Partner. » m.yoongi; BTS

004.

capitulo cuarto.

Volví a procesar sus palabras, frunciendo el ceño en su dirección.

¿Payaso?

—¿Disculpa?—digo, apoyando mi brazo en el espaldar de la silla de manera que mi codo lo señalara.

Él alzó el mentón, observándome con superioridad.

Bufé.

—¿Es él?—preguntó de nuevo, evadiendo mis palabras con descaro.

—Yoongi, ¿Qué estas haciendo?—dijo Luke—¿No ves que estamos en reunión?

El de cabello menta, que ahora sé que se llama Yoongi frunció la nariz, notablemente ofendido por los regaños de mi manager.

—Estoy impidiendo que... este tipo—me señaló con su índice— quiera...

—Escuchame—bramé, poniéndome en pié e interrumpiendolo y él –por fin– dirigió su atención hacia mi— Este tipo, se llama Hyesun, Yoon Gi.

Mis palabras no parecieron agradarle y por lo que veo, tampoco le agradé ¡Y que suerte! Él tampoco me agradaba. Se acercó nuestros unicos dos pasos de distancia. Estaba tan cerca que podía sentir su respiración llena de enfado golpear mi cara y sus ojos eran como un par de antorchas llameantes. Sólo faltaba que varios dardos envenenados salieran expulsados de sus pupilas.

¿Y quién demonios es Jungkook?

—Nadie va a reemplazar a nadie—dijo Baek, claramente defendiéndome. Sin embargo, él no despegó su mirada de la mía y yo tampoco iba a dejar de hacerlo por nada del mundo, pues eso le iba a hacerle la idea de que su aura me intimidaba.

Un teletubie lo haría más.

—¿Así que Jungkook es nadie?—replicó.

—¡Yoongi!—exclamó el mayor—Es suficiente.

Al escuchar el llamado de atención apretó sus finos labios. Parecía disgustado, muy disgustado ¿pero por qué?

Se notaba que quería decir algo más, pero otra figura masculina hizo presencia ante la pequeña escena sin sentido de Yoongi.

—Señor Baekhyun—habló por fin, no lo veía pero sentía que estaba cerca—Lamento la interrupción de don imprudente.

Las palabras del chico me hicieron esbozar una pequeña sonrisa ladeada que, por supuesto no fue dulce para su amigo.

—Jin...—murmuró Yoongi y no dejó de observarme. ¿Cual era su problema?

El mayor relajó su expresión fruncida al ver al joven romper la tensión que se había formado en la espaciosa oficina. Me removí para observar con más detalle a ambos muchachos, pues no quería estar siguiéndole más el rollo, pero antes de hacerlo su hombro golpeó con notable rudeza el mío ¡Y vaya!, Sí que quería golpearlo. Pero se acercó al pelinegro, quién lo tomó del brazo para susurrarle quién sabe qué, y a esta distancia supe que no le gustó lo que su amigo le comentó, ya que, sus cejas se fruncieron a mi dirección por ultima vez.

—Lo siento, Baek—se disculpó soltándose del que parecía ser un modelo por lo atractivo que era y girando sobre su propio eje; salió de la oficina.

—Jin,—habló el jefe—Luhan los está esperando en el salón de baile.

El tal Jin hizo una reverencia, y antes de irse me obsequió una sonrisa tan hermosa que ocasionó que mi corazón diera un pequeño brinquito. Parpadee negando con la cabeza, volviendo mi atención hacia el par de superiores.