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capitulo trigésimo cuarto.

Hwan Hyesun

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Hwan Hyesun.

Antes mis pensamientos divagaban en mi hermano, y lo que haría con él en el momento en que lo encontrara. Lamentablemente, ya sabemos el resultado de la dichosa busqueda que sólo resultó ser una perdida de tiempo.

Creí que no me preocuparía por nada más, y que no lloraría por otra cosa que no fuera su ausencia. Más no resultó ser así.

Ahora mismo el silencio de la cocina es lo único que se escucha en la amplia casa de dos pisos, y sé que, en la mente de de los chicos que están aquí hay pensamientos multiples que no paran, y tampoco lo harán pronto. Mis orbes observan la taza de té humeante en frente de mí, y me pregunto si podré ser capaz de beberla sin devolverla junto a mi bilis.

—Está muy caliente, se me pasó un poco.

Sonrío sin observarlo, con los ojos fijos en la taza.

—Descuida.

Tres dias.

Han pasado tres días desde que ocurrió el accidente y este lugar se siente como estar en un calvario. Nadie habla más de lo usual, a menos que sea para preguntar lo necesario.

Baekhyun decidió parar todo el trabajo, pues lo que sucedió no pasó desapercibido para nadie. De inmediato corrió el rumor de lo que sucedió y eso ha perjudicado mucho el crecimiento de la empresa, ya que algúnos proyectos fueron cancelados. Afortunafamente el negocio entre Bighit y Donyo –la marca de perfumes– no rompieron contrato, pero aún así han habido muchas bajas, lo que he escuchado de Namjoon, porque Luhan nos prohibió salir a menos que sea para algo importante. Es mejor no estar a ojos de nadie.

La ausencia de Jungkook pesa, y es por eso que Luhan tomó la decisión de detener los proyectos hasta que los chicos se hayan recuperado, más no creo que sea tarea fácil.

Tomo un sorbo del té de jamaica. El sabor dulce invade mis papilas gustativas, pero eso no me hace sentir mejor.

Levanto la mirada, y el pelinegro en frente de mi menea su café con leche con una pequeña cucharita, pues no es tan fanático del té, de hecho, yo tampoco lo soy, sólo que no me apetece negarme a algo que Jimin me ofrezca en este momento.

Observo a Hoseok hacer sus movimientos circulares en la taza. Parece completamente absorto y tiene la mirada perdida en el liquido como si eso fuera lo más interesante del mundo en ese momento. Inevitablemente mi mirada cae sobre el enorme moretón que se ha formado por su sien y frente. Ya se ha tornado en un color verdoso, casi llegando al amarillo, pero el corte en su ceja aún sigue inflamado, y la gasa cubriendo su nariz hace que se me revuelva el estómago. No parece el Hoseok que conocí, ahora sólo es una sombra de ello, y me desespera no verlo reir o molestarme con algo.

Quiero que vuelva, y me duele verlo tan devastado.

—Hyesun ¿Puedes llevarle esto a Tae?

Jimin se acerca hacia mí, despojandome de mis pensamientos. En el fondo se lo agradezco inmensurablemente, y lo miro colocar una pequeña bandeja de aluminio a mi lado. Mis ojos caen sobre él, y sus labios se extienden en una sonrisa tan débil que lo único que hace es que me den ganas de llorar.

Partner. » m.yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora