo suficiente del Sauce Boxeador cuando de pronto, escuché un quejido por parte de Ron.

-¿Podemos detenernos por un segundo? Mi pierna me está matando.

Lupin y Sirius intercambiaron miradas dudosas, pero finalmente accedieron antes de que éste último amenazara con la varita a Pettigrew.

-Si intentas escapar no volverás a ver la luz del día, ¿entendido?

El hombre asintió tembloroso mientras que el pelirrojo se apoyaba en una roca y se dejaba caer al suelo. Cruzado de brazos, Harry se alejó unos cuantos metros del grupo; tuve la intención de acompañarlo, sin embargo, Sirius se me adelantó.

-No nos dijiste lo de la rata.

Giré la cabeza y me encontré con Hermione, mirándome con sus ojos castaños. Por encima de su hombro, pude ver como Lupin apuntaba con la varita a Pettigrew, procurando de que no hiciera algo estúpido. Snape seguía inconciente, y estaba flotando cerca de ellos.

-No creí que fuera importante -respondí.

Hermione soltó una risa sarcástica.

-Prometimos no guardar secretos entre nosotros. Y resulta que has estado haciendo lo mismo que el año pasado.

Chasqueé la lengua.

-Lo del año pasado fue distinto, Hermione, estaba siendo controlada por Voldemort y si abría la boca, quién sabe lo que les habría hecho.

-¿Y ahora qué? ¿Otra vez te está controlando acaso? -aparté la mirada y clavé la vista al suelo con los labios apretados-. Alanna, ¿por qué se te hace tan difícil confiarnos las cosas? Somos tus amigos.

-Y no digo lo contrario. Es sólo que... Que... -sentí que de un segundo a otro mi boca se secaba, por lo que no logré pronunciar ninguna palabra. Hermione alzó una ceja estando de brazos cruzados, esperando una respuesta-. A ver, Hermione, en las amistades siempre habrán secretos, siempre, y esto es por el simple hecho de que la persona tiene todo el derecho del mundo a reservarse lo que le salga de ahí abajo, ¿o me dirás que tú nos cuentas hasta los días que vas a comprar toallitas a la farmacia?

-¡Claro que no! -se defendió enseguida mi amiga antes de agarrar su castaño cabello y suspirar-. Bien, admito que yo también he estado guardando un secreto durante todo el año.

-¿Ves? No soy la única.

-Pero no es tan importante como el que nos ocultaste, Ala, y quién sabe cuántos más tienes

-Te aseguro que no son muchos. Los cuales prometo que se los diré lo antes posible, no te preocupes -añadí al ver que fruncía el ceño-. Volviendo al tema: ¿qué nos has estado ocultando, Hermione?